Nuestra Tierra tiene un centro de fuerza, un
triángulo Maestro compuesto por los tres centros o vórtices de energía más
importantes del planeta: Shamballa, la Jerarquía Espiritual y la Humanidad.
Así como el ser humano tiene sus centros
de energía, sus chakras, el Señor del Mundo, Aquel en Quien vivimos, nos
movemos y tenemos nuestro ser, tiene sus centros de energía. La analogía es
perfecta. Shamballa es Su centro coronario, la Jerarquía, Su centro Corazón y
la Humanidad, Su centro laríngeo.
SHAMBALLA es el centro coronario, el lugar
donde la Voluntad de Dios es conocida. Es el centro más oculto del planeta,
desde donde se dirige el Plan de Dios para esta Tierra. Allí se encuentra la
Cámara del Concilio regida por Sanat Kumara y sus 6 Kumaras. Ejercen control
sobre todo el planeta, por medio del centro Corazón, la Jerarquía y por medio
del centro Laríngeo, la Humanidad. Desde Shamballa se administra todo el Karma
planetario. Está relacionado con el Sol Espiritual Central.
LA JERARQUÍA ESPIRITUAL es el centro
cardíaco, el lugar en donde el Amor de Dios se manifiesta. También se le conoce
como el Gran Ashrama del Señor del Mundo, dirigido por su gran discípulo,
Maitreya. Está relacionado con el Corazón del Sol.
LA HUMANIDAD es el centro laríngeo, el
lugar donde la Inteligencia de Dios origina el proceso evolutivo. Está
relacionado con el Sol Físico.
En Shamballa se guarda El Plan y desde
allí se crea un impulso magnético que capacita a los Maestros a organizar el
Plan y ponerlo en movimiento. Los Maestros ejecutan el Plan en la escena física
a través de sus discípulos encarnados. Y así se desenvuelve El Plan de Divino
en el planeta a través de estos tres centros principales.
Si la fuerza contraria al Plan, lo que
llamamos la Logia Negra, puede intervenir en los asuntos planetarios es porque
este triángulo de fuerza no está debidamente consolidado. Todo el desequilibrio
que vemos por el mundo nos está mostrando el poder adquirido por la fuerza del
mal y el desbalance que hay en el triángulo Maestro. El Maestro D.K. revela que
cuando este triángulo esté consolidado y su carga eléctrica logre un poder de recepción
determinado, cierto Avatar Cósmico nos mirará y el mal cósmico será expulsado
del planeta. Este mal cósmico se refiere a un mal mayor que ese mal que el
proceso de encarnación va purificando. Se refiere a algo más oculto, y cito a
Maestro D.K.: “La verdadera naturaleza del mal cósmico halla su
principal expresión en el pensamiento erróneo, los falsos valores, el supremo
mal del egoísmo materialista y el sentimiento de asilamiento
separatista.” (Los Rayos y las Iniciaciones, Pag. 617.)
Si bien la conexión entre Shamballa y la
Jerarquía es fluida y constante y entre la Jerarquía y la Humanidad, con sus
altos y bajos, también se puede decir que está algo consolidada por el
Discipulado y el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, la conexión entre Shamballa
y la Humanidad está débil, es casi inexistente. Es un Antakarana a construir,
un hilo a tejer.
Para llegar a esa gloriosa es necesario la
consolidación del triángulo maestro. Pensando en esta tarea, cómo llevarla a
cabo, cómo participar para reforzar el triángulo de fuerza en el planeta, me di
cuenta de que quiero formar parte de los tejedores de ese hilo. ¿Cómo, Dios
mío, como lo puedo hacer? Les confieso que me sentí tan pequeña e ingenua, sin
embargo, la voz interna se dejó oir:
“Visualizando, invocando la energía del
Señor del Mundo, del Señor de la Eterna Primavera, Sanat Kumara, reconociendo
su presencia en el planeta como nunca tu corazón la había reconocido. Viendo su
belleza expresada en cada amanecer, en cada atardecer. Sintiendo su vida en cada
florecita del camino, en cada hoja, en cada partícula de este planeta
Tierra.”
Entonces me di cuenta de que ese sendero
es el sendero de la devoción, habilitado por el saliente Sexto Rayo, que es el
regalo que nos deja el que sale y entrega lo mejor de sí. Y entonces, a través
de la profunda devoción al señor del Mundo, y la Belleza que El representa
vamos tejiendo una hebra de ese hilo, con la intención de unir Shamballa y la
Humanidad. Y lo vamos tejiendo unidos todos, sintiendo que somos un grupo muy grande
de soñadores que buscan en la belleza a su Padre Celestial.
Dice el Maestro D.K. “Si les
explico que el ritmo del ceremonial de la vida cotidiana de Sanat Kumara,
complementado por la música y el sonido, llevados en ondas de color que abaten
las riberas de los tres mundos de la evolución humana, desentraña – con las
notas, tonos y matices más puros – la incógnita de Su propósito, ¿les
significaría algo? Apenas si tendrá sentido para ustedes y lo considerarán como
un mero escrito simbólico que he utilizado para impartirles lo incomunicable.
Sin embargo, NO escribo simbólicamente, sólo he dado una exacta versión de la
realidad. Así como los más grandes aspectos de la belleza irrumpen en la
conciencia humana, el ritual de la vida cotidiana de Sanat Kumara es impartido,
imperceptiblemente. Más no puedo decir.” (Los Rayos y las Iniciaciones,
pág.208)
Imaginemos el ceremonial del Señor del
Mundo cada mañana. La belleza, parte femenina de la Voluntad Divina, nos ayuda
a tejer este hilo. Imaginando sus colores, matices, tonos, vamos creando
espacios en la conciencia para que la luz, el amor y el poder de Shamballa
impacte nuestras conciencias y, como estamos dentro del sistema Humanidad,
llega también a ese centro. La visualización es un poder muy grande porque es
el aspecto constructor de formas de la imaginación creadora. Con
estas formas autocreadas, de contenido espiritual y propósito divino, trabajan
los Maestros y adquiere forma el propósito jerárquico.
Imagina la Belleza del Señor del Mundo,
piénsalo como el amor que sostiene y acompaña toda vida en el planeta. No está
lejos, está en cada expresión de la vida de nuestro mundo…Está más cerca que
tus propios pies...
El Señor del Mundo es un Padre amoroso.
Que puedas percibir algo de su inefable gloria y su mágico esplendor. Que tu
alma le cante alabanzas eternamente. Que las formas creadas por tu imaginación
puedan servir como lazo de unión entre Shamballa y la Humanidad.
Vamos todos a convertirnos en hebras de
ese tejido de luz entre Shamballa y la Humanidad.
Con el amor de siempre,
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