Maruvu Maharshi
Se deben distinguir tres grupos de medicamentos: los dadores de vida, los conservadores y los restauradores. Dejemos a Nuestros adversarios el cuarto grupo –los destructores. Pongamos nuestra atención en los dadores de vida, porque ellos actúan ante todo sobre el sistema nervioso. Los centros nerviosos y las secreciones de las glándulas indican el futuro desarrollo de la medicina. A través de estos ámbitos, la humanidad descubrirá la energía más pura, que para simplificar seguimos llamando espíritu. El descubrimiento de las emanaciones de esta energía será el paso siguiente en el desarrollo de la cultura.
Algunas enfermedades nerviosas se pueden curar con un cambio
de residencia. Se podría considerar a esta idea como un capricho, pero hay explicaciones
para ello. El aire que nos rodea está tan mineralizado y magnético como lo está
el agua. Utilizamos aguas de diferentes composiciones. ¿Por qué entonces no
debería el aire ser utilizado similarmente por su efecto sobre los diferentes
centros?
Se habla mucho del prana; pero el prana puro es inaccesible en
la Tierra, excepto en las alturas, donde pocos se atreven a permanecer. En los
niveles inferiores el prana se mineraliza y queda sujeto a la influencia de
ondas magnéticas discordantes. Ciertamente, un cambio de residencia puede llevarnos
a combinaciones de prana más beneficiosas que pueden tener un
efecto sanador sobre la condición de nuestro sistema nervioso.
Desafortunadamente, hasta ahora el aire de los hogares suele
considerarse simplemente como puro o impuro. De hecho, todo cambio de aire
tiene importancia porque afecta a diferentes grupos de nervios.
Nuestro Hermano que era zapatero cambiaba de vez en cuando su
oficio por el de jardinero. Esto es sabio, porque la germinación de la semilla
irradia una energía psíquica de una tensión particular. Deberíamos recordar
esto.
Después del pralaya de la noche, el sol de la mañana actúa con
especial vitalidad al invocar la energía psíquica. Similarmente, el despertar
de la vida de la semilla, como el amanecer, emite sus emanaciones de oración. Observemos
cuidadosamente todas las influencias benéficas. (Agni Yoga).
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