La mayoría de las enfermedades entran cuando usted no
está presente en su cuerpo. Cuanta más conciencia trae al cuerpo, más fuerte se
vuelve el sistema inmunológico.
Al cuerpo le encanta la atención que usted le presta.
Es como si cada célula despertara y se alegrara. Es también una potente forma
de autocuración.
No sólo su sistema inmunológico físico se fortalece;
su sistema inmunológico psíquico también se refuerza enormemente. Este último
lo protege a usted de los campos negativos mentales y emocionales de los demás,
que son muy contagiosos.
Habitar el cuerpo lo protege a usted por medio de
elevar la frecuencia vibratoria de todo su campo de energía, de modo que todo
lo que vibra a una frecuencia más baja como el miedo, la ira, la depresión,
etcétera, existe ahora en un nivel de realidad virtualmente diferente.
Ya no entra en su campo de conciencia o si lo hace,
usted no necesita ofrecerle ninguna resistencia porque pasa derecho a través de
usted.
Hay una meditación de autocuración simple, pero
efectiva, que usted puede hacer siempre que necesite elevar su sistema
inmunológico. Es particularmente efectiva si la usa cuando siente los primeros
síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que están ya
arraigadas si la practica frecuentemente con una concentración intensa.
También contrarrestará cualquier perturbación de su
campo de energía por alguna forma de negatividad. Sin embargo, no es un
sustituto de la práctica diaria de estar en el Ser; de lo contrario, sus
efectos serán sólo temporales.
Aquí está:
Cuando usted no esté ocupado durante algunos minutos,
cierre los ojos, acuéstese sobre la espalda e "inunde" su cuerpo con
conciencia. Escoja diferentes partes del cuerpo para enfocar su atención: las
manos, los pies, los brazos, las piernas, el abdomen, el pecho, etc. Sienta la
energía vital en esas partes tan intensamente como pueda. Permanezca con cada
parte quince segundos más o menos.
Después, deje que su atención corra por el cuerpo como
una ola unas cuantas veces, desde los pies a la cabeza y en sentido contrario
de nuevo. Esto no requiere más de un minuto.
Luego, sienta el cuerpo interior (la presencia) en su
totalidad, como un único campo de energía. Mantenga esa sensación durante unos
minutos. Esté intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula
de su cuerpo.
No se preocupe si la mente logra ocasionalmente
arrastrar su atención fuera del cuerpo y usted se pierde en algún pensamiento.
En cuanto note que ha ocurrido esto, simplemente vuelva su atención al cuerpo
interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario