A
través de Suzanne Lie
Traducción Caro Z
Hola, soy conocido en su
mundo por mi nombre humano. Sin embargo, pocos saben que soy un Arcturiano que
ha decidido tomar forma humana. No, no soy famoso en ninguna manera, ni lo
seré. Mi misión NO es la de ser observado, pero sí la observación.
Por lo tanto, debo lucir
como un “humano normal” mientras me muevo entre su realidad para determinar
cómo nosotros, los Arcturianos y la Familia Galáctica, podemos asistir mejor a
nuestros queridos “voluntarios de la Tierra” es su proceso de iniciación de
ascensión planetaria.
Nací aquí en la Tierra, como
cualquier niño humano. He sido una “niña normal” con una “vida normal”, por lo
menos era normal y común para el AHORA en el que había nacido. Lo que me
diferenciaba de otros humanos era que yo siempre miraba hacia arriba mientras la mayoría de los
humanos miraban hacia afuera.
En otras palabras,
mientras que otros miraban hacia sus familias, amigos y el mundo tridimensional
para obtener asistencia, yo miraba hacia “adentro”, hacia mi mundo secreto que
sabía no podía compartir con nadie. Cuando era niña, regresé a casa, a mi Nave,
e incluso a mi Hogar Arcturiano, muchas veces.
Sin embargo, cuando
llegué a la adolescencia me dijeron que debía focalizarme en “ser totalmente
humana”. Como nunca me olvidé del todo que NO era humana, comprendí
absolutamente lo que querían decir. Pero NO estaba preparada para el hecho de
que, brevemente luego de recibir el mensaje, me abandonaran.
Día tras día y noche tras
noche les pedía que se me aparecieran en sueños, en los dibujos que realizaba,
en mi imaginación, o de cualquier manera que pudieran. PERO, permanecían en
silencio. Fui “dejada a la deriva en un planeta hostil.” Utilizo esta frase
entre comillas porque fue exactamente como se sintió.
Por décadas, deambulé por
mi mundo hostil tratando de encontrar lo que creía había perdido para siempre.
OH, el DOLOR, que se transformó en décadas de depresión, en las que sentía que
deambulaba por un mundo hostil.
Por supuesto, nadie veía
el mundo como “hostil” ya que no podían recordar el mundo de dimensión superior
de Luz y de Amor que había desaparecido de alguna manera de la percepción.
Estaba dolida, enojada, deprimida y agotada de los juegos y rituales que esta
frecuencia de realidad estaba desplegando.
Mentiras y mentiras por
doquier, pero LA VERDAD, rara vez encontrada. Ahora, debo confesar que las
“mentiras” y la “verdad” son ambas relativas al estado de consciencia de cada
uno. Sin embargo, como casi muero al nacer, NO olvidé el “entre medio” o
incluso los “mundos superiores” que escapaban a la percepción de los demás.
Estaban aquellos que
“adoraban” a los “Avatares” de su religión particular, pero ninguno podía
recordar que esos seres que adoraban eran sus propios Ser Superior y Familia
Dimensional Superior.
Por supuesto, no podía confesarle
a nadie esto porque todos estaban educados para “adorar” y “dar dinero” a su
Iglesia. También, todos parecían tener la “única” o la “mejor” iglesia. Esto me
confundía mucho de niña, ya que los Seres Superiores que yo conocía no tenían
concepto alguno de competencia o de mejor/peor.
De nuevo, no podía hablar
con nadie acerca de estos temas, ya que aprendí de pequeña que, si lo hacía, la
respuesta sería un gran enojo. Parecía haber muchos “Dioses” y los miembros de
cada uno de estos Dioses, creían que su “Dios” era el único Dios.
De alguna manera, me di
cuenta de muy pequeña que existía sólo UN Dios capaz de percibir a todas las
diferentes personas con el mismo Amor Incondicional. Sin embargo, Amor
Incondicional, no era ni siquiera una concepción hasta que escuché el término
de mi Familia Arcturiana.
Parecía que todos los
humanos pensaban el amor como una mercancía que le daban a aquellos que la
merecían. Atemorizaban a aquellos a los que no podían controlar de ninguna
manera y se enojaban con aquellos que creían los habían lastimado de alguna
manera.
Las reglas de la tercera
dimensión eran muy difíciles de entender para mí porque nunca podría liberar mi
Voz Interior. Por supuesto, he aprendido a NUNCA decirle a nadie que tenía una
voz interior.
Unas pocas veces, de
niña, mencioné al Dorado que hablaba conmigo, pero la respuesta fue tan
negativa que aprendí a mantener mi vida interior para mí. Por supuesto, estuve
muy sola en mi mundo exterior, pero pude mantenerme en constante contacto con
mi mundo interior.
Tuve algunos amigos de
niña con quienes pude disfrutar mi mundo interior, pero todos “crecieron” y no
quisieron seguir “jugando ese estúpido juego.” Pero, no era un juego para mí.
De hecho, si algo era un juego en mi vida, era el “mundo exterior.”
Desde ya, cuando alcancé
la adolescencia y me “convertí en adulta” supe que tenía que cerrar mi mundo
infantil. Para mi sorpresa, lo que sucedió fue que entré en décadas de
depresión.
“Odio el mundo,” y
“Quiero ir a Casa” eran mis frases favoritas. Sin embargo, así como no podía
compartir que hablaba con un Ser Dorado, no podía compartir que había dejado de
hablar a ese Ser Dorado y que me sentía profundamente deprimida.
Por supuesto, no
entendía, todavía, lo que era la depresión y por qué la tenía. Sólo
sabía que era MUY infeliz. Desde ya, hice todas las
cosas “divertidas” de la adolescencia, que no eran divertidas. También tuve un
novio por bastante tiempo que ni siquiera me gustaba. Pero, me trataba mal,
entonces me dio finalmente una “buena razón” para entender por qué estaba
deprimida.
Sí, eso era. Sólo
estaba deprimida. No quería decirle a nadie
lo de mi “condición personalmente elegida” pero al menos no estaba loca. De
hecho, dudaba constantemente acerca de mi sanidad mental. Incluso
intenté “cortar” mi comunicación interior con los seres superiores varias
veces.
Sin embargo, las veces
que lo hacía me daba cuenta de que estaba loca porque estaba rechazando la
única parte de mi realidad que tenía algún tipo de sentido. “Algún tipo de
sentido” no es correcto, ya que nada tiene “sentido” para mí excepto aquello
que he recibido de mi interior y más allá.
Cuando era una
adolescente, trataba de ser una “persona normal” pero no estaba segura de qué
significaba eso. Por lo tanto, observaba a otros adolescentes para determinar
“la conducta correcta.” Sin embargo, lo que parecía “correcto” para mí era
“incorrecto” para “ellos.”
Los pongo a “ellos” entre
comillas porque “ellos” pasaron a ser todas las personas de mi mundo exterior.
Entonces, también tenía una realidad hecha de “todos los seres en mi mundo
interior.” Fue en este momento cuando me volví dos personas diferentes. Era el
YO de mi mundo exterior y el YO de mi mundo interior.
Por muchos años, las dos
versiones de “MI” no se encontraban, y definitivamente no interactuaban jamás. Cuando estaba con otra gente era
mi versión exterior. Cuando estaba
sola, era mi yo interior. Mis YO
interior y exterior, rara vez interactuaron.
Tenía todo claro. Podía
ser el YO exterior que los demás necesitaban que fuera. Luego, cuando estaba
sola, podía ser el YO interior que quería ser. El problema radicaba en que rara
vez estaba sola. Por lo tanto, rara vez estaba en mi mundo interior.
Sí, lentamente estaba
aprendiendo que cuando sólo era mi versión exterior me deprimía. De hecho, solo
era realmente feliz cuando me encontraba conmigo. Para cuando descubrí este
hecho casi obvio, estaba casada y con dos hijos.
Hubo una década allí por
los “años hippies” en la que era importante ser realmente uno mismo. Disfruté
ese momento lo suficiente como para ignorar que el matrimonio no funcionaba EN
ABSOLUTO. Felizmente, había suficientes distracciones como para ignorar ese
hecho. Casi.
Con el tiempo, hubo que
hacerse cargo de este factor de infelicidad porque era el AHORA para mí para
moverme hacia una nueva vida, que no hubiera imaginado jamás. Una vida en la
que alguien me amara por quien era realmente.
Desde ya, no podía
aceptar ese regalo y tenía que tratar de encontrar algo malo en esa persona que
me AMABA incondicionalmente. Era buena en la técnica del “rechazo”. Después
de todo, la había practicado toda la vida.
Sin embargo, esta persona
resultó tan testaruda como yo y se negó a que lo “rechazara”. Luego de algunos
años de resistencia, los cuales no recuerdo, me entregué a la idea de que tal
vez, solo tal vez, alguien pudiera amarme. Sí, mis hijos me amaban, pero tenían
que hacerlo dado a que era su madre. Por lo menos eso era lo que me había
enseñado a mí misma.
Afortunadamente, el
llamado a volver a estudiar vino nuevamente. Esta vez, mi educación estaba
relacionada con la psicología, entonces necesité “ir a terapia.” No necesitaba
ir a terapia. ¿De qué hablaríamos? “No
hay nada malo conmigo,” me mentía a mí misma.
Para mi sorpresa,
descubrí que había algo que estaba muy bien
conmigo. La clase era muy pequeña e íntima y basada en el aprender a través
de la experiencia. Era psicoterapia por lo que básicamente servía como “Terapia
de Grupo.”
También, como parte del
programa, todos necesitábamos ir a
terapia por lo que durara el curso. “¡BUENO!
No necesito de la psicoterapia,” me mentía a mí
misma. Después de todo, ya era experta en mentirme a mí misma.
Afortunadamente, lo que
aprendí es que decirme a mí misma la verdad era más efectivo y creaba una vida
MUCHO más feliz.
~~~~~~~~~~~~~~~~
Me doy cuenta de que he
empezado esta historia con mi historia Arcturiana y luego me perdí en mi vida
de humana. ¡Oh sí! Nosotros,
las expresiones más elevadas de sus SERES multidimensionales, nos perdemos
generalmente en nuestro cuerpo humano.
De hecho, nos advirtieron
antes de que decidiéramos encarnar que muchos de nosotros nos olvidaríamos de
quiénes ÉRAMOS realmente y que seríamos completamente absorbidos por nuestras
vidas tridimensionales.
Estamos muy agradecidos a
la necesidad de sueño de la humanidad, dado a que es, en general, la única
oportunidad que tenemos para comunicarnos con nuestros amados Voluntarios de la
Tierra. Estamos felices de que tantos Valientes de nuestra Familia Galáctica
estén empezando a recordar su verdadero YO que ha sido encerrado dentro de su
“yo inconsciente.”
Estamos tan contentos de
invitarlos, a USTEDES, la versión que sean de su SER multidimensional que
reciba este mensaje, a acompañarnos en otra sesión de Training de Liderazgo
Multidimensional.
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