Del muro de Francisco Muñoz
Lo más importante que sé y lo que me gustaría decir es que los mayores cambios de conciencia no ocurren cuando vas al Tíbet, a las pirámides o a Machu Picchu. Suceden en tu vida cotidiana, en situaciones ordinarias. Suceden minuto a minuto, especialmente en la familia y con tus seres queridos. Las relaciones cotidianas pueden marcar una gran diferencia en una persona. Por lo tanto, si las personas, en lugar de pensar en lo que necesitan hacer para acelerar el desarrollo, pudieran ver la santidad de lo que está inmediatamente frente a ellos, entonces entenderían que la puerta que conduce al Hogar, a Dios y a una vida santa está delante. de ellos en cada
momento. Justo donde estás ahora. Vas a una tienda y hablas con el vendedor. En este mismo momento, si esta acción se hace con un corazón puro, con amor, entonces los transformará a ellos, a ustedes y a todos los que los rodean. Entonces, en lugar de mirar y pensar que se necesita algo especial o excepcional para que ocurra el cambio, simplemente date cuenta de que esa posibilidad está presente en cualquier momento, absolutamente en cualquier momento”.Drunvalo Melquisedek
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