por Torkom Saraydarian
La esperanza es una mirada dentro de la eternidad. Es
una convicción interior de que no todo terminó, de que hay posibilidades
venideras que podrán cambiar la situación por completo.
La esperanza es un momento de desapego respecto del
"presente", respecto de los acontecimientos que causan depresión,
confusión y complicaciones que al hombre lo obligan a creer que todo llegó a su
fin.
La esperanza abre puertas nuevas hacia la eternidad.
La esperanza es el momento en el que tomamos consciencia de la naturaleza
transitoria de todo, y en el que somos conscientes de que existe la eternidad
con sus posibilidades innumerables.
En el momento en el que la esperanza entra en nuestros
corazones, la presión del tiempo se debilita cada vez más, y empieza a fluir
nueva energía dentro de nosotros. El pasado no es de temer. El presente, con
sus dificultades, nos desafía y el futuro se torna cada vez más brillante.
Aquí, nuestro punto de vista cambia. No estamos en el presente, que
siempre corre, con nuestros pesares, contrariedades, remordimiento por nuestro
pasado y temores por el futuro. Ahora estamos bajo la luz de la eternidad, en
la que la Chispa se convierte poco a poco en un Sol.
En la visión de este logro gradual y eventual,
desaparece el tiempo con sus aflicciones, sufrimientos, felicidad, pérdidas y
ganancias, y desciende la paz sobre nuestros corazones.
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