Un hombre le dice a una mujer:
"Siempre te amaré", y al día siguiente se
enamora de otra.
Es una víctima de una necesidad biológica ciega.
Cuando dijo "siempre te amaré" no estaba mintiendo; estaba siendo
completamente sincero...; pero no era consciente de que el mañana no está bajo
su control.
Sólo podemos hablar de este momento y decir:
"Te quiero ahora. En cuanto al mañana, veremos qué ocurre. Yo no estoy
atado y tú tampoco. Si mañana volvemos a sentir que nos amamos, será una
agradable sorpresa".
¿Por qué limitar tu vida comprometiéndote? ¿Por qué no dejarla abierta a cualquier sorpresa?
¿Por qué no dejarla abierta a la aventura?
¿Por qué enterrarla en una tumba?
Luego sufres porque empiezas a pensar:
"Lo había prometido, me he comprometido. Ya no
tiene importancia que quiera cumplir mi promesa o compromiso. Lo que está en
juego es mi integridad. Tendré que fingir, pero no puedo admitir que he sido un
bobo al comprometerme".
No se trata de hacer una síntesis entre la mentira
y la verdad, o lo auténtico y lo falso. Tendrás que renunciar a lo falso,
escuchar a tu corazón y hacerle caso, cueste lo que cueste..., siempre te
saldrá barato. Pierde todo lo que tengas que perder; pero si escuchas a tu
corazón, al final saldrás ganando, obtendrás la victoria. Pero si lo que
quieres es engañar a los demás y a ti mismo, eso es otro asunto.
-Osho-
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