by
elarcadeastrotrina
El código 11:11
coincide con el arquetipo de Neptuno en Piscis, en su fase de introspección (La
disolución de la materia, la imaginación subconsciente, los sueños, las
fantasías, los ideales, la espiritualidad cósmica, la nebulosidad o confusión,
la libertad transcendental, Hechizos, ilusionismo, refinamiento, purificación y
sanación).
Este lunes 13 de
junio, cambia Neptuno a retrógrado en Piscis hasta el 19 noviembre, lo
que
exalta nuestros poderes psíquicos al máximo, colocándonos en la capacidad de
identificar las coincidencias del Universo, los códigos de la Matrix.
Neptuno en Piscis,
en retrogradación, representa una armonización emocional con niveles
superiores, un anhelo de planos superiores del ser y una infatuación con ellos.
Simboliza una fuerza que está enteramente más allá de los lindes de la razón o
de algo comprensible para la mente lógica. El único modo en que Neptuno puede
entenderse verdaderamente en su esencia es someterse a él; pues, por definición
y por función, está más allá de las fronteras de lo racional.
Uno de los
aspectos más enigmáticos y cautivadores del Universo en el que vivimos es la
sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión, una coincidencia tan
improbable que nos resulta increíble. Las conexiones entre sucesos, personas e
información que trascienden la realidad convencional, nos sorprenden como si
las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos, en estados de
consciencia elevados o por una misteriosa alineación, podemos vislumbrar.
Aunque el concepto
de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo
suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de
manera rigurosa. Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la
sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento
teórico. Empezando desde lo más general y sintético, podemos decir con Jung que
la sincronicidad es "la ocurrencia temporal coincidente de eventos
acausales", que es un "principio de conexión acausal".
Pero la
sincronicidad para Jung va mucho más allá de estas someras descripciones
acausales. Coincide en esto con el texto gnóstico del Kybalion, que dice:
"Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida; hay muchos
planos de causación". Y para ampliar la madeja de posibles conexiones,
recordemos que Don Juan le dice a Carlos Castañeda, como si fuera un experto
jugador de póquer de realidades alternas, que la suerte es una forma de poder.
Una de las más
frecuentes manifestaciones de la conexión con la energía Neptuno en Piscis, es
la coincidencial manifestación de los "números de la sincronicidad",
esos geniecillos de las manecillas de la realidad, también habitan en los
números. Uno de los casos más comunes en la actualidad, es el fenómeno del 11:11.
Cientos de miles
de personas, reportan tener momentos epifánicos constantemente detectando esta
hora. Sí, la sincronicidad."Estás codificando tu propia vibración y
permitiendo que tu consciencia te recuerde que estás en esa vía, cuando estás
en esa frecuencia. Algunos individuos usan diferentes números en diferentes
momentos". Lo interesante de esto es que el llamado reloj biológico
interno parece derramarse, como el tiempo líquido de Dalí, hacia el mundo
externo, el cual, entonces, se convierte en nuestro espejo, un espejo como el
de Alicia.
En nuestras
sociedades occidentales se busca racionalizar y explicar los eventos, poniendo
bajo el rótulo indefinido de “azar” o “coincidencia”, todas las cosas que no
controlamos y que nos parecen independientes de nuestra voluntad, hay otras
culturas que dan un sentido completamente diferente a esas “intervenciones
fortuitas” en nuestras vidas… ¡puesto que en ellas el azar no existe!
La realidad física
es un programa creado por la consciencia de los códigos digitales. Números,
códigos numéricos, definen nuestra existencia. El ADN humano, nuestra memoria
genética, se codifica para ser disparada por códigos digitales en tiempos y
frecuencias específicas.
Esos códigos
despiertan la mente para el cambio y la evolución de la consciencia. 11:11 es
uno de esos códigos, es decir, la activación del ADN. Usted notará que ver
11:11 con frecuencia crea sincronicidades en su vida. Once es una octava más
alta del número dos. Le lleva a las vibraciones psíquicas y tiene un balance igual
de propiedades. 11 masculino y femenino: 11 – 11 es un doble de dígitos y por
lo tanto se considera un Número Maestro o de poder.
En numerología, el
11 representa el idealismo, el visionario, el refinamiento, la intuición, la
revelación, el genio artístico e inventivo, lo andrógino, cine, fama. Todos
tenemos uno o más códigos numéricos que siguen el modelo de la Geometría
Sagrada. Se trata de las espirales de la consciencia, los números de Fibonacci,
la espiral de oro, también se encuentran en la perfección, en las proporciones
exactas de la Gran Pirámide. La mayoría de los códigos digitales que evocan la
memoria, son dígitos dobles o cuentas regresivas tales como 1, 2, 3, 4, 5 o 5,
4, 3, 2, 1, 0, que van al Punto Cero.
Usted
experimentará un despertar repentino durante esta retrogradación de Neptuno en
Piscis. Usted va a crear la claridad, la curación y el equilibrio por sí mismo.
No espere por los demás en su vida para estar en este viaje con usted. Es sólo
suya como lo es para la mayoría de las almas. Usted tendrá que buscar nuevos
amigos de la misma mentalidad, que también están siendo provocadas por los
dígitos.
Una vez abierta la
puerta digital, no hay vuelta atrás. Su alma será automática y rápidamente
pasará de un nivel a otro de la experiencia, hasta que usted lo consigue. Su
consciencia se está expandiendo y por lo tanto usted será capaz, de manifestar
más rápido y con mayor comprensión, a la vez que se hace más consciente del
significado de las sincronicidades, que serán más y más frecuentes.
Son creadas por su
alma, para ayudarle a recordar que somos una chispa del alma en un programa
físico que está a punto de finalizar, para evolucionar a la consciencia
superior
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