Todos los símbolos se correlacionan con los Arquetipos Mayores y son de origen etérico

Centro de estudios Blavatsky

Todos los símbolos se correlacionan con los Arquetipos Mayores y son de origen etérico. Todos los símbolos son vórtices energizados que contienen un éter vital y un éter ligero. La energía vital y el éter moldean y dan forma a la forma del símbolo, y el éter de luz es responsable de mantener la inteligencia que habla dentro del símbolo.

Mientras el hombre tenga un deseo posesivo de cualquier tipo, sus símbolos estarán coloreados con algo de lo sensible. Cuando sea completamente desinteresado, recibirá los verdaderos símbolos de la superconciencia y, por lo tanto, se volverá uno con la Mente Crística. Los símbolos de la conciencia pura y verdadera pueden recibirse solo cuando uno es

tá en alineación directa con los símbolos maestros de los Arquetipos Mayores. Un símbolo de conciencia perfecta es una idea arquetípica que supera las barreras del tiempo y el espacio; El cielo y la tierra son uno en un símbolo de conciencia perfecta.

Existen pocas personas en el mundo que puedan abrir los símbolos arquetípicos y liberar a los hombres a las capacidades mentales y emocionales de plena energía de sus almas.

Para ser un Maestro real y verdadero, uno debe tener acceso a la corriente constante de sabiduría y conciencia de alegorías parabólicas y los símbolos arquetípicos. De lo contrario, uno es un loro o un imitador y está desprovisto de la Palabra Viva en sus discursos o dichos.

Todos los símbolos son, en realidad, núcleos vivientes inmortales e inmortales. Centrado dentro de cada símbolo hay un código etérico e inteligible. En cada eternidad, los símbolos juegan su papel para dar a conocer a todos los seres conscientes los planos arquetípicos y la intención de Dios.

Independientemente del idioma que se hable, los símbolos cósmicos en esta eternidad permiten a los hombres retener algo de una comunicación interna e inteligible. El significado oculto dentro de los símbolos tiene la clave para el entendimiento interno entre los hombres.

Extracto: El reino arquetípico

Por Ann Ree Colton