POR JOSÉ VERDU
Muchos presentan las plagas como
fenómenos naturales, en realidad tiene un orden establecido. Presentan a Dios
como el Señor de toda la tierra y que interviene en la historia “por esta razón
te he permitido permanecer: para mostrarte mi poder y para proclamar mi nombre
por toda la tierra”. No solo es una lucha entre Moises y el Faraon, es entre el poder único de Dios y los diositos paganos de Egipto representados por
el Faraón, solo hay una fuerza y poder en el universo que es Dios, no es una
lucha entre el bien y el mal porque Dios esta por encima de todo lo creado.
La finalidad del primer grupo, sangre, ranas y piojos, es esencialmente el reconocimiento de la existencia de Dios, dentro de un marco que claramente diferencia entre la existencia de un Dios verdadero y la existencia de poderes imaginarios y la fuerza impura de los brujos y hechiceros, los cuales llenaban la tierra de Egipto. En la advertencia sobre la orilla del rio que precede a la plaga de sangre, se define esta finalidad teológica:
“con esto sabrás que Yo soy el
Eterno“ (Exodo 7, 17)
En el trascurso del tiempo que las
plagas de sangre y ranas golpearon a Egipto lograron los brujos imitarlas con
diferentes hechizos, sin embargo en la tercera plaga se logra el objetivo
esencial de este grupo y los brujos debieron reconocer que la aparición de los
piojos no podía ser sino “el dedo de Dios” .
“Pero al ver Faraón que había alivio,
endureció su corazón y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.Entonces
el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: “Extiende tu vara y golpea el polvo de la
tierra para que se convierta en piojos por toda la tierra de Egipto.”Y así lo
hicieron; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra,
y hubo piojos en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en
piojos por todo el país de Egipto.Y los magos trataron de producir piojos con
sus encantamientos, pero no pudieron; hubo, pues, piojos en hombres y animales.
Entonces los magos dijeron a Faraón: Este es el dedo de Dios. Pero el corazón
de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho”.
(Exodo8 :15 al 19)
El reconocimiento básico en la
existencia de Dios, es designada la segunda tríada de plagas, mezcla de
animales, epidemia y llagas, para agregar un segundo peldaño, un escalón que
afirmará la supervisión cósmica del Creador. Hay hombres que reconocen la
existencia de un Creador pero niegan que la divinidad pueda tener alguna
relación con el mundo que creó, dentro de una visión general que se desentiende
del principio del premio y el castigo, y de la distinción entre un justo e
injusto. Sin embargo, frente a opiniones de este tipo, fija en forma rotunda la
advertencia sobre la orilla del Nilo que se realiza previa a la plaga de mezcla
de animales:
“separaré en aquel día la tierra de
Goshen que mi pueblo habita, para que no haya allí mezcla de animales, de tal
modo sabrás que Yo soy el Señor dentro de la tierra” (Exodo 8,22)
De tal modo las plagas que pertenecen a este grupo acentúan la distinción entre Israel y Egipto, e incluso entre el rebaño de Israel y aquel de Egipto, para que aprendamos la supervisión universal de Dios sobre sus criaturas y la distinción que hace entre los justos e injustos.
El tercer peldaño se define dentro de la advertencia que precede a la plaga del granizo, que abre el tercer grupo:
De tal modo las plagas que pertenecen a este grupo acentúan la distinción entre Israel y Egipto, e incluso entre el rebaño de Israel y aquel de Egipto, para que aprendamos la supervisión universal de Dios sobre sus criaturas y la distinción que hace entre los justos e injustos.
El tercer peldaño se define dentro de la advertencia que precede a la plaga del granizo, que abre el tercer grupo:
“‘Porque esta vez enviaré todas mis
plagas sobre ti, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay
otro como yo en toda la tierra.” (Exodo 9, 14).
Según el sistema psico-cultural pagano
imperante en Egipto, incluso después que una persona haya reconocido la
existencia de Dios y su supervisión cósmica, siempre es proclive a pensar que
ciertamente la Divinidad es poderosa, pero es un poder entre otros. Por este
motivo se acentúa en estas últimas plagas lo especial de cada una de ellas; en
el granizo – “muy pesado que no hubo como este en la tierra de Egipto desde que
existe hasta ahora…” (9,18); langosta – “que no vieron tus padres ni los padres
de tus padres desde el día que estuvieron sobre la tierra hasta ahora…” (10,6).
La plaga de la oscuridad expresa también lo exclusivo del poder divino, que
muestra el control de Dios sobre el presuntamente más fuerte de todos los
dioses egipcios, el sol.
Las primeras dos plagas de cada grupo
fueron anunciadas a Faraón de antemano
En las primeras tres plagas los magos compiten con Moisés, repitiendo el milagro divino en las dos primeras y reconociendo el dedo de Dios en la tercera
La cuarta, quinta y sexta plagas hacen una distinción entre Israel y Egipto 8:23 y después de este momento solo Egipto es golpeado por los diferentes desastres, es únicamente la sexta y la octava plaga que no mencionan ninguna protección para Israel.
Las primeras plagas fueron como advertencias si lo comparamos con la muerte de los primogénitos, si el faraón hubiera escuchado la palabra del Señor, ninguna plaga hubiera caído sobre El y su pueblo. Tuvieron 9 oportunidades para escapar del castigo final.
En las primeras tres plagas los magos compiten con Moisés, repitiendo el milagro divino en las dos primeras y reconociendo el dedo de Dios en la tercera
La cuarta, quinta y sexta plagas hacen una distinción entre Israel y Egipto 8:23 y después de este momento solo Egipto es golpeado por los diferentes desastres, es únicamente la sexta y la octava plaga que no mencionan ninguna protección para Israel.
Las primeras plagas fueron como advertencias si lo comparamos con la muerte de los primogénitos, si el faraón hubiera escuchado la palabra del Señor, ninguna plaga hubiera caído sobre El y su pueblo. Tuvieron 9 oportunidades para escapar del castigo final.
Cada una de las plagas atacaba uno de
los dioses egipcios.
La plaga de la muerte de los
primogénitos representa el golpe final de este instrumento que es el bastón de
poder de Moisés, que incluye dentro suya la combinación de los tres peldaños
que conforman la escalera de la Fe, el primero se expresa en la acentuación del
hecho que Dios la realiza por si mismo: “Yo saldré dentro de Egipto” (11,4); Yo
– y no un ángel; Yo – y no un serafín. El segundo peldaño se acentúa en el
hecho de la distinción entre los primogénitos egipcios y aquellos de Israel, e
incluso entre esos que pusieron la sangre en los dinteles de las puertas y
aquellos que se abstuvieron de hacerlo. Finalmente el tercer peldaño lo
observamos en la descripción del gran grito que llenó la tierra del Faraón “en
toda la tierra de Egipto que como ese grito no hubo y no habrá…” (11,6).
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