Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.
-¿Por qué
se te derramó el café?
-Porque
alguien me empujó.
¡Respuesta
equivocada!
Lo que
tengas en la taza, es lo que se va a derramar.
Por lo tanto, cuando la vida te sacude (qué seguro pasará muchas y repetidas ocasiones a lo largo de tu existencia aquí) lo que sea que tengas dentro de ti, vas a derramar.
Puedes ir
por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida
te empuje vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior.
Eventualmente
sale la verdad a la luz.
Cuando la
vida se ponga difícil, ¿qué voy a derramar? ¿Alegría, agradecimiento, paz,
humildad? ¿O coraje, amargura, palabras o reacciones duras? ¡Tú eliges!
De lo que
esté llena tu taza, tú eres el responsable.
Y ten en
cuenta que la vida sacude, sacude más veces de las que puedes imaginar.
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