“No quiero ser vieja cuando sea vieja”.
Este es un lema clásico de
Elaine LaLanne, la verdadera superheroína del envejecimiento y esposa de la
leyenda del fitness Jack LaLanne. Sinceramente, ¿quién quiere
ser viejo cuando sea viejo? ¿O en cualquier otro momento si vamos al caso? Tal
y como se le ha atribuido a Elaine muchas veces y de muchas maneras: todo
consiste en la perspectiva.
A sus 98 años, Elaine todavía comienza cada día con 20 minutos de ejercicio. Incluso antes de levantarse de la cama, hace varios estiramientos por encima de sus sábanas y posturas de resistencia. Todavía usa máquinas de pesas que Jack inventó en los años treinta y la misma de cinta de correr que compraron juntos en los años setenta.
Ella demuestra una y otra vez que la salud, el estado físico y, en realidad, el bienestar no requieren clases de gimnasia sofisticadas, equipos, ropa específica o juventud.Ella también anima a
concentrarse en fortalecer y ejercitar un músculo diferente… uno que se
encuentra justo entre las orejas.
En una entrevista reciente
con The New York Times, Elaine explicó: “Tienes que creer que
puedes”. Es un mantra que ha impregnado todos los aspectos de su vida. La ayudó
a transitar lesiones físicas, momentos complejos e incluso el largo y doloroso
duelo por su hija, Janet, quien murió trágicamente en un accidente
automovilístico a la edad de 21 años.
“Todo comienza en la mente”,
dice. Y no podría estar más de acuerdo.
Nuestros pensamientos tienen
un enorme poder e impacto en nuestra vida. La investigación científica nos dice
que nuestros patrones de pensamiento informan mucho más que nuestras decisiones
diarias y equivalen a mucho más que nuestra personalidad y preferencias.
Cualquier kabbalista te dirá que esto es cierto, pero para la persona común,
esto puede parecer bastante innovador.
¡Es hora de hablar de ciencia!
Todo se reduce a los telómeros, los segmentos repetitivos de ADN no codificante
que existen en los extremos de nuestros cromosomas (considéralos como la parte
de plástico al final de los cordones de tus zapatos). Ellos cumplen funciones
relevantes, como asegurarse de que nuestro material genético no se deshaga y,
lo que es más importante, se acortan con cada división celular, lo cual
determina qué tan rápido envejece esa célula. Cuando se vuelven demasiado
cortos, dejan de dividirse por completo. No son responsables de nuestro proceso
general de envejecimiento, pero contribuyen en gran medida a lo que nos hace
“envejecer”.
La verdadera sorpresa —una que
Elaine LaLanne entiende intuitivamente— es que los telómeros te están
escuchando. Escuchan tus pensamientos, la manera en que te alimentas, cómo te
sientes con respecto a lo que comes y todo lo que haces. Se guían por tus pensamientos
dominantes.
Pero, antes de que te pongas
paranoico con cada pensamiento negativo, te invito a volver a la historia de
Elaine. Su vida no careció de desafíos, y tiene tantos días difíciles como
positivos. Su esposo, Jack LaLanne, falleció en 2011 y, en los últimos años,
ella ha sufrido reveses físicos después de una sucesión de caídas. Pero estos
son precisamente los tipos de momentos que nos recuerdan que podemos elegir
cómo experimentar la vida.
Todas las cosas en tu vida
comienzan en el nivel de un solo pensamiento. Los kabbalistas han enseñado
durante mucho tiempo acerca del poder de los pensamientos. El mismo Rav Berg
afirmó una y otra vez que nuestra conciencia lo es todo. Lo que piensas se convierte
en lo que haces y, según esta ciencia, también determina la rapidez con la que
envejeces. Un nuevo pensamiento podría requerir un nuevo comportamiento, y ese
comportamiento puede requerir hacer algunos cambios, pero si me has seguido por
un tiempo, probablemente ya estés en camino de convertirte en un adicto al
cambio.
Elaine LaLanne es un ejemplo
muy inspirador del poder de nuestros pensamientos y del hecho de que nuestras
vidas se basan en esos pensamientos. Como resultado, ella no solo envejeció;
evolucionó, creció, floreció y prosperó, y lo hizo todo con gracia. Ella nos
mostró que nuestros años dorados —¡o todos nuestros años! — pueden estar llenos
de vitalidad, risas y plenitud. Se trata de aprovechar al máximo cada momento,
apreciar tu salud y nunca dejar que la cantidad de velas en tu pastel de
cumpleaños determine las posibilidades de tu vida.
Te dejo con otro de los
poderosos y probados mantras de Elaine: Si no te mueves, te vuelves
inmóvil.
¿Cómo puedes moverte hoy? No
me refiero solo a tu cuerpo, sino a tus pensamientos, perspectivas y creencias.
¿Cómo puedes cambiar tus palabras y la forma en que hablas de ti mismo y de
todo lo demás? Una gran conclusión de la sabiduría de Elaine es que mover
nuestro cuerpo físico nos ayuda a vigorizar nuestra mente. Da un paseo corto
hoy, levántate y estírate, o adopta una postura de yoga; le harás un gran favor
a tu mente y a tu perspectiva, haciéndote sentir más joven que nunca. Porque,
¿quién quiere ser viejo cuando sea viejo?
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