El Centro de Kabbalah
Dedicarnos a nuestro camino espiritual puede
implicar mucho trabajo: estudio, oración, escaneo del Zóhar, asistir a Shabat,
celebrar las festividades; sin mencionar el trabajo que hacemos para
transformarnos en personas más generosas y altruistas. Cuando hacemos un
esfuerzo tan grande, a veces podría sentirse como si hiciéramos las cosas por
costumbre o porque nos han dicho que deberíamos hacerlo. Quizá incluso
cuestionemos si de verdad estamos marcando una diferencia en el mundo.
"NUESTRO
TRABAJO ESPIRITUAL TIENE LA CAPACIDAD DE CAMBIAR NUESTRA VIDA Y EL MUNDO".
Cuando perdemos apreciación por el poder de
nuestro trabajo espiritual, comenzamos a hacer las cosas robóticamente, sin
intención. Cuando nuestras acciones no poseen intención y conciencia, ¡nuestro
trabajo espiritual de hecho pierde su poder! Nuestro trabajo espiritual tiene
la capacidad de cambiar nuestra vida y el mundo, pero no es suficiente hacer
las cosas por inercia. Cuando nuestro trabajo espiritual se siente como una
labor, suele ser señal de que hemos perdido apreciación de su poder.
He aquí tres métodos para desarrollar
apreciación por nuestro trabajo espiritual:
1. Haz una pausa y reflexiona antes de orar.
¿Cuán a menudo nos tomamos un momento
para detenernos y reflexionar sobre el poder que posee nuestro trabajo
espiritual? Cada vez que hacemos una acción espiritual positiva, revelamos una
Luz enorme que reverbera a lo largo de todo el mundo. ¡Esta es una hazaña
increíble! Pero es fácil perder noción de esto. Apreciar el poder de nuestro
trabajo no significa que operemos desde el ego. Nuestro trabajo espiritual no
nos hace mejores o peores que los demás; todos estamos pasando por un proceso
de transformación a nuestro propio ritmo y nuestra propia forma. ¡Apreciar el
poder de nuestro trabajo consiste en apreciar el sistema espiritual que está
instaurado y confiar en que funciona!
Rav Bajié ibn Paquda escribió que antes de
cruzar las puertas de Shabat, debemos detenernos y observar la puerta, saber
que nos permiten entrar a un lugar de santidad y que se elevan ante el Creador.
¿Cuántos de nosotros asistimos y nos marchamos de Shabat, semana tras semana,
de forma rutinaria? Lo mismo se dice del Zóhar. Antes de que siquiera lo
abramos, primero debemos sostenerlo y sentir su poder. Saber lo que estamos
sosteniendo en nuestras manos y cuán afortunados somos por sostenerlo. Hay
innumerables ejemplos, pero estas son un par de formas prácticas en las que
podemos detenernos y reflexionar antes de realizar acciones espirituales.
2. Encuentra un entorno que fortalezca tu
trabajo espiritual.
A veces acudimos a la espiritualidad
solamente para sentirnos bien. Buscamos un entorno que nos haga sentir bien con
nosotros mismos. Desde luego, si bien no hay nada malo con tener un entorno en
el que nos sintamos cómodos y motivados, depender de esa sensación en nuestro
trabajo espiritual nunca funcionará porque no es duradera. Nuestro trabajo
espiritual no consiste en sentirnos cómodos, sino en transformarnos a fin de
hallar plenitud duradera. Esa transformación a veces puede ser difícil e
incómoda.
En lugar de ello, debemos concentrarnos en
encontrar un entorno que fomente nuestro trabajo espiritual. Este podría ser
una relación, un matrimonio, una amistad o una comunidad. No podemos hacer el
trabajo espiritual solos, necesitamos herramientas y apoyo mutuo para
profundizar y fortalecer nuestra conexión cada día. Por otra parte, es importante
recordar que nadie puede hacer el trabajo por nosotros. Incluso si conocemos a
nuestra alma gemela, ella solo puede amarnos, apoyarnos y ayudar a orientarnos
en nuestro camino. El verdadero trabajo sigue dependiendo de nosotros. Nuestro
objetivo es encontrar un entorno que nos ayude a hacer ese trabajo y apreciar
su poder.
3. Confía en que estás marcando una
diferencia.
Desarrollar apreciación por nuestro trabajo
espiritual no solo significa que reconocemos nuestro propio trabajo arduo, sino
que también confiamos en el Creador. Consiste en desarrollar certeza en que
cada acción espiritual marca una diferencia enorme, porque el sistema
espiritual funciona aunque no podamos verlo.
A veces miramos a nuestro alrededor y no
vemos ningún resultado de nuestro trabajo espiritual. Es importante recordar
que el trabajo que hacemos resuena en los mundos superiores, en un nivel que no
siempre podemos percibir. Aun si no vemos una respuesta inmediata en el mundo
físico, debemos tener certeza en que nuestro trabajo tiene resultados
increíbles en los mundos espirituales. Consiste en confiar en la Luz. Cuanto
más confiemos en la Luz y en el Creador, más podremos apreciar el trabajo que
estamos haciendo.
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A menudo olvidamos cuán benditos somos por
tener acceso a la maravillosa sabiduría de la Kabbalah y las herramientas
necesarias para cambiar nuestra vida y el mundo para bien. Entender y apreciar
esto es vital para el trabajo espiritual que hacemos. Sin esto, nuestro trabajo
pierde sentido y propósito. Pero al contar con ello, nos abrimos a nosotros y
al mundo a las bendiciones infinitas del Creador.
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