En este universo físico, la mayoría de las cosas tienen límites
alrededor de ellas que las delimitan como objetos físicos separados de otras
cosas. Sillas, coches, rocas, árboles, peces, pájaros, reptiles y personas
tienen tales límites. Algunos objetos físicos tienen límites menos claros como
el aire, el agua y cosas tales como las montañas que surgen de la tierra sin
ningún límite fundacional exacto. Los límites son necesarios para los
contenedores y tienen en cuenta el tamaño y la forma del contenedor en
cuestión, ya sea un cuenco, una cesta, una caja o un contenedor de transporte
completo. Lo que es menos claro visualmente son los límites psicológicos y los
límites organizacionales que
consisten en preferencias, zonas de confort, leyes
o culturas. Como pueden ver, este es un tema complejo y vasto, así que en este
artículo sólo voy a enfocarme en estos últimos tipos de límites, sus características,
y los contenedores que estos crean.
Para empezar, los límites nos permiten tener contenedores y los
contenedores son extremadamente importantes para el ser humano, ya que definen
el territorio de determinadas actividades y, o bien nos impiden o bien nos
permiten actuar sobre todas las posibilidades y opciones. Por ejemplo, una
cárcel es un conjunto claro de contenedores que limitan severamente las
opciones, mientras que una universidad permite un rango mucho mayor de opciones
a pesar de ser un contenedor educativo con límites específicos, reglas y
normas.
Los contenedores son interesantes porque tanto pueden ser reconfortantes
para las personas como elevar sus niveles de estrés. Para la mayoría de las
personas, un dormitorio que no es demasiado grande o demasiado pequeño se
siente bien para relajarse y obtener un descanso muy necesario. Sin embargo, un
colchón en un auditorio grande puede no proporcionar el mismo nivel de
seguridad o de sensación de protección. Por supuesto, hay enormes variaciones
en la gente, ya que algunos son más claustrofóbicos y otros desean un
contenedor más ajustado. Vamos a transferir esto al contenedor más psicológico
que llamamos matrimonio. En general hay ciertos límites y reglas acordados que
definen las actividades de un matrimonio y las partes deben negociarlas. En las
relaciones monógamas la regla es no tener sexo con otros compañeros. Esto hace
que ambas partes se sientan más seguras sobre el contenedor.
Si alguien viola las reglas, el contenedor se siente dañado, quizás ya
no viable como un lugar seguro y confiable. Algunos matrimonios descartan esas
reglas, abren el contenedor a múltiples compañeros o experiencias poliamorosas
y experimentan cierto éxito. La investigación social demuestra que estos
contenedores más sueltos a la experimentación no suelen tener éxito, porque no
logran mantener a los socios unidos.
Por otro lado, muchos matrimonios se convierten en prisiones porque los
contenedores se mantienen demasiado ajustados, como cuando un compañero es
extremadamente celoso y quiere saber exactamente dónde está su pareja en todo
momento. Puede haber toques de queda, necesidad de reportarse, e incluso
vigilancia, y estos matrimonios tampoco tienen un buen historial de éxito a
largo plazo.
Así que los contenedores con límites medianos tienden a ser más exitosos que los que tienen límites demasiado flojos o demasiado ajustados, algo así como el cuento infantil de los tres osos. (N. del T.: “Ricitos de oro”)
Con poblaciones más grandes como organizaciones y corporaciones, los límites resultan ser extremadamente importantes. Cuando el personal conoce las reglas del juego está mucho menos estresado, incluso si no todas las reglas son particularmente de su agrado. Por ejemplo, horas de trabajo claras, descripciones de puestos de trabajo, líneas de autoridad, estructura de compensación, directrices y procedimientos generales de trabajo y las consecuencias de un desempeño pobre, todos son extremadamente importantes para el éxito de la organización. Si estos aspectos del trabajo son vagos, poco claros, o están constantemente cambiando, el personal y los directivos también tienden a enervarse y a estar fuertemente estresados. Podríamos decir que el contenedor ya no es digno de confianza, los límites están cambiando y nadie se siente contenido por el supuesto contenedor. Obviamente, si el contenedor se vuelve demasiado rígido sin flexibilidad alguna, no puede adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes en el mercado o en el propio lugar de trabajo, y también puede fallar.
Una gran parte de los contenedores sociales y sus límites es, por supuesto, el papel de la autoridad y la claridad de sus expectativas. Debido a muchas situaciones en las que la gente ha experimentado la autoridad como opresiva o controladora, muchas personas tienen una desconfianza innata de la autoridad. Esta desconfianza a menudo se revela en forma de resistencia sutil, cuando no de manera evidente. Una forma de resistencia es la terquedad, una sutil negativa a adoptar cambios, a usar un nuevo software o a seguir indicaciones. Esta respuesta pasiva-agresiva puede ser la destrucción de una oficina.
A veces hay formas mucho más evidentes de resistencia, como la negativa total a aceptar un nuevo conjunto de reglas, actos sutiles o no tan sutiles de sabotaje, haciendo campañas y organizando protestas y huelgas y similares.
Estas formas de resistencia a la autoridad se producen más a menudo cuando la autoridad no se comunica bien con su personal y cuando inician cambios sin advertencia o discusión, o cuando exhiben un desprecio descarado por el bienestar de los empleados, es decir cuando sus acciones se basan en la codicia, la arrogancia y/o la falta total de respeto.
Curiosamente estas mismas dinámicas pueden tener lugar dentro de la psiquis donde hay diferentes sub-personalidades en juego con diferentes voces y agendas. Podríamos decir que tu cuerpo es el contenedor de tu personalidad, esa que te diferencia de otras personas. Tu cuerpo es también el vehículo para tu ser nuclear o esencial que está más allá de tu personalidad limitada. La personalidad más limitada parece tener subsistemas que tienen sus propias agendas únicas. Una parte de ti puede tener miedo al compromiso mientras que otra sub-personalidad dentro de ti tiene más miedo al abandono. Cómo se van a llevar estos dos personajes y cómo negocian siendo ambos miembros del mismo cuerpo. Freud trató de llegar a esto con sus designaciones del ello más simplificado, el yo y el superyó. Parece haber un crítico interno, varias agendas promovidas por las voces de varios estados de la primera infancia. Está la voz de los dos años de edad, irascible con la autoridad, y la voz de la edad de latencia, jugando al rey de la montaña y viendo si se puede salir con la suya mintiéndole a la autoridad, y así sucesivamente. Todas estas voces internas pueden estar en competencia para dominar al yo que ocupa el contenedor del cuerpo, así como puede haber varias facciones en cualquier organización que compitan por el control de ese cuerpo.
Una cosa es muy clara. No podemos prescindir del sistema de soporte del
contenedor del cuerpo. Es un requisito previo para ser un ser humano vivo. Ese
contenedor debe tener tanto límites físicos como límites psicológicos, la
capacidad de decir no, la capacidad de retransmitir las reglas de compromiso a
otras personas. Estos límites tienen que ser relativamente consistentes para
que tengamos integridad, consistencia y autenticidad. De lo contrario,
realmente no tenemos una identidad.
Una vez más, estas mismas dinámicas se aplican a la nación en general.
La nación tiene sus fronteras físicas, su cultura y sus sistemas de creencias,
su identidad. Estados Unidos es un contenedor no sólo para un conjunto de
ideas, sino para un grupo de personas. Somos americanos y esto significa X, Y y
Z. Ahora, al igual que el cuerpo y la personalidad, la nación tiene sus
sub-personalidades e inconsistencias. Una sub-personalidad dice que somos un
crisol, una nación de inmigrantes, y otra sub-personalidad dice que no, que
somos una nación principalmente de blancos cristianos y que los inmigrantes son
una amenaza. Una voz busca hacer que el contenedor sea más exclusivo, más
estricto, y la otra voz busca hacerla más diverso, más flexible con otras voces
votando también. Los que lo quieren más diverso sienten que los otros quieren
hacer el contenedor demasiado apretado. Están sintiendose como alguien atrapado
por los conservadores. Los conservadores que lo quieren más exclusivo sienten
que los liberales quieren hacerlo demasiado suelto, y por lo tanto se sienten
menos seguros.
Sin embargo, incluso aquí hay contradicciones. Los que quieren apretar
la inmigración también quieren desregulación, aflojando los límites para la
industria y el mundo de los negocios. Los liberales que quieren una identidad
más flexible en torno a la inmigración quieren que las regulaciones permanezcan
en su lugar para proteger el medio ambiente y proteger a los humanos de la
toxicidad y la contaminación. Quieren más protecciones. Así, mientras que cada
lado busca apretar algunas cosas y aflojar otras, ambas partes sienten miedo y
buscan seguridad.
A medida que la nueva administración de la nación se mueve rápidamente
para desregular, esta acción actúa reduciendo el sentido de identidad que
muchos estadounidenses liberales han llegado a esperar y confiar. El resultado
neto es que muchos ciudadanos están mirando alrededor diciendo: "Esta no
es la América que conozco o reconozco y no se siente bien". Por otro lado,
muchos estadounidenses que tenían un sentido definido de lo que se supone que los
estadounidenses son, están empezando a mirar a su alrededor y decir:
"¿Quiénes son todas estas personas y mujeres LGBT con pañuelos de cabeza y
esas personas que hablan español, etc. Esta no es la América que conozco y esos
no son estadounidenses, no me importa si nacieron aquí". Así que lo que
está ocurriendo es un desmantelamiento masivo de lo que la gente piensa que
Estados Unidos es y de cómo se supone que los estadounidenses deberían lucir.
El contenedor está desenmarañándose y la ansiedad asociada con esto está
pasando el nivel del techo.
La pregunta en la mente de muchas personas es, ¿Siguen siendo los
Estados Unidos un contenedor viable? ¿Puede sostener nuestra noción de quiénes
somos? Y si no, entonces, ¿quiénes somos? Como pueden ver, este artículo busca
no tanto responder a preguntas, sino arrojar alguna luz sobre lo que está
sucediendo y por qué es tan desconcertante para muchos. Es la naturaleza de la
vida en el plano físico proporcionar contenedores que alternativamente se
vuelven demasiado flojos o demasiado apretados. Hay un constante flujo y
reflujo, y esto es lo que llamamos historia. Constantemente estamos
sobrepasando nuestros contenedores y formando nuevos. Son los Estados Unidos lo
suficientemente resilientes como para crecer al siguiente nivel o tienen que
reducirse, contraerse y volverse más pequeños y más apretados, arrojando a
muchos de sus miembros con el fin de mantener menos miembros más cómodos. Al
final, se haga lo que se haga, la raza humana se está acelerando a su siguiente
nivel de conciencia mientras hablamos, requiriendo contextos más amplios, más
espacio para lo que nos estamos convirtiendo. Hay quienes están tan asustados
por esta perspectiva que quieren en cambio retroceder encogiéndose. En la
panorámica, esto será una estrategia fallida. No hay marcha atrás, sólo hacia
delante. Prepárate para un mundo mucho más grande con una diversidad mucho
mayor. En el corto plazo, prepárense para la reacción contra esto. La
confrontación violenta no logrará nada, pero se intentará aunque haya fallado
innumerables veces. Al final, la única solución es sostener las manos de esas
personas que tienen miedo y llevarlos hacia adelante para que descubran que, de
hecho, ellos van a estar Okey.
Traducción: Marcela Borean
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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