El símbolo sabiano del Sol en este plenilunio corresponde al grado 28 de Virgo, que dicta así: «un hombre calvo que ha tomado el poder». Y el símbolo sabiano de la Luna, grado 28 de Piscis: «un jardin fértil bajo la luna llena revela una variedad de vegetales completamente desarrollados».
La polaridad Piscis–Virgo se conoce como el Eje de existencia.
Cuando las necesidades existenciales están cubiertas y el cumplimiento de
nuestras obligaciones diarias deja de ser nuestra única pauta, entonces abrimos
nuestra conciencia a nuevas dimensiones.
Los símbolos sabianos de las luminarias nos recuerdan que,
durante este ciclo de plenilunio, podemos experimentar y aprender que en el
mundo no hay ninguna seguridad absoluta (algo que Virgo siempre busca) y que la
seguridad se encuentra en la inseguridad. La confianza en que todos nosotros
disponemos de los recursos necesarios a cada momento.
Veamos ahora el gráfico de esta Luna llena:
Observando el dibujo, vemos a la Luna, Urano, Plutón y al Nodo Norte en signos de Tierra versus al Sol, Júpiter, Mercurio y Neptuno en el signo de Piscis, un signo de Agua relacionado con la inclinación mística y la experiencia de dualidad.
La inclinación mística del Sol y el resto de planetas en
Piscis hace que se busque lo más elevado en todas las cosas, deseando borrar la
realidad y también reinterpretar la vida.
Pero debemos tener precaución: la Luna en el signo de Virgo,
Plutón en Capricornio y Urano (así como el Nodo norte) en Tauro advierten que,
de exagerar esa actitud, podemos caer en una mentira vital y en la
incoherencia.
Pero tenemos a Plutón ayudado en esa transformación para
eliminar lo antiguo y superar lo viejo para que lo nuevo despierte a la vida
desde el eje Piscis/Virgo.
En esta lunación se activan las experiencias de dualidad que pueden ocasionar crisis internas: la confrontación entre el alma y la personalidad. En esencia, se trata de superar el abismo existente entre el pequeño 'yo' y nuestra verdadera esencia.
Esta Luna Llena es la última antes del Equinoccio de marzo
(primavera en el Hemisferio Norte y otoño en el Hemisferio Sur) que tendrá
lugar el domingo día 20.
En un equinoccio el día y la noche duran lo mismo, momento en
el que la naturaleza se resintoniza y puede producir una mayor armonía para
nuestro desarrollo a través de ese nuevo reequilibrio.
La finalidad es restaurar la voluntad de vivir y la voluntad para hacer el bien, y esto sucede e en el Punto Vernal 0º de Aries.
Esta semana, decidamos YA dejar lo viejo atrás y optemos por dirigirnos hacia el Bien.
Escuela Huber
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