José Stevens
Por alguna razón muy extraña los seres humanos no aplican su inteligencia y razonamiento a las cuestiones más fundamentales de la vida. La razón extraña parece estar relacionada con el hecho adicional de que la mayoría de las personas no temen pensar en grande cuando se refiere a planes de negocios, pero se aterrorizan de pensar en grande cuando se refiere a las cuestiones más importantes de la consciencia y la percepción conciente, dos temas muy importantes que llevan a muchos a la negación. Tomemos como ejemplo el tema de causa y efecto, o tal vez las preguntas sobre el origen de la vida. Los científicos están siempre buscando los orígenes de la vida estudiando unidades cada vez más pequeñas de lo que llaman materia. Quieren
conocer la química exacta de cómo se originó la vida. Esta es una buena pregunta y merece nuestro estudio, sin embargo existen varios problemas con este abordaje. Hasta la fecha ningún científico ha sido capaz de probar que la materia realmente existe. Esto es fuente de gran controversia, y está bien, pero hasta que la controversia se resuelva, ¿cómo podemos buscar el asunto del origen de la vida basados en la realidad de la materia? Esto parece raro, por decir lo mínimo, y estos son científicos inteligentes a los que nos referimos.Veamos
otro supuesto que simplemente no se sostiene. Seguimos mirando a los aspectos
de la vida que son transitorios como los orígenes de algo que no es transitorio.
¿Cómo tendría sentido eso? Por ejemplo, pensamos que los orígenes de la
consciencia de algún modo deben estar en la química del cerebro humano. Hemos
estudiado cerebros y los hemos disecado pero, como todos sabemos, los cerebros
son muy transitorios. Nacen, crecen por un tiempo, se gastan, y
eventualmente van para los gusanos; a
menos que se hagan freír en una cremación, no son un pedazo muy duradero de
carne por cierto. Sin embargo esto se ve convenientemente como el origen de
nuestra consciencia y percepción conciente. Podríamos argüir que la consciencia
y la percepción conciente también son muy transitorias y mueren con la muerte
del cerebro, pero esto no explica un número de hechos inconvenientes. En primer
lugar, hay bastante evidencia de que aun cuando el cerebro ha muerto, la
percepción conciente sigue viviendo en la experiencia de la persona. Muchas
personas a quienes han pronunciado con muerte cerebral después de no poder
detectarse señales de vida, luego reviven y cuentan grandes historias de
observar todos los procedimientos e intervenciones médicas para intentar
resucitarlos. También recuerdan grandes aventuras, a veces describiendo
exactamente lo que sus familiares hacían en ese momento de su supuesta muerte,
aun cuando estos eventos tenían lugar a muchas millas de distancia. Estas
anomalías son ignoradas o descartadas con explicaciones inverosímiles.
La
consciencia y la percepción conciente han existido por largo tiempo pero ningún
cuerpo ha perdurado más que unos pocos años. También pensamos que tal vez la
vida existe en todo el universo, quizás generada por una combinación de
relámpagos y sustancias químicas, pero estos dos también son altamente
transitorios. Entonces, la consecuencia es que pensamos que algo que perdura
por eones puede provenir de algo que es muy temporario ¿Esto realmente tiene
sentido?
Vayamos
un poco más allá. Todos pensamos que nuestros cuerpos son estructuras físicas
bien definidas y estables mientras están vivos. Sin embargo nadie ha
experimentado realmente un cuerpo humano
en su totalidad. Puede sonar escandaloso decirlo, pero es un hecho. Nuestra
percepción conciente de nuestros cuerpos es un conglomerado de sensaciones,
pensamientos, ideas, sentimientos, percepciones, recuerdos y más. Ninguna de
estas cosas alcanza para declarar que el cuerpo es un todo y completo y una
cosa real. Ninguno de nosotros ha experimentado jamás nuestros cuerpos en su
totalidad. Lo mejor que podemos hacer es enfocar en esta parte o aquella por
unos pocos segundos en cada una y luego asumir que todo es una sola cosa. Lo
que estoy diciendo aquí es que nuestra experiencia de nuestros cuerpos es solo
una pila de fragmentos que parecen componer un cuerpo porque eso es lo que nos
enseñaron a creer. ¿Alguien ha llegado a notar esto? Nuestra creencia en
nuestros cuerpos no se basa en una experiencia fáctica real sino simplemente en
el acuerdo de que tenemos uno. Intenta por un momento probar que tienes un
cuerpo completamente intacto sin
recurrir a las sensaciones, percepciones, pensamientos, ideas, sentimientos,
recuerdos, etc. De hecho no puedes hacerlo. Si puedes, debieran darte el Premio
Nobel. Ninguno de nosotros realmente experimenta el cuerpo como una cosa
completa. Lo damos por sentado a tal punto que olvidamos cuestionarlo y olvidamos
examinar la experiencia de cerca. Algunos tibetanos, budistas, maestros
iluminados han examinado cuidadosamente este fenómeno y todos han concluido que
no existe exactamente del modo que lo pensamos. Es más como una experiencia de realidad virtual Entonces, ¿Cómo puede algo tan duradero como
la consciencia y la percepción conciente ser producto de algo que no tiene
permanencia y ni siquiera es exactamente una cosa real? Por eso en las
tradiciones místicas el cuerpo es llamado una no-cosa, una nada.
Podemos
amputar varias partes de nuestros cuerpos y aún experimentar percepción
conciente. Eventualmente podemos quitar el cerebro humano y eso parece terminar
la vida, pero ¿lo hace? Solo termina la vida que podemos detectar con nuestras
máquinas transitorias. Cuando Steve Jobs estaba en su lecho de muerte, sus
últimas palabras fueron “Oh, Guau” ¿Por qué alguien expresaría tal asombro si
solo está entrando en la negrura y la no-consciencia? “Oh, guau” podría significar cualquier número
de cosas, pero implica que había mucho más esperándolo que lo que él jamás
pensó. Implica percepción conciente continuada; consciencia.
La
consciencia y la percepción conciente, entonces, no dependen y no pueden
depender de algo tan transitorio como un cuerpo y un cerebro. La percepción
conciente es indestructible, ininterrumpible, permanente y eterna y sin embargo
es una no-cosa, una nada. No podemos medirla con ningún aparato conocido. Es un
misterio completo. No sabemos cómo funciona y sin embargo es un hecho innegable
que si le preguntas a alguien actualmente vivo y despierto en el planeta, si
está vivo, consciente y se da cuenta de sí mismo como estando vivo, todos te
dirán que sí. Este hecho evidente es
ignorado, negado y descartado por algunas de las personas más inteligentes del
planeta, y sin embargo nunca es negado por todos los más grandes maestros
espirituales, avatares, y maestros iluminados actuales y del pasado. Es
extraño, ¿no crees? Considerando que algunas de las personas más inteligentes
del planeta también a veces han sido
asesinos brutales, dictadores desastroso y creadores de las peores armas de
destrucción masiva, y los maestros iluminados no han sido gente así. ¿A quién
preferirías creerle? Por supuesto, esto
es elección tuya. Por mi parte, tengo
más fe en aquellos que están en contacto con el
amor, que tiene más sentido para mí, pero es otra cosa asombrosa de los
seres humanos, que pueden poner su fe última en personas que no tienen corazón
en absoluto.
En
un tono más alentador, de 30 a 50 por ciento de todos los científicos ahora
creen que esta experiencia que hemos estado llamando vida real es en realidad
una experiencia de realidad virtual. Los científicos recientemente han
abandonado el espacio y el tiempo como maneras confiables de medir el universo.
En tanto esto pueda sonar sorprendente, incluso horroroso para ti, creo que es
realmente un progreso. Estamos empezando a perder nuestro aferramiento a lo que
creemos que es real y no real. Esto libera nuestras mentes para considerar
cosas que antes simplemente no podíamos admitir. Tal vez nada es real del modo
que pensamos que lo era. Tal vez las cosas y los objetos no son lo importante,
después de todo. Tal vez lo que realmente es en verdad importante es algo
indescriptible e indefinible llamado consciencia, percepción conciente,
presencia. Tal vez estos fenómenos (si podemos llamarlos así) no son
divisibles; no son dos, como los antiguos taoístas solían referirse a ellos,
porque decir uno implica más o menos que
uno. Tal vez la única cosa que todos compartimos como seres humanos es nuestra
percepción conciente y eso no es divisible. Si no es divisible, entonces todos
no somos dos, después de todo, y tal vez el Espíritu, la Fuente, el Creador,
está en nuestra percepción conciente y todos somos realmente solo expresiones
de esa Fuente que muchos llaman Dios. Si no somos dos, entonces cuando miramos
alrededor y vemos dos, y vemos objetos, cosas, quizás esto no es realmente la
verdad después de todo. Cuando vemos al mundo como dos o más, estamos reforzando
un mundo simulado y nuestra hipnosis se hace más profunda. Cuando vemos todo
como no-dos, estamos recordando qué es verdad y qué nos trae, de una manera en
que podamos regocijarnos y nuestra hipnosis se disuelva y despertemos.
¿Podría
esto explicar la conversación final del crítico de cine y ganador del Premio
Pulitzer Roger Ebert con su esposa, cuando estaba en su lecho de muerte en
2013? Según cuenta su esposa: “Pero el
día antes de morir, él me escribió una nota: ‘Todo esto es un engaño
elaborado’. Le pregunté: ¿Qué sería un engaño elaborado? Y él hablaba de este
mundo, este lugar. Dijo que todo era una ilusión. Yo pensé que solo estaba
confundido. Pero no estaba confundido. No estaba visitando el cielo, no lo que
nosotros pensamos que es el cielo. Él lo describió como una vastedad que no
puedes ni siquiera imaginar. Era un lugar donde el pasado, el presente y el
futuro, estaban todos sucediendo al mismo tiempo.” ¡Hum!
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Traducción:
M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar
Cualquier duda o profundización te escucho
Gala Shendrix
Facilitadora Espiritual
Analista de Sistemas Energéticos
Master Técnicas Holísticas Cósmicas
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