Estamos
en el Planeta Tierra, este es el centro desde donde nosotros los humanos
vivimos el Universo. Desde aquí, el Sol, la Luna y los demás planetas
giran sobre un telón de fondo constituido por dibujos de estrellas en
el Cielo. Este trasfondo de constelaciones de estrellas es para
nosotros el Zodíaco, un círculo espiralado y dinámico de 360º
interno al Sistema Solar, que recrea un campo magnético cuyas
cualidades energéticas dividimos en doce fases o ángulos de 30º cada
uno. Cada ángulo representa una fase de la cualidad energética
total: son los 12 Signos del Zodíaco, doce fases de la energía
total evolutiva universal.
La
Astrología está basada en el Zodíaco. Conocer nuestra Carta Natal nos
brinda la oportunidad de ponernos en contacto con las cualidades
energéticas del Zodíaco de modo vivencial, poniéndonos a nosotros como centro.
Nos permite descubrir cómo y en
qué proporción se manifiestan esas doce
faces energéticas adentro nuestro, en qué aspectos y escenarios se expresan
cada una de sus cualidades en la experiencia de nuestra
personalidad. Descubrimos el Universo mismo adentro nuestro.
Comprender
el significado y cualidades de las energías de los Signos del Zodíaco, y el
recorrido evolutivo que todos unidos integran, nos conduce a una
mayor comprensión de nosotros mismos y de la energía total sagrada del
Universo.
Bien.
Cada fase del proceso zodiacal -cada Signo del Zodíaco- representa un estado de
la experiencia humana. Este es el Zodíaco:
Aries. Elemento Fuego.
Luz. La primera fase de este sistema circular espiralado, ligado al
movimiento de manifestación del nuevo proceso, representa la impulsividad, el
desequilibrio, la inestabilidad y el deseo instintivo de conseguir la propia
identidad. La energía se manifiesta como una explosión. Aries es inicio,
es impulsividad, es pura energía libre que no tiene forma, solo tiene esa
sensación de ser, esa potencia de ser. Se necesita poder para adquirir la
personalidad. Se impone el ego, la impaciencia y la pasión. No hay
autoconciencia, solo experiencia de sí mismo, solo deseo puro y libre.
Intensidad.
Dinamismo. Identidad en acción. Creatividad. Impaciencia. Impulsividad.
Tauro. Elemento
Tierra. Es la fuerza de la energía que se acumula y se reabsorbe. Tauro es
energía que actúa en contacto íntimo con la sustancia profunda de los
organismos, dando vida a los sentidos, e incitando a la tierra de la humanidad
a convertirse en fructífera. Percepción concreta y poderosa orientada a la
satisfacción de las necesidades y funciones corporales, a la capacidad de goce
y disfrute de los placeres con seguridad. Comprensión de la naturaleza y su
funcionamiento,
Estabilidad.
Contacto. Sensaciones. Contemplación. Disfrute. Producción.
Géminis. Elemento
Aire. Es la energía de expresión y de contacto a través del pensamiento. Para
Géminis el Universo es una relación, y a través del aire construye con palabras
y conceptos un puente entre el Cielo y la Tierra. Crea vínculos, asociaciones,
abre opciones, y el crecimiento de su personalidad se basa en la apertura
mental y capacidad de comunicación social e intelectual.
Simultaneidad.
Curiosidad. Procesos racionales. Comunicación. Aprendizaje. Juego dual.
Cáncer. Elemento Agua. La
energía se convierte en acción directa sobre el nivel emocional y del alma. La
energía canceriana da lugar a un fluir de las fuerzas irracionales, instintivas
y biológicas, con raíces en la sangre. Surge el sentimiento: un impulso
biológico-emocional que da lugar a la construcción del psiquismo. Se crea un
interior distinto al exterior, en donde la protección genera la identidad por
pertenencia. La casa, el útero, el arquetipo maternal, esa es la energía de
agua canceriana.
Fecundación.
Protección. Simbiosis. Memoria. Pasado. Amor universal.
Leo. Elemento Fuego.
Es la seguridad de la identidad. Leo irradia una energía de independencia, y la
experiencia humana leonina tiende a exteriorizar teatralmente su ser, quiere
ser significativa de algún modo y lo muestra. La sensación de libertad creativa
respecto a los demás, de seguridad del Yo independientemente del entorno, es lo
que brilla desde el centro. Irradiación de reconocimiento, defecto de soberbia
y narcisismo, y un camino de la identidad basado en la autoexpresión.
Centro. Vitalidad.
Brillo. Creatividad. Yo Soy. Líder por naturaleza.
Virgo. Elemento
Tierra. Energía que nos conecta con la percepción de un sistema, un orden que
trasciende el Yo. La conciencia evolutiva nace del análisis, del aprendizaje
que se da a partir del contacto inmediato con el nivel material de la
experiencia. El cuerpo, el trabajo, los deberes y las responsabilidades
sociales. Virgo es la forma y el límite. Es energía naturalmente servicial
y funcional.
Orden.
Método. Análisis funcional. Autocrítica. Servicio. Purificación.
Libra. Elemento
Aire. Energía que irradia luminosidad para la creación de un sentido real y
verdadero de valores sociales armónicos. El impulso del proceso social
dinamiza la conciencia de la persona, y su desarrollo evolutivo se basa en dar
vida a la realidad del intercambio humano, la realidad de la comunidad, la de
vivir juntos dentro de una estructura orgánica, estable y permanente de
conducta, con sentido de la comunidad. El mundo de las ideas vinculares y
de la belleza son la esencia, y la percepción del Universo se sintetiza en el
concepto Yin-Yang.
Adaptación.
Idealismo. Liviandad. Armonía. Complemento. Totalidad.
Escorpio. Elemento
agua. La totalidad de la vida incluye a la muerte. Sobre esta premisa, la
energía escorpiana vivifica el instinto profundo de la sanación y de la
evolución a través del cambio. El desarrollo de la conciencia se basa en
la comprensión de los más hondos anhelos del alma, la oscuridad, el
inconsciente, los temas tabúes. El sexo es el umbral de la
conciencia cósmica, y la fuerza sexual es el canal mediante el cual se
alcanza la fusión, la unión absoluta con los demás individuos, para constituir
así juntos un todo orgánico más grande. Búsqueda de seguridad emocional y
seguridad del alma. Escorpio es el signo de la intuición del dolor y de la
capacidad para la curación.
Luz
y Sombra. Intensidad. Deseo. Sensualidad. Vida y Muerte. Transformación.
Renacimiento. Trascendencia.
Sagitario. Elemento
Fuego. El desarrollo de la conciencia se basa en el aprendizaje de la
identidad, conocer lo que uno realmente es para encontrar el sentido de la
vida. La energía sagitariana se centraliza en la expansión de los
horizontes -los horizontes físicos, mentales y sentimentales-, creando
diferentes modos de encarar ese viaje hacia la propia esencia. El disfrute de
la diversidad cultural es la clave del autoconocimiento, es parte de la
búsqueda de la naturaleza humana, única e incomparable, dentro del grupo social
del cual somos parte. Sagitario es la energía y la mente consciente del
hombre que dirige esa energía en dirección a su objetivo. La clave es domar la
mente, aprender a pensar mejor para encauzar el caudal de energía hacia el
propósito de vida.
Expansión.
Maestría. Optimismo. Mística. Conexiones. Comunidad.
Capricornio. Elemento
Tierra. Energía que irradia proyección de metas, objetivos, logros, y junto a
ello la exigencia para la excelencia. Hacerse cargo, asumiendo las
responsabilidades como base de la acción, genera la libertad y el compromiso
para poder perfilar un camino hacia la cima comenzando por pequeños
pasos. La evolución de la conciencia está centrada en la materialización
de los sueños, lograr construir los ideales de vida.
Exigencia.
Autoridad. Firmeza. Construcción. Camino hacia la cima.
Acuario. Elemento
Aire. Energía que irradia apertura, la ausencia de refugio y la renovación
constante. El desapego emocional, el desarraigo y la intermitencia en las
relaciones, son todas características de esta energía de aire fijo que busca
vínculos comunitarios a través de la libertad.
Espontaneidad
creativa. Discontinuidad. Sociabilidad. Libertad. Fraternidad. Igualdad.
Piscis. Elemento agua. La
profundidad y la percepción a través de la extrema sensibilidad emocional del
mundo, hacen fluir esta energía hacia el desarrollo de la compasión y la sanación
colectiva. La disposición al servicio, la filantropía, sociabilidad y
humanitarismo son tendencias innatas. También lo son la no forma, el caos, la
indecisión y la inestabilidad propia del agua. La necesidad de sentirse
conectado con el niño interior hace que las personas con energía pisciana
desarrollen un alto grado de imaginación, que les permite volar en su mundo
interno de fantasías. Así, la música y el arte son canales perfectos para
drenar tanta sensibilidad emocional, creando lo nuevo a través de la
imaginación y la gran percepción del universo y sus seres.
Sensibilidad.
Intuición. Sanación. Caos. Unión. Espiritualidad.
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