7 y 21 de agosto son
las fechas señaladas para los grandes movimientos energéticos que te explicamos
en esta nota.
Las tres
lunaciones que se producen en el signo de Leo serán movilizadoras.
La Luna
llena del 7 de agosto será un eclipse de Luna y la Luna nueva del
21 de agosto un eclipse de Sol, que afectarán respectivamente los grados
medios del signo (el eclipse se produce en el grado 15º), o sea a quienes
tengan puntos sensibles a mitad de los signos fijos -nombrados anteriormente- y
quienes tengan puntos sensibles al final del signo, lo sentirán más.
La palabra
"eclipse" proviene del latín "eclipsis", que a su vez viene
del griego "écleipsis", que significa desaparición. Y esto es
precisamente un eclipse: la desaparición transitoria total o parcial de
un astro por interposición de otro cuerpo celeste ante los ojos de un
observador. Un eclipse solar, que ocurre durante la Luna nueva,
literalmente torna el día en noche. Un eclipse lunar, que ocurre en Luna llena,
parece borrar a la luna del cielo. En una Luna nueva los Luminares (Sol y Luna)
están conjuntos, en una Luna llena están opuestos. Los eclipses son lunaciones
especiales que se producen sobre la eclíptica, el “camino” del Sol en su paso
por las diferentes constelaciones, y, todos los años se producen algunos, tanto
de Sol como de Luna.
Por
corresponder el Sol y la Luna a factores conscientes e inconscientes
respectivamente, al opacarse u oscurecerse en un eclipse, en cada caso generan
un conflicto que provoca una movilización; la crisis en cuestión puede
tener que ver con un reordenamiento, una reorganización, asuntos en la
vida que requieran mayor atención y energía.
Un eclipse de Sol puede simbolizar la desaparición momentánea de
nuestro potencial interior, sentimos ausencia de poder personal, de voluntad,
de capacidad para visualizar metas personales. En cambio, un eclipse
lunar nos fuerza a comprobar nuestro pasado (Luna) a la luz de la experiencia
actual, y, puede relacionarse con confusión y momentos particularmente
propicios para esconder, ocultar, fomentar o expandir "sombras" de
manifestación emocional.
Para la
Astrología, el Sol es el dador de vida y energía, su oscurecimiento en el
cielo, aunque sea por una pequeña porción de tiempo como sucede en un eclipse,
es una señal de ausencia de las mismas. Existe una interacción entre eclipses y
desvitalización, por esa razón cuando nos afectan los eclipses de Sol, puede
que nos sintamos más cansados, estresados, fatigados o abatidos.
Durante los
eclipses de Luna nuestras emociones y sentimientos pueden desbordarse hasta un
punto de ser percibidos claramente por los demás, pueden presentarse momentos
de alteración, desorden, desconcierto o confusión, un sentimiento teñido de
nostalgia o pesimismo por cosas de la vida que uno siente que está dejando
atrás y lo que parece ser, en realidad no es.
Es
recomendable durante ese tiempo estar muy en contacto con nuestro ser interno,
practicando actividades que se relacionen con la meditación, reflexión e
introspección, aprovechando la oportunidad para percibir nuestros
condicionamientos y ataduras, los viejos modos de pensar o de sentir que ahora
ya van quedando obsoletos, con el fin de elaborarlos y reorientar nuestro
camino, explorando nuevas posibilidades. En Astrología consideramos que los
eclipses afectan un determinado punto y su opuesto, y, en el caso de estar
afectado dicho eclipse por malos aspectos, también los consideraremos como
puntos sensibilizados por el fenómeno celeste.
En general.
el efecto de un eclipse no se nota solamente en el momento de producirse el
mismo, desde la antigüedad se consideraba que un eclipse tenía vigencia hasta
producirse el siguiente de la misma clase, por lo que probablemente notaremos
sus efectos también cuando un planeta “activador” (generalmente Marte) toque el
punto del eclipse, es por esa razón que en ocasiones, los eclipses parecen no
provocar nada hasta un tiempo después. Están vigentes por largo tiempo.
Como el
planeta Marte en este período no estará muy lejos del astro
rey, debido a su posterior paso por el punto del eclipse, y además, por el
movimiento de retrogradación de Mercurio, el eclipse estará activo en
este tiempo hasta aproximadamente el día 9 de septiembre, cuando Mercurio
reingrese a Virgo alejándose del punto.
Por Patricia Kesselman
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