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7 de octubre de 2023

¿Y SI FUERA CIERTO?

Francisco Nieto Vidal

Aunque los interesados por el mundo del ocultismo creemos que cada día somos más los que estudiamos estas enseñanzas, la verdad es que somos muy pocos en relación con la cantidad de humanos que habitamos la Tierra. Y eso nos tiene que hacer comprender que si preguntáramos a las personas que nos encontramos a diario que si creen en estas enseñanzas, la respuesta sería que no en la mayoría de los casos. Y si les volviéramos a preguntar que si creen que nosotros tenemos alguna ventaja sobre ellos por el hecho de creer en el renacimiento, en el karma, en la existencia del Purgatorio o del Cielo, en los otros mundos, etc., seguramente que lo negarían. Esa es una posición normal puesto que no todos los humanos tenemos el mismo grado de conciencia y de intelectualidad desarrollada. Dicho de otro modo, es lógico que un niño de 3 o 4 años no admita o le parezca imposible que por una serie de fórmulas se sepan ciertos hechos precisos sobre el universo o sobre el cosmos. Y en esos casos no quedan nada más que dos opciones, o

creer sin tener pruebas que demuestren lo que se afirma, o no creer en nada y pensar que el ser humano procede de la nada, de la casualidad o de una serie de circunstancias; que nacemos cada uno en las circunstancias que nacemos (unos muy buenas y otras muy malas) también por casualidad; y que después de cada vida, tras, la muerte no hay nada y que solo hay una vida.

Por supuesto que de todo este conocimiento se extrae una enseñanza que nos hace evolucionar más rápidamente y mejor si la aplicamos a nuestra vida cotidiana. Si yo sé que existe la Ley de Consecuencia que hace que cada causa tenga su efecto y procuro no hacer ninguna maldad, me estaré librando de mucho sufrimiento como el que reciben las persona normales que les da igual todo. Y si yo sé que siendo una persona altruista y servicial con el prójimo tendré una futura vida cómoda, con ayuda y muy social, pues esa ventaja que llevo respecto a quien no cree. Y si sé que cuidando mi cuerpo físico y alimentándole de una forma sana, y haciendo ejercicio, etc., es muy posible que en la próxima vida tenga un cuerpo sano, pues lo lógico es que lo haga y no fume ni consuma alcohol, tabaco, etc. Y si yo creo en el renacimiento porque pienso que quien ha construido el universo no lo ha hecho para que nazcamos una sola vez con un destino cualquiera casual, lo lógico es que piense que ha una evolución para todo y que debería de actuar correctamente en todos los sentidos porque esa sería la explicación del porqué unos nacen en unas circunstancias buenas mientras y otros lo hacen en otras muy malas.

Así que, a esas personas que no creen cabe preguntarles ¿Y si todo fuera cierto? Esto es como decir a los no creyentes en Dios que aunque ellos no crean Dios existe y seguirá existiendo. Como en todo lo demás, es cosa de evolución, el poco evolucionado como el que casi no ha estudiado, no pueden tener la misma conciencia ni la misma capacidad intelectual que otros muchos más avanzados. En este artículo voy a tratar un tema muy importante en ocultismo, y lo haré porque puede ayudar tanto al estudiante que podría cambiar su destino (en parte el presente y mucho el futuro) Ese tema es el Mundo del Pensamiento y la mente, así que, para los no creyentes, que se pregunten después de leerlo que qué ventaja tendrían ellos si todo fuera cierto.

Parece ser que lo que los teósofos y otros ocultistas llaman el cuerpo mental (en mi opinión es la mente) ocupa casi todo el cuerpo físico en una especie de niebla de forma más o menos ovoide. La observación hecha por un iniciado clarividente de la interpenetración de los diferentes cuerpos, muestra al cuerpo físico en el centro del ovoide; a continuación y sobresaliendo un poco del cuerpo físico tendríamos el cuerpo etérico o vital; después y siendo todavía más sutil en su materia que el cuerpo etérico, tendríamos al cuerpo de deseos con su forma ovoide; y por último, tendríamos al cuerpo mental que es el cuerpo menos desarrollado rodeando principalmente la cabeza. Evidentemente, cuanto más elevado sea el cuerpo más sutil en materia, más vibración y más difícil de interpretar. Respecto al cuerpo mental, su materia vibra incesantemente como el de deseos, pero con la diferencia de que la naturaleza buena o mala del pensamiento pone en actividad la materia del subplano que corresponda; así, los buenos pensamientos se centran en las subdivisiones superiores de la región Concreta y los menos buenos o malos en las inferiores, aunque hay que dice que los buenos también están a la altura superior del cuerpo físico y los malos en la inferior. Con la mente o cuerpo mental ocurre como con el cuerpo de deseos que atrae su materia del Mundo de Deseos según la naturaleza de sus deseos, sentimientos, etc.

Así que, podemos imaginar una mente brillante y grande en los iniciados (algo menos grande en los aspirantes espirituales y discípulos) y lo mismo respecto a los colores del cuerpo de deseos. A lo largo de la vida, según sea nuestro carácter y nuestros ideales, vamos intercambiando materia de nuestros cuerpos superiores atrayendo nueva del mundo correspondiente según vamos evolucionando. Y eso mismo o similar ocurre con la materia que atraemos para formar los nuevos cuerpos antes de renacer. Evidentemente, eso es gracias al átomo simiente que es el que guarda todo el desarrollo espiritual que obtenemos después de cada vida. Si bien los colores del cuerpo de deseos no son fácilmente descriptibles por nuestros sentidos, parece ser que en el cuerpo mental (y posiblemente el de deseos) suelen destacar el violeta, el amarillo, el rosa y el azul, dentro de una gran brillantez. La actividad de la materia mental en este cuerpo variará siempre dependiendo del empeño voluntario que se haga al crear el pensamiento y si su naturaleza en espiritual o no; si es espiritual su vibración será más rápida y elevada.

Si entendemos a la mente como vehículo o medio de expresión para que el Ego pueda manifestarse en el mundo físico por medio del cerebro, entonces podríamos calificar a esa mente como cuerpo mental. O sea, lo que normalmente llamamos “razón” o “intelecto” es el uso de la materia mental atraída del Mundo del Pensamiento para formar ese cuerpo mental relacionado con la memoria, la imaginación, etc. El pensamiento abstracto, al cual no tenemos acceso consciente fácilmente, está relacionado directamente con el Ego o Yo superior en las subdivisiones superiores del Mundo del Pensamiento; y el pensamiento concreto o razón es la materia inferior que utiliza el Ego para enfocarse en el mundo y en cuerpo físico y que nosotros utilizamos para discernir, calcular, comparar, memorizar, etc. Como ya he explicado, el Ego tiene o utiliza una idea, y ésta toma forma en las subdivisiones inferiores, a ese pensamiento-forma se le añade un deseo, sentimiento o emoción, para terminar en alguna clase de acción en el cuerpo físico.

Como la mente es el último vehículo que hemos obtenido, es la menos evolucionada de todos los cuerpos. Antes de tener la conciencia en el Mundo del Pensamiento la tendremos (en un futuro lejano) en el Mundo de Deseos como ahora la tenemos en el mundo y en el cuerpo físico. Y esto es así hasta el punto de que muchas personas creen tener su conciencia en el cerebro y por eso se sienten un yo físico y personal. Es cierto que en el Período actual solo somos auto-conscientes aquí en el mundo físico, un poco en el Mundo de Deseos por las noches (dependiendo del desarrollo) y nada, en mi opinión, en el Mundo del Pensamiento. Sin embargo, eso no es impedimento para que seamos conscientes de cuando hacemos bien o mal y lo mismo respecto a los deseos, sentimientos y pensamientos. Aunque nosotros llamemos subjetivo o irreal al Mundo del Pensamiento, la verdad es que es todo lo contrario, lo real está allí y lo irreal aquí.

La función de la materia del pensamiento es vibrar como respuesta a lo que llega del propio Ego y de la personalidad que es la que más utiliza la mente concreta. El Ego puede lanzar ideas, consejos, advertencias, etc. a través de la mente abstracta, haciendo vibrar su materia para que alcance al cerebro; luego la personalidad puede escuchar o no dependiendo de su desarrollo y cercanía al Ego. Pero la personalidad, entre otras cosas, también hace vibrar la materia mental del Mundo del Pensamiento según lo que le llega por los sentidos o por el cuerpo de deseos. La diferencia entre uno y otro es que el Ego trabaja en el Mundo del Pensamiento siempre para la mente y puede pensar de forma positiva o negativa que es lo que normalmente hace.

Pero esto tiene que hacer meditar al aspirante espiritual porque el Mundo del Pensamiento, cuya materia utilizamos para pensar, es el más elevado de los mundos donde evolucionamos ahora, y todo el mal que sembremos con el pensamiento en él, puede afectar a gran parte de la humanidad. El Mundo del Pensamiento es algo parecido a nuestra cuna porque de ahí nos dieron el germen de la mente que nos hizo humanos; y de ahí también surgen los arquetipos de todo lo existente en la Tierra. Como nosotros todavía no estamos preparados para tener una comunicación directa con el Ego porque no todo lo que él desea nos llega, nuestra obligación es de pensar y actuar de manera que nuestra personalidad vaya acercándose a él un poco más en cada vida. El entendimiento con el Ego está relacionado con el desarrollo de la mente y con el Espíritu, así, los cerebros que son muy receptivos y los muy activos son, generalmente, los que responden más a lo que llamamos genio, intuición, profecía, etc.

Aunque parezca increíble a los no familiarizados con el ocultismo, diré que todo lo existente en la Tierra ha sido originado en el Mundo del Pensamiento. Lo mismo que el “inventor” se le ocurre una idea y luego la desarrolla con la mente para darle forma en su cabeza, para terminar creando (lo que sea) físicamente, así las Jerarquías Creadoras forman los arquetipos de materia mental de todo lo que hay en la naturaleza (incluyendo los cuerpos) para que otras entidades los cristalicen físicamente. Dios mismo hace lo mismo para crear este esquema de mundos y planetas, pero Él trabaja con la materia del esquema superior que parte del Ser Supremo. Al igual que nuestra personalidad contiene materia del Mundo del Pensamiento, del de Deseos, vital y físico, así todas las ideas o arquetipos de las subdivisiones superiores del Mundo del Pensamiento, toman forma en las inferiores y se concretan con materia de deseos y física.

Cuando en la muerte abandonamos el mundo físico y llegamos al Mundo del Pensamiento después de pasar por el Purgatorio y el Cielo, aunque hemos olvidado las experiencias de la vida pasada, seguimos identificándonos con la mente y el pensamiento del yo personal, pero cuando pasamos a las subdivisiones superiores donde se encuentra el Ego con su cuerpo Causal, el común de la humanidad queda inconsciente de sí mismo olvidando completamente todo (los iniciados se identifican con el Ego) Quiero decir que las subdivisiones de la región Concreta del Mundo del Pensamiento se pueden considerar “personales” puesto que utilizamos esa materia para formar nuestra mente en cada renacimiento. Lo mismo que en nuestro cuerpo de deseos hay bajos deseos, malos sentimientos, etc. relacionados con las subdivisiones inferiores del Mundo de Deseos, así en nuestra mente (íntimamente ligada al cuerpo de deseos) hay orgullo, error en el razonar, prejuicios, complejos, etc.; sin embargo, nada de esto ocurre en las subdivisiones superiores del Mundo del Pensamiento, el mundo del Ego.

En el mundo del Ego domina su vida y en las subdivisiones inferiores domina la “materia” aunque sea mental, pero es la materia mental la que sirve para dar forma a la vida superior. Y algo similar debe ocurrir respecto a la vida de la región Abstracta respecto al descenso del Triple Espíritu desde los Mundos superiores porque, en realidad, los planos superiores dan origen y mantienen a los de abajo. Y por eso las subdivisiones inferiores de un mundo son menos activas y más personales y materiales que los de arriba. El Ego está velado por la mente concreta, por el cuerpo de deseos, por el cuerpo etérico y por la materia del cuerpo físico; y por eso se dice que aquí abajo se convierte en personalidad. Y lo mismo ocurre con el Espíritu Virginal que en cuanto comienza a manifestarse en los mundos inferiores al suyo, comienza a velarse su conciencia divina hasta perderla para ir adquiriendo después y progresivamente la suya propia.

Es de suponer que el Mundo del Pensamiento sea parecido al de Deseos en algunas cosas como que allí no hace frío ni calor, que no hay día y noche, que se hable o se viaje con el pensamiento, etc., pero, si bien el Mundo de Deseos es el mundo del color, el del Pensamiento es el del sonido y de una luz que supera la belleza de los colores del Mundo de Deseos. Si la materia de deseos vibra muy aceleradamente en comparación con la física, la del Pensamiento vibra mucho más con cada pensamiento, sobre todo en la región Abstracta, puesto que en la Concreta toman forma las ideas y arquetipos. Decía Max Heindel que en el futuro Período de Júpiter no podremos mentir porque seremos capaces de ver la mentira, pues eso mismo pienso yo al hablar sobre esto en el Mundo del Pensamiento, y respecto a las entidades o iniciados que trabajan conscientemente allí. Allí se supone que no hay idioma y que serán formas mentales más o menos geométricas o inimaginables que vendrían a ser como nuestras palabras, con la diferencia de que allí se reconocerán las falsedades. Y lo mismo ocurrirá (en mi opinión) con la manera de contactar unas entidades con otras, simplemente se necesitará poner la atención en el otro. Evidentemente, todo variará de acuerdo a la evolución de cada uno.

¿Qué es la mente? Veamos, nosotros tenemos mente gracias a un átomo simiente que nos dieron las Jerarquías y que gracias a éste, en cada renacimiento atraemos cierta cantidad de materia del Mundo del Pensamiento (materia de la clase que corresponda según el karma y el destino que tengamos) para que el Ego pueda expresarse en la personalidad a través del cerebro y del sistema nervioso y, por supuesto, a través de la razón. La mente está formada de materia mental como el cuerpo físico está formado de materia física y el cuerpo de deseos de materia de deseos o emocional. Hay quien lo interpreta como un cuerpo pero cuerpos en realidad hay solo tres personales que son: el cuerpo físico, el vital o etérico y el de deseos.

La mente es el foco a través del cual el Espíritu, y más directamente el Ego, se expresa en la personalidad y en el mundo físico. Los pensamientos son vibraciones que el Ego crea en la región Abstracta del Mundo del Pensamiento y que al descender a la región Concreta toman una forma según la clase de pensamiento que sea. Y ese pensamiento, generalmente, genera actividad en la materia de deseos de ese cuerpo y éste expresa un deseo, una emoción, un sentimiento, etc. que acompañará al pensamiento. Y si ese pensamiento se repite, todo se va creando con más rapidez y más efectividad hasta formarse un hábito. Todo esto puede suceder así porque el Mundo del Pensamiento, con sus cuatro subdivisiones inferiores, es capaz de responder a cualquier pensamiento, sea de la naturaleza que sea; lo mismo ocurre con las siete subdivisiones del Mundo de Deseos de donde se forma el cuerpo de deseos.

El Ego se encuentra en la región Abstracta del Mundo del Pensamiento y se dice que utiliza un cuerpo (el cuerpo causal) que es donde se guardan las virtudes fruto de las experiencias de cada renacimiento, y los átomos simiente que utiliza el Ego para formar sus cuerpos en cada vida. La mente es utilizada por el Ego para enfocarse en el mundo físico a través del cerebro, para adquirir conocimiento, para ser consciente de las percepciones y así formar conceptos, etc., la reconocemos también en sus conceptos de discernimiento, atención, memoria, imaginación etc. Cuando nosotros, como personalidad, pensamos voluntaria y conscientemente en cosas relacionadas con la personalidad, quehaceres diarios, etc., las vibraciones se convierten en pensamientos-forma y cumplen su misión; si los pensamientos son de naturaleza elevada y espiritual se elevan hasta la región donde se encuentra el Ego, ampliando así la comunicación entre ambos.

El mundo del Ego es el mundo de la realidad, de la esencia y de las ideas abstractas que en el mundo de la mente se convierten en cosas concretas de materia mental que se manifiestan o expresan en el mundo físico. La personalidad debe evolucionar de los mundos inferiores al Mundo del Pensamiento donde evoluciona el Ego a través de los ejercicios esotéricos y los dados individualmente por los Maestros. Los pensamientos buenos y elevados de la personalidad, además de tomar forma mental, se incorporan al cuerpo causal para ir formando virtudes, ideas elevadas o abstractas y conceptos nuevos. Los pensamientos de los pocos desarrollados (de baja vibración) no pueden incorporarse al cuerpo causal pero son un impedimento para el desarrollo y expresión de las virtudes del Ego. En general, cuando se tiene un defecto, suele faltar la correspondiente virtud relacionada con él, es decir, el Ego no ha desarrollado todavía la virtud y por eso nosotros debemos analizarnos en todos los sentidos para ver qué defectos tenemos y qué virtudes debemos desarrollar. Es difícil adquirir un vicio determinado si ya hemos desarrollado la virtud relaciona con él y que ya es parte de la naturaleza del Ego; aun así se puede dar el caso.

Los vicios los crea la personalidad y no pueden manchar al Ego ni a su cuerpo causal, pero si se convierten en hábitos severos, pueden ser un verdadero obstáculo a vencer salvo que el Ego cree o haya creado la virtud correspondiente para combatirlos. La falta de una virtud es como un vacío en el desarrollo del Ego, por lo tanto, el aspirante espiritual debería esforzarse por pensar en el sentido que corresponda para desarrollarlo. El hecho de pensar altruistamente y de intentar amar y servir al prójimo, afecta al crecimiento del cuerpo causal y a las virtudes del Ego; el hecho de pensar, sentir, desear y actuar desde la posición del Ego, es alcanzar el Mundo del Espíritu de Vida, el Mundo del Amor Crístico. Los pensamientos malos solo pueden existir en los mundos personales o inferiores porque sus vibraciones no alcanzan a los superiores; es decir, esos pensamientos afectan a la mente y a los cuerpos relacionados con el Mundo de Deseos y el físico, pero también tienen relación con los átomos simiente formadores de los próximos cuerpos relacionados con el karma de la persona.

El Ego, el observador y pensador, el recopilador del fruto de las experiencias de cada vida, crea pensamientos según lo que le llega a través de los sentidos, del cerebro y de la mente. Pero el lugar donde se encuentra el Ego no tiene formas puesto que las formas están donde se encuentra la mente (región Concreta inferior) El mundo del Ego es abstracto y respecto al tema que estamos tratando es el mundo de las ideas y de los arquetipos vibrantes y sin forma de donde se materializan luego en formas físicas. Por eso, cuando el Ego desea responder a lo que le llega, por ejemplo por el sentido de la vista, emite una vibración que desciende y toma una forma mental y, como he dicho, dependiendo de la naturaleza de la respuesta, se puede despertar un deseo, sentimiento o emoción que, todo junto, es muy posible que impulse al cuerpo físico a la acción. Nosotros tenemos la conciencia en el mundo físico, por las noches la tenemos en el Mundo de Deseos, y muy pocos en la región inferior del Mundo del Pensamiento donde se crean los pensamientos formas. El cuerpo más desarrollado es el físico, después le sigue el de deseos, y por último la mente; por tanto, la humanidad en común no tiene acceso al Mundo Mental Abstracto del Ego porque si fuera así, tendríamos la conciencia del Ego en nosotros.

Los pensamientos que nosotros emitimos pueden quedarse con nosotros, pueden ser enviados a personas voluntariamente para bien o para mal, y pueden ser creados, mayormente, sin intención y se van quedando por allá por donde nos encontremos. Los que se quedan con nosotros porque son creados sin motivos importantes, no tienen ningún papel especial salvo que si se repiten mucho pueden crear un hábito o pueden influir en las mentes de las personas cercanas que los atraigan porque en ellos hay algo similar. Los pensamientos más importantes y que más deberíamos observar si es la mente quien los piensa por sí misma, (se supone que los otros los pensamientos voluntariamente y, por tanto, deberían ser buenos) son los que van dirigidos a alguien o respecto a algo porque nos pueden hacer mucho bien o mucho mal.

Y junto a lo que acabo de decir es también importante saber que un pensamiento puede llegar o no a otra persona a quien va dirigido según la intención, fuerza y empleo en que produzca resultados. El pensamiento claro, preciso y fuerte cumplirá la misión encomendada, el pensamiento débil y sin intención no llegará lejos ni afectará a la mente a quien vaya dirigida. Es más, un pensamiento intencionado que puede beneficiar a muchas personas que se encuentre en su camino, no afectará tampoco a quienes tienen poco poder sobre su mente y la dejan entretenerse y vagar a su antojo. Solo en caso de problemas, de preocupaciones, de malas noticias, etc. cogemos a la mente, la concentramos y la enfocamos en el hecho para encontrar ayuda o una solución.

Dicho así quizás parezca que no tiene importancia pero veámoslo a través de unos ejemplos. Si yo quiero enviar pensamientos de amor y consuelo a una persona que lo necesita tendré que hacerlo desde el corazón y con la mayor fuerza y buena voluntad posible porque, si no es así, no llegarán. Pero si eso lo repito a menudo cuando voy en el autobús, cuando estoy sentado en cualquier sitio observando a ciertas personas, etc., estaré creando un hábito o fortaleciendo una tendencia. Como, por otro lado, los pensamientos enviados traen el recuerdo de su viaje a su creador, en esos casos, el pensamiento atraerá otros similares buenos que repercutirán en un cuerpo mental aumentando así esa tendencia. Ahora bien, si yo fuera una persona obsesionada con el sexo opuesto que, además de crear pensamientos de esa naturaleza, me imagino una serie de escenas que terminan siendo pensamientos-forma, estaría abandonando totalmente mi sendero espiritual porque esos pensamientos estimularían mis deseos y pasiones sexuales e incluso podría pasar a la acción (cometer abusos o una violación) cometiendo algún delito del que luego me arrepentiría. ¿Qué es lo más importante practicar en esos casos? Pues como siempre digo, la autoobservación de la mente y del cuerpo de deseos. Es decir, observar qué piensa la mente o nosotros voluntariamente y qué deseos y pasiones despierta en el cuerpo de deseos.

El drogadicto, el alcohólico, el obseso sexual, etc., se hacen ellos mismos porque se dejan dominar (no utilizan la mente para razonar) por el deseo de volver a probar algo que les produjo placer cuando lo probaron por primera vez. Y cuando se dejan dominar quiere decir que el deseo se hace fuerte, y la mente débil se une a esos deseos. Y entonces la mente colabora automáticamente o la persona por voluntad propia piensa en lo que están centrados los deseos. Y a eso se une la imaginación (también creadora de formas de pensamientos) creando así una entidad mental que llega a dominar a la persona hasta que algún día pase algo serio o la persona se ponga a discernir desde la posición del Ego y vea que lo que está haciendo es una locura y un crimen contra su propio Espíritu. El Espíritu está representado en nosotros por la voluntad y por conciencia; gracias a la conciencia nos podemos dar cuenta del mal que estamos haciendo y gracias a la voluntad podemos cambiar de actitud y de tendencia para no caer más en ello.

Una mente ociosa es un peligro para el Ego porque es la más vulnerable ante las tentaciones, pruebas y deseos más bajos basados en el placer y en el egoísmo personal. De aquí que el aspirante espiritual deba tener ocupada su mente en hechos y cosas del Espíritu y de su entrenamiento; eso hace a la mente y a la voluntad más fuerte para centrarse en los ideales elevados. Dicho de otra manera, es necesario tener atada a la mente y concentrada en cosas del Espíritu o, si no, simplemente en lo que llega por los sentidos, observando y sin permitir que la mente intervenga. Cuando yo comencé a hacer ejercicios de concentración para atar a la mente, observaba a mis pies cómo andaban; a mi mano cómo escribía; a un reloj con manecilla de los segundos siguiéndola sin permitir que la mente pensara; a observar a la mente cuando pensaba algo que me interesaba experimentar, no permitiéndola intervenir para ver cómo desaparecía el pensamiento, etc. Es más, si ponemos intención y buena voluntad, veremos cómo los pensamientos van acompañados de buenos sentimientos o emociones. Pues no es lo mismo escribir ese artículo sin ganas ni interés alguno, que hacerlo con el más elevado deseo de ayudar a quien lo lea y con la mejor voluntad de ayudar a la humanidad. Cuando se escribe, la escritura va impregnada de los pensamientos del autor y muchas personas que lo leen lo perciben. Todo debería ser hecho con el pensamiento de hacer el bien a alguien.

Generalmente, los pensamientos se revisten de la materia de la región Concreta de su Mundo del Pensamiento pero no siempre es así o siguen esa línea de actuación dependiendo de la naturaleza del pensamiento. En la actualidad y respecto a la humanidad en común, hay varios grados de evolución activos, estos son: los pocos desarrollados; (son los menos) los que tienen una evolución normal en el Período actual que nos encontramos; los aspirantes espirituales, probacionistas y discípulos; y los iniciados de varios grados. El pensamiento del poco desarrollado que está dominado por los hábitos y las pasiones del cuerpo de deseos se revisten de materia mental como todos, pero también lo hace fuertemente de materia de deseos teniendo muy poca influencia espiritual sobre ellos mismos y sobre los demás; son pensamientos egoístas, personales y materialistas. Los segundos ya he dicho más o menos lo que ocurre con ellos. Los de los aspirantes espirituales se revisten de la materia superior de la región Concreta del Mundo del Pensamiento y tienden a influenciar al prójimo positivamente y a estimular a sus creadores para que sigan haciendo lo mismo. Los pensamientos de los iniciados van siempre dirigidos a hacer el bien y suelen revestirse incluso de materia de la región superior de la región Abstracta de su Mundo. Es más, pienso que los Hermanos Mayores de la humanidad revisten sus pensamientos con la materia del Mundo del Espíritu de Vida que es el mundo Universal, de Amor y Sabiduría. Obviamente, los pensamientos de los menos desarrollados no alcanzan grandes distancias y, como consecuencia, reciben poco beneficio de los viajes que hacen. Los de la humanidad en común se alejan más o menos dependiendo del empeño, fuerza, intención y de si van o no dirigidos a alguien o a algo concreto. Los pensamientos del aspirante espiritual se alejan más y traen muchas experiencias de vuelta si han sido dirigidos al mundo en forma de ayuda, de amor, de compasión, etc., porque ellos atraen otras formas de pensamientos similares. Cuando son de trabajos espirituales personales para el propio desenvolvimiento, no viajan tanto pero ascienden a niveles superiores y estimulan a la mente positivamente a través del Ego que es el observador y el pensador. Los pensamientos de los iniciados afectan a todo el planeta y a toda la humanidad porque ellos viven en la vibración Crística.

Debemos de familiarizarnos con la idea de que los pensamientos son vibraciones que, como el sonido de un diapasón, puede hacer vibrar a otro de su misma naturaleza sin tocarlo. Es decir, la vibración del pensamiento de amor hacia el prójimo (al que se une un sentimientos de igual naturaleza) viaja por el mundo del Pensamiento haciendo vibrar todo lo que esté en sintonía con él (todas las mentes que piensan de forma similar) Pero el pensamiento, también de forma similar a las formas que se forman en el cristal cuando se pasa un arco de violín sobre su borde habiendo arena muy fina sobre él, crea formas con la materia mental y esas formas pueden ayudar o perjudicar según de lo que sean Los practicantes del espiritismo o de ritos satánicos, entre otros, crean formas en la región inferior del Mundo del Pensamiento y esas formas se ven fortalecidas por deseos y sentimientos de igual naturaleza de las subdivisiones inferiores del Mundo de Deseos. La suerte es que poca gente se ve afectada porque no creen o son indiferentes y porque los Hermanos Mayores y otras entidades cuidan y limpian esas regiones. El vudú y otras clases de espiritismo o brujería trabajan con formas de pensamiento de la peor naturaleza haciendo mal a otros porque, cuando son repetidos, forman una “entidad” también llamada elemental que utiliza el pensamiento como vehículo.

Las formas de pensamiento siempre actúan en el Mundo del Pensamiento. Los cristianos muy devotos tienen formas muy poderosas que, en mi opinión, a veces hacen milagros a través de la fe. Si estas formas alcanzan al aura mental de otra persona devota no cristiana no le afectará igual que a un cristiano pero sí le estimularía en el mejor sentido respecto a sus creencias. Quiero decir que los pensamientos estimulan allá donde se ven atraídos por una vibración similar, sea poco o sea mucho, pero siempre para bien si su naturaleza es espiritual. Y como es lógico, si una persona piensa muy negativamente sobre otra creando una entidad gracias a los malos deseos y sentimientos, afectará a la persona en concreto intentando estimular en su cuerpo mental la naturaleza de los pensamientos que ha enviado o creado sobre ella. Claro que esos pensamientos dañinos solo afectarán si en su cuerpo mental hay vibraciones de esa naturaleza, si no es así, se pueden quedar alrededor de esa persona un tiempo hasta que, al final, se desintegran. Así que es mucho más fácil hacer el bien que el mal a través del pensamiento porque cuando son buenos y hay fuerza e intención, alcanzan al destinatario. En estos casos, incluso si no hubiera vibraciones similares, el pensamiento los despertará y, si no, esperará a poder hacerlo cuando la mente de la persona esté tranquila.

Solo las personas que tienen varias iniciaciones están capacitadas para analizar lo que ocurre con las formas de pensamiento en ese mundo. Pero otros podemos suponer, deducir, intuir, captar, etc. ciertos hechos. ¿Qué creemos que puede ocurrir con los pensamientos de una persona ludópata? Pues que sus propios y multitudinarios pensamientos sobre el juego le presionarán para que siga apostando. Esos pensamientos, a veces llamados “elementales” porque se convierten en una entidad gracias a la repetición y a la influencia negativa del cuerpo de deseos y de otras personas, le sugestionan y le tientan, pensando la persona misma que no es ella cuando sí lo es. Estos pensamientos son los que, generalmente, llevan siempre consigo esas personas dominadas u obsesionadas por algún vicio o mal hábito. Y lo peor de todo es que van sembrando eso mismo allá por donde se muevan, siendo sus pensamientos la gota que colma el vaso en personas de similar naturaleza para que hagan algo similar. Aunque estos malos pensamientos suelen influenciar directamente a similares, ocurre que en personas de poco control mental y poca actividad voluntaria, se pueden ver afectadas pero por su descuido o indiferencia mental. Es más, en estos casos la persona se puede ver inducida al juego, o bien recrea pensamientos de esa naturaleza y los deja en el mundo.

¿Creemos que somos dueños de nuestra mente y que solo pensamos lo que queremos? Para nada, solo cuando somos conscientes de lo que pensamos y cuando lo hacemos voluntariamente podemos decir que sí lo somos. La mayoría de los que creemos que son nuestros pensamientos no lo son porque son de otros que se encuentran en este Mundo del Pensamiento y que les atraemos según la naturaleza de la personalidad; o lo que es lo mismo, de lo que solemos pensar, desear, sentir, etc. Esa es la gran diferencia y el gran beneficio de este conocimiento respecto del aspirante espiritual y la persona vulgar. Los pensamientos que nos influyen no suelen ser muy peligrosos, y si somos aspirantes espirituales no tenemos por qué tenerles miedo, pero sí es cierto que la naturaleza de los pensamientos revolotean por la atmósfera de la Tierra son más malos que buenos; y en esto, los que no creen en estos conocimientos llevan las de perder.

Hay un hecho importante que nos suele ocurrir a diario y que es conveniente analizar, y es que muchas veces nos enfadamos o nos sentimos ofendidos por cualquier cosa que nos digan que afecte a nuestra personalidad orgullosa. Supongamos que alguien nos dice algo que nos indigna, en esos casos tenemos dos opciones, cerrar los oídos o responder. Si la persona que nos ofende no tiene razón será peor dependiendo del autocontrol que tengamos, pero como en la mayoría de los casos la respuesta es instintiva, automática o por hábito y sin razonar, seguramente que responderíamos de malas maneras y podría haber enfrentamiento. Pero, si lo analizamos desde un punto de vista más razonable, tendríamos otras dos opciones que serían no hacer caso o dar importancia, o bien razonarlos y después de ver quién hace mal, reconocer la culpa o pedir que se disculpe a la otra persona. Eso es lo más lógico entre las personas razonables y cultas pero ¿Qué debe hacer el aspirante espiritual? Pues es muy sencillo, si permitimos que nuestra mente piense por sí misma o nosotros voluntariamente pensamos mal sobre la otra persona casi seguro que nos enfademos o entremos en una discusión. Y digo eso porque, como he dicho, normalmente, a cada pensamiento se le une un sentimiento o deseo y eso hace de impulsores en estos casos. El pensamiento estimula y atrae un deseo o sentimiento del cuerpo de deseos y eso impulsa a la acción, pero, por otra parte, si no se controla la mente y los pensamientos, eso mismo seguirá estimulando a la persona para que siga actuando en esa línea. Es deseable en los aspirantes espirituales que tengan control sobre su mente porque siendo así, no entrarán en el juego de la respuesta y evitarán que el cuerpo de deseos intervenga y que haya enfrentamiento. Cuando ocurren estas cosas y se agravan, luego suelen haber arrepentimiento, entonces y para que eso no ocurra, lo mejor es la indiferencia y el discernimiento positivo para que todo acabe en paz y no se tena que culpar a nadie aunque la culpa sea nuestra.

Pero peor es todavía cuando ya tenemos en nosotros la semilla de algunos defectos importantes como la ira o la impulsividad descontrolada que llega al insulto o a la agresión. Si nosotros somos de esos, no tengamos la menor duda de que tenemos un grave problema que superar si queremos desarrollar el Espíritu. Esas semillas son perjudiciales para el aspirante y muy resistentes a la hora de combatirlas, y sin embargo, no vemos que hemos creado un enemigo y que lo tenemos dentro. Por eso, el aspirante espiritual, además de quitarse los vicios más comunes (alcohol, tabaco, crítica, etc.) debe comenzar por autoanalizarse como persona para ver cuáles son sus defectos y sus virtudes. A partir de ahí, hay que tener autoobservación, retrospección, meditación en cada instante, y concentración de la mente en todo lo que beneficie al Espíritu. Los pensamientos incontrolados (no pensados conscientemente) pueden estimular negativamente a los deseos y sentimientos más bajos del cuerpo de deseos y ésos pueden impulsar a la acción física o a la palabra hacia algo malo. El enemigo no son las otras personas que nos pueden tentar o poner a prueba, el enemigo somos nosotros mismos. Y eso no se quedar solo en que afecta a nuestro cuerpo mental y al deseo mostrándose en nuestra aura, lo peor es que vamos sembrando esas vibraciones por la atmósfera mental afectando a otros que pueden terminar haciendo también mal. Es cierto que todos tenemos semillas o defectos que no suelen mostrarse pero, si conseguimos que sigan latentes, tarde o temprano se atrofiarán; y en eso debemos estar vigilantes, tanto para no exteriorizarlos como para que los pensamientos de otros nos penetren y los despierten. Por estos motivos hay que estar siempre expectantes sobre lo que ocurre en nuestro interior; de ahí también que se diga la famosa frase de: ¡Hombre, conócete a ti mismo…!.

¿Nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos ante la sociedad a causa de nuestros pensamientos negativos o malvados? Nosotros estamos creando karma constantemente, y ese karma puede traernos muy buenos resultados en el futuro o tan malos que nuestro destino sea insoportable. Nosotros podemos probar la droga y luego dejarnos dominar por el deseo de consumir más (no razonar ni impedirlo con la voluntad) o ser una persona que mira por su salud física y mental y ser una persona adorable, servicial y cariñosa con los demás. Todo dependerá de lo que pensemos y de las decisiones que tomemos, si son a la ligera o en caliente pueden ser malos, si son reflexionadas en la paz y a través de la buena voluntad, todo será bueno para nosotros. En nosotros está el poder, no podemos culpar a nadie de lo que hacemos ni de lo que pensamos. Es deber nuestro trabajar y desarrollar nuestras virtudes pero también fijarnos en las virtudes de los demás porque, si no es así, les estaremos enviando vibraciones mentales que les perjudicarán. Creo que no es necesario mencionar los efectos de las críticas, los juicios personales, la suspicacia, las calumnias e incluso las mentiras que hacen víctimas de nuestra maldad a otros aunque algunos hechos fueran ciertos.

Esto es importante y hay que tenerlo presente aun cuando queramos hacer un bien a los demás. Imaginemos que conocemos a una persona que, aun siendo buena, está cayendo en el alcohol. Podemos enviarle pensamientos sobre la salud, sobre un ideal que esa persona pueda desarrollar para superar el alcohol u otras cosas; pero lo que nunca debemos hacer es pensar en su defecto de beber alcohol ni en ningún otro porque se unirían a los suyos y le perjudicarían más. El deber es siempre de enviar pensamientos positivos y contrarios al defecto, sean de ánimo, de paz, de superación, de consuelo, etc.; nunca críticas y siempre señalando las virtudes.

Hay quien dice que todo esto es imposible, que es muy difícil controlar la mente, y más ser conscientes de lo que pensamos encada momento. Si digo que es fácil mentiría, pero también es cierto que cuanto más se intenta más se consigue. Hay que reconocer que tenemos defectos de otras vidas y que otros están tan arraigados en nosotros que cuesta vencerlos y erradicarlos. Pero, en estos casos, la enseñanza explica que esos defectos tan arraigados es porque desde un principio se les permitió hacerse fuerte (no se les combatió) Si cuando conocemos o experimentamos algo nuevo (por ejemplo maldecir a Dios como algunos tan alegremente lo hacen) no escuchamos a nuestra conciencia (el Ego a través de la mente) lo diremos sabiendo que no está bien. Y si lo repetimos más veces es posible que ni la conciencia nos diga nada porque vea que ya no le damos importancia. Entonces queda en nosotros como hábito y cuando queramos vencerlo y eliminarlo nos costará mucho. Y todo comenzó por una vibración de la mente en la materia del pensamiento que luego se le unió algún mal deseo o sentimiento. No lo venceremos en pocos días ni quizás en meses, pero quien persiste una y otra vez, siempre vence. El mal hábito puede ser muy fuerte pero con cada victoria sobre él va disminuyendo su fuerza hasta que no nos acordemos de él. Recordad que es más difícil curar a un enfermo a distancia de una enfermedad física que curarle de algo creado con el pensamiento tal y como estamos viendo en este artículo.

Y volviendo al título, para algunos todo esto puede ser mentira o inventado. Si fuera inventado también haría mucho bien a todo aquel que lo crea, pero en ese caso y como en general en el ocultismo, todo es así, y si lo aplicamos a nuestra vida daremos pasos agigantados en nuestro desarrollo espiritual. Cada uno puede elegir y creer en lo que quiera, pero siempre será mejor creer en lo bueno y en lo que pueda hacer bien y no mal.

Francisco Nieto

 

 

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