Por
Mark Borax
www.markborax.com
8 de Febrero 2016
8 de Febrero 2016
Traducción: Fara González
A las 9:30 am horario estándar del este en los Estados Unidos, el lunes
8 de febrero dejamos a la cabra y entramos al año del mono, un cambio que hará
temblar la conciencia de masas hasta su base.
La cualidad más sobresaliente de la carrera presidencial en los Estados
Unidos es cuán explícitas son las políticas de odio y temor que se ofrecen. Las
políticas anteriores de odio nunca se habían expresado con tan poco
pudor, insultando la inteligencia de millones de personas. Los candidatos
del súper pack pueden dar otro paso y hasta simplemente anunciar que a todo
bajo la línea de los millonarios se les aplica el estatus de no persona y todos
por encima pueden apropiarse de esta maravillosa oportunidad para que se les
otorguen gratuidades adicionales para completar la división de América en súper
ricos y lacayos.
El 1968 fue un Año del Mono que estremeció al mundo como nunca antes,
hasta la
década estremeció al mundo. Cuatro factores principales propiciaron que
este Mono anterior despejara todo lo sucio de una cultura mundial estancada:
1. Un nuevo
movimiento por los derechos civiles
2. Una
generación joven que se sentía tan alienada que rechazaba toda forma de
autoridad
3. Una guerra
tan odiada universalmente que unió a todos los rebeldes que buscaban una causa
y
4. La
televisión que maduraba con suficiente tecnología para crear transmisiones del
día a nivel mundial, pero que todavía no tenía suficiente control corporativo
para destilar mensajes pre-digeridos como ahora (estoy en deuda con el libro de
Mark Kurlansky, 1968, por estas consideraciones)
Solamente dos de estos factores son
similares al entrar en este Año del Mono; de nuevo tenemos movimientos por los
derechos sociales en la forma de Occupy Wall Street y Black
Lives Matter. Y tenemos una generación más joven que despierta al
absurdo de sus líderes. Sin embargo, las guerras de nuestro tiempo carecen de
la condena universal de la Guerra de Viet Nam, y la TV ha sido invadida por
intereses corporativos que dan poco espacio a que se escuchen ideas que
disienten. Pero el 2016 tiene algo de lo que carecía el 1968 – una red mundial
que vincula al mundo en comunicación instantánea. Eso y la proliferación de las
cámaras en los teléfonos celulares, están exponiendo las injusticias de nuestro
sistema y alertando contra la represión.
El Año Nuevo del Mono puede sorprender al mundo con su fuerza en oleadas
para traer cordura a la extraña mascarada de nuestro tiempo donde los ricos son
cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Y como soy nacido en el estado de Vermont, tengo que decir ¡ADELANTE
BERNIE! (n.t. Uno de los candidatos presidenciales demócratas es Bernie
Sanders, del estado de Vermont en los Estados Unidos)
Para cualquiera que piense que las ideas de él son poco prácticas o que
carece de la capacidad de hacerlas valer en el sistema, tengo una anécdota: en
1984 cuando él fue elegido Alcalde de Burlington, la ciudad era dirigida por
‘regidores’ que pensaban que se había elegido al tipo equivocado bloqueando
todas sus propuestas de mejoras, hasta que se fue a las calles, despertó a la
gente e hizo que los revocaran a todos uno por uno, entonces pudo avanzar e
hizo que se aprobaran todas sus reformas. No he tenido tanta pasión por
un candidato desde la época de Bobby Kennedy.
Y Bobby sufrió una conversión espiritual en el Año del Mono, donde fue
de ser un millonario malcriado, hijo de un contrabandista a un hombre cuya cara
se veía conmovida cuando salía de las chozas llenas de pobreza del sur.
Él no le pidió a las cámaras de TV que estuviesen allí ni lo sabía, pero al
acercarse a él se comprometió a hacer los cambios necesarios para arreglar esta
inmensa injusticia, porque en un país tan poderoso como el nuestro, los
millonarios se benefician mientras millones de personas mueren de hambre.
Nadie que viese su cara tuvo dudas de lo que quería decir. Y la inequidad que
lo sobrecogió entonces se ha empeorado hasta el punto que hoy uno de cuatro
niños en los Estados Unidos vive defood stamps (n. t. sellos que
emite el gobierno para comprar alimentos) – ¡el 25% del país vive por
debajo del nivel de la pobreza!
Un Año del Mono es el momento en el cual fuerzas escondidas que corren
bajo la superficie de una selva en erupción, ofrecen una rara oportunidad de
hacer un gran cambio. Una sociedad no cambia porque se le diga que cambie. Una
sociedad no cambia cuando se le muestra cómo cambiar. Una sociedad cambia
cuando la necesidad de cambio radical que ha estado dormida desde hace muchos
años, alcanza la masa crítica y un orador surge montado en la superficie del
bucle de la ola que viene. De pronto ese individuo asume una resonancia
arquetípica, convirtiéndose en el avatar de una inmensa fuerza colectiva cuyo
momento ha llegado. A medida que se concentran tales fuerzas de barrido estamos
al empezar el viaje de nuestras vidas en el Año del Mono.
¿Quiénes son ustedes realmente? ¿Para
qué están aquí?
¿Cuánto tiempo más van a esperar?
¡Adelante!
Mark
Mark Borax es
un Astrólogo Maestro a Nivel Álmico
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