POR
SHIMI
Para algunas personas, “meditación en el
trabajo” puede sonar contradictorio, e incluso absurdo ¿Cómo meditar cuando
estamos trabajando sin descuidar nuestras tareas?
Meditar en el trabajo significa mantener la
atención plena en nuestra respiración y en las actividades que estamos
haciendo, observar sin juicio nuestras respuestas a las situaciones estresantes
para mantener la calma y también ayudar a generar un ambiente de armonía.
Un entorno armonioso puede hacer el trabajo
más agradable, más placentero y más productivo. Por eso nos relajamos, volvemos
a la respiración consciente, sonreímos a nuestros compañeros o a nuestros
clientes.
Las prácticas de atención plena ayudan a
encontrar en nosotros mismos la capacidad de crear, de prosperar y de liderar.
Y es así que las grandes empresas, como Google, están formando a sus empleados
en prácticas de meditación, como el programa Search Inside Yourself (SIY) de
Chade-Meng Tan, que utiliza las prácticas de Mindfulness para entrenar
habilidades de inteligencia emocional, mentalidad positiva y liderazgo
centrado.
Cómo
llevar a la práctica la meditación en el trabajo
La práctica de la atención plena nos brinda
las herramientas para llevar la mente a un refugio en situaciones de estrés en
el trabajo. Esta capacidad de mantener la atención en nuestra respiración y en
las tareas que estamos desarrollando es la base de la inteligencia emocional.
Se trata de mejorar el conocimiento de
nosotros mismos para dominar las emociones y crear hábitos mentales que generen
armonía en el entorno laboral.
1- Aceptamos el estrés
Cada vez que nos sentimos estresados,
comenzamos a pensar de forma negativa. Imaginamos lo peor, nos culpamos,
culpamos a los demás, nos sentimos frustrados. Y nuestra mente tiende a aceptar
estos pensamientos como realidades absolutas, generando más nerviosismo y más
estrés.
Esta negativividad de nuestros pensamientos
es una reacción emocional común a una situación de estrés. Por eso, el primer
paso es aceptar cómo nos sentimos.
Observamos y aceptamos que nos sentimos
estresados. Esto no significa darle la bienvenida al desequilibrio, sino dar el
primer paso para solucionarlo.
2- Nos tomamos un minuto
La forma de poner en práctica la meditación
en el trabajo es tomarnos periódicamente un respiro y llevar nuestra
consciencia a la respiración, para aclarar los pensamientos, mejorar el enfoque
y volver a nuestras tareas con nuevas energías.
Entonces, periódicamente, llevamos nuestra
atención a la respiración y luego hacia nuestro cuerpo respirando. Si vuelven a
la mente los problemas causantes de nuestro estrés, observamos, aceptamos, y
volvemos la atención a la respiración.
Resulta muy útil establecer hábitos de
meditación en el trabajo, por ejemplo, tomarnos unos minutos para meditar antes
de comenzar con las tareas del día.
Cerramos los ojos, nos sentamos derechos,
nos relajamos y mantenemos la atención en la respiración: inhalo, exhalo,
inhalo, exhalo. Cuando nuestra mente se distrae, volvemos a centrar la atención
en la respiración, sin reproches, sin juicios, simplemente disfrutando el
momento.
Tomemos este tiempo como un momento solo
nuestro, para comenzar el día de una forma serena.
meditación en el trabajo 1
3- Sintonizamos con las distracciones
En los entornos de trabajo, los ruidos y el
movimiento son distracciones que nos impiden concentrarnos. Pero intentar no
oír y no ver esas distracciones nos genera más estrés.
Prestar atención a las distracciones es una
buena forma de evitar que influyan en nosotros de forma negativa. La
observación es, una vez más, la clave para quitarles su poder.
Entonces, para practicar la meditación en
el trabajo, observamos los sonidos, el movimiento y las distracciones de
nuestro entorno y también observamos el efecto que tienen en nuestro cuerpo.
¿Sentimos tenso el cuello, los hombros, notamos tenso el estómago? El simple
hecho de observar los efectos del estrés es la forma de comenzar a eliminarlo.
4- Generamos armonía con las personas
Un entorno de trabajo armonioso es uno de
los tesoros más preciados. Podemos haber logrado armonía en nuestro hogar, pero
si no hay armonía en el sitio en donde pasamos buena parte de nuestra vida, el
desequilibrio influirá en nuestro estado mental y en nuestra salud.
Una excelente práctica meditativa para
lograr armonía en el lugar de trabajo consiste en respirar, traer la
consciencia a nuestra respiración, volver al equilibrio y mirar a las personas
deseando sinceramente que sean felices.
Entonces respiramos, traemos la consciencia
al maravilloso momento presente, miramos a nuestros compañeros de trabajo, a
nuestro jefe o a los clientes y les sonreímos, deseando sinceramente que su
vida sea plenamente feliz.
Esta es una forma de generar armonía y
felicidad en el entorno de trabajo.
5- Observamos nuestros patrones de
respuestas
Cuando creemos que las cosas deberían ser
de cierta manera y no son de esa forma, sufrimos. Y esto incluye las reglas del
trabajo, el comportamiento de las personas que nos rodean, los resultados del
trabajo mismo, etc.
Cuando nos sintamos molestos, lo que
debemos observar es si nuestro sufrimiento es debido a nuestros patrones
mentales. Debemos reconocer esa carga negativa que surge y tomar la decisión de
tomar el control, manteniendo una consciencia sin juicio mediante la atención
plena.
La atención plena interrumpe las respuestas
condicionadas que no nos permiten explorar nuevas vías de pensamiento. Y cuando
logramos alcanzar esa nueva perspectiva, se debilitan las garras de nuestro
condicionamiento.
“Aquí viene ese cliente que tanto me
irrita. Seguramente se va a quejar nuevamente. ¿Cómo puedo escucharlo sin
juicio, e interactuar con él como si lo estuviera oyendo por primera vez?”
Ocúpate del momento presente, borra tus
juicios y preconceptos y quizás, encuentres que puedes comprender mejor a esa
persona, entender cuál es la causa de su sufrimiento, y ayudarlo.
6- Encontramos un tiempo para
desconectarnos
La tecnología es hoy necesaria en el
entorno laboral, pero es necesario encontrar un tiempo para desconectarse.
Estar todo el día conectados a la tecnología reduce el tiempo que tenemos para
evaluar la información y nos impulsa a actuar de forma automática. La
meditación en el trabajo no implica desentenderse de la tecnología, sino
mantener un equilibrio saludable.
Todas las empresas que se preocupan por el
bienestar de sus empleados tienen espacios de desintoxicación digital, con el
fin de reducir el estrés, mejorar la calidad de vida, la toma de decisiones,
aumentar la creatividad y la productividad.
Entonces, cada vez que podamos hacerlo,
tomémonos un tiempo para desconectarnos. Una buena forma es desenchufar el
teléfono móvil cuando vamos a almorzar, tomarnos el fin de semana desconectados
de internet o salir de la ciudad con la familia para un descanso total que nos
ayude a volver al trabajo el lunes con un nuevo enfoque.
Fuentes: Mindful, huffingtonpost, siyli
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