Encontrar una solución espiritual a cada problema significa hacer lo único que podemos hacer en la vida, que es darla y, al mismo tiempo, agradecer la oportunidad de hacerlo. Esta es una fórmula que a mí me funciona:
— Recibo del mundo exactamente lo que yo he dado al
mundo, lo cual es una manera de expresar el proverbio: «Como sembrares,
recogerás».
— Si el mensaje que doy al universo es: «Dame, dame,
dame», el universo me enviará el mismo mensaje: «Dame, dame, dame». El
resultado es que nunca me sentiré en paz y estaré condenado a pasarme la vida
intentando satisfacer todas las exigencias que se me imponen.
— Si mi mensaje al universo es: «¿Qué puedo dar?» o «¿De qué manera puedo servir?», el mensaje que recibiré del universo será: «¿Cómo puedo servirte a ti?» o «¿Qué puedo darte?». Por tanto, experimento la magia de enviar pensamientos generosos y energía allá adonde voy.
Del libro LA
FUERZA DEL ESPIRITU- WAYNE W. DYER
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