Centro Holística Hayden

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16 de abril de 2015

NO TIENES IDEA

La porción de Tsav comienza hablando sobre las ofrendas de sacrificio, partes de las cuales eran quemadas durante la noche y, por lo tanto, se convertían en cenizas. Dice que lo primero que el Cohén hacía en la mañana era tomar esas cenizas y ponerlas nuevamente en el centro del altar. Qué interesante, ¿cuál es el propósito de tomar las cenizas de los sacrificios ya quemados y ponerlas nuevamente en el altar?
La enseñanza integral de esto es qué tan poco entendemos, y esa podría ser la verdad más importante que debemos tener en mente todo el tiempo. De hecho, si lo hacemos, seguramente nunca tendremos una experiencia negativa. La verdad es que creemos que entendemos, creemos que vemos, pero realmente no vemos ni entendemos nada.


Entonces, una persona traía un sacrificio y veía que causó efecto, era tragado, se dice, por las llamas Supremas. Esto significa que el Creador aceptó el sacrificio y éste reveló Luz. La mayoría del sacrificio que se traía se quemaba completamente, esta era la parte elevada. La otra parte del sacrificio se convertía en las deshen, las cenizas. Por lo tanto, una persona pensaría que hay Luz en lo que fue aceptado pero no en las cenizas que no fueron aceptadas. Sin embargo, si ese fuese el caso, ¿por qué lo primero que hace el Cohén en la mañana es tomar las cenizas y ponerlas nuevamente en el altar? La respuesta es el secreto de este Shabat: no hay nada que no sea la Luz del Creador. Los sacrificios aceptados no son de ninguna manera más elevados que las cenizas que dejaron. Las cenizas son regresadas al altar porque no hay parte del sacrificio, ni hay lugar, que no sea de la Luz del Creador

Es nuestro ego quien crea la separación, es quien decide que esta es la manera en la que debería ser y esta es en la que no. Es nuestro ego quien decide que la Luz está aquí y no está allá. Sin embargo, la lección de esta enseñanza es que no hay tal cosa como una acción superior o una inferior. Cuando realmente entiendes que la Luz del Creador está en todas partes, no importa en qué situación te encuentres porque todas son de la Luz del Creador. Cualquier diferencia que haya en tu mente viene del ego. 
Pero si eres capaz de eliminar tu ego y todas tus ataduras, te darás cuenta de que no hay nada alejado del Creador. No hay nada que no sea completamente de la Luz del Creador. Ese es un entendimiento muy importante y es, como enseñan los kabbalistas, un gran regalo de este Shabat.

Tenemos que entrenar nuestra mente para saber que no tenemos idea. Todos los pensamientos que tenemos sobre que sí sabemos, que esta es la manera en la que debe ser, que sabemos por qué estamos o no estamos en esta situación, no son pensamientos espirituales. Esos son los pensamientos del ego.

Por ejemplo, a veces las personas viajan por trabajo y creen que van a algún lugar a realizar un negocio. Sin embargo, los pensamientos del Creador no suelen ser los mismos pensamientos del individuo. Mientras que la persona cree que está viajando lejos por negocios, el Creador tiene un plan diferente, un pensamiento distinto sobre la razón del viaje de esa persona. El Creador sabe cómo arreglarnos mejor de lo que nosotros sabemos arreglarnos. Quizá hay un trozo de pan en una tierra lejana que tiene chispas que ese individuo necesita para su alma. Quizá el Creador sabe que esa persona tiene que comer un trozo de pan en particular, en esa ciudad y en ese momento para su corrección. Viajamos a algún lugar o nos ponen en alguna situación porque el Creador ve que necesitamos algo de allí para nuestra alma. Por eso se dice que los viajes y la vida de una persona han sido preparados por el Creador.

No tenemos idea de por qué viajamos, no tenemos idea de por qué nos quedamos en algún lugar… y queremos estar en el lugar en el que sabemos que no tenemos idea. La única manera de obtener esto es si te recuerdas constantemente: “No tengo idea. Tengo algo de entendimiento sobre lo que creo que es el sistema espiritual, y sí, tengo que vivir mi vida bajo ese entendimiento. Pero al final del día, no tengo idea. Si el Creador viene a mí o crea una situación en la que todo está al contrario de lo que yo creía, me emociono por eso. Eso me hace feliz porque ahora sé que allí es en donde está la Luz del Creador para mí”.

¿Por qué ocurre algo? Tienes que entender, no tienes idea. La Luz del Creador está presente de igual manera en todas las cosas. No hay nada que esté lejos o cerca del Creador. El sacrificio aceptado no era más elevado que las cenizas. Ambos pertenecen a la Luz del Creador. Por lo tanto, en este Shabat debemos decirle al Creador, “permíteme verdaderamente vivir mi vida con el entendimiento de que no tengo idea, de saber que sin importar a donde vaya, lo que haga y lo que me ocurra, todo es del Creador”. Si realmente eres capaz de llegar a  esta conciencia, nada de lo que te ocurra te molestará. 


Nada de lo que pueda pasar te decepcionará, porque “Yo no sé

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