Saludos
y Abrazos a todos los lectores que se pasean por acá. Habrás notado que nuestro
mundo está cambiando y afrontando estos complejos tiempos de adversidad, es un
momento en que más dependemos de nosotros mismos y de nuestro propio esfuerzo
que de los esfuerzos de los Gobiernos y líderes políticos, el poder para
superar esta adversidad no está en las manos de ellos, sino en nuestras propias
manos.
En
tiempos de adversidad, la fe, la esperanza y el trabajo en unidad son nuestros
primeros aliados, es por ello que debemos enfocar nuestros esfuerzos en ello
durante estos tiempos. Porque sin fe en lo que hacemos, sin esperanza en lo que
podemos lograr y sin el valioso
poder del trabajo en equipo, es bastante
difícil conseguir nuestros objetivos, especialmente cuando estos apuntan a algo
que va más allá de nosotros.
Yo
no voy a tomar lados aquí criticando las acciones de ningún individuo, cada
quien decide cómo cuidarse y en qué forma hacerlo, si tú crees que lo mejor es
el aislamiento y nada más, bien por ti, si tú crees que llenar tu cama con cristales
es lo mejor para ti, bien por ti, si tu consideras que lo más sano es salir a
la calle con mucho cuidado de no tocar nada, bien por ti, si tu consideras que
hacer ejercicio bajo el sol es lo mejor para ti, bien por ti, yo no soy médico
ni especialista para criticar a nadie.
Solo
voy a dejarte por acá un par de tips que yo personalmente creo que tu podrías
aplicar a tu rutina de cuidado personal, y desde mi corazón, espero sean de
utilidad para ti.
*La
fe en la Diosa y la vieja religión. *
La
fe en la Diosa no es algo nuevo como muchos creen, los viejos cultos
indoeuropeos creían en una sociedad matriarcal donde la mujer (la dadora de
vida) era la encarnación de la Diosa madre en nuestro mundo, pero la
reconstrucción de la diosa en nuestros tiempos, gracias a la Wicca y el
Neo-paganismo, han ayudado mucho a promover su culto en los tiempos actuales.
Mientras
el Dios masculino, está más asociado a los animales salvajes, el sol y la luz
del día, la caza y el impulso que crea la vida (así como el espermatozoide), la
Diosa madre, o Diosa lunar, está vinculada a las plantas y la profundidad de
los bosques, la luna y las frías noches, el movimiento, la evolución y el
cambio que ocurre en todo lo que ha sido creado, así como el óvulo que acaba
por transformar su interior para dar vida a un ser nuevo.
La
Diosa es curadora por excelencia, y mientras el Dios padre (a través del sol)
nutre las plantas y las hierbas que usamos para nuestras medicinas, es la Diosa
madre quien nos enseña el proceso de sanación y uso a través de estas plantas.
Excepto
por su asociación con la luna, quizás más moderna gracias a la Wicca, la diosa
madre siempre ha estado más asociado con la tierra, los ríos, las montañas,
mientras el dios ha estado asociado en los cultos amerindios y europeos con el
cielo, el sol, y las estrellas, como si de alguna manera el Dios fuese el
cuerpo humano, sería la Diosa el valioso corazón que late en su centro y del
cual todo depende.
Es
por ello que en estos momentos te comparto un ritual (nada complicado) para
canalizar la energía sanadora de la Diosa y sus bendiciones, más abajo,
comparto contigo dos tips que a mi me gusta realizar en casa para elevar el
sistema inmunológico.
*Ritual
de Sanación con la Diosa Madre/Madre Tierra*
Necesitas
Una
vela blanca (purificación)
Una
vela roja (activación y fuerza)
Una
vela verde (Curación y energía de la tierra)
Incienso
de menta, hierbabuena o albahaca
Un
bol medio lleno con una mezcla de tierra limpia y un poco de sal
Una
copa con agua
Pétalos
de rosas
Procedimiento
En
horas del día (después del amanecer y antes del atardecer), limpia y ordena un
espacio para llevar a cabo este ritual.
Cierra
los ojos, respira profundo y lento varias veces sintiendo que conectas con algo
superior a ti, una fuerza superior a ti, una fuerza más antigua y sabia que tú.
Ahora con el ojo de tu mente visualiza un halo de luz blanca que se exterioriza
a través de tu piel, desde los pies este halo de luz se exterioriza a través de
tu piel y va subiendo por todo tu cuerpo hasta la cabeza.
Una
vez que este halo de luz ha cubierto enteramente tu cuerpo, respira hondo una
vez más, inhala lentamente, mantén el aire dentro de ti por algunos segundos, y
ahora abre los ojos lentamente, al hacerlo, exhala ese aire desde tu interior,
y visualiza ese halo de luz blanca que te ha cubierto enteramente,
expandiéndose a tu alrededor y cubriendo todo el espacio que te rodea, ahora
dale una forma a esta luz, y visualiza toda esta luz formando un circulo en tu
alrededor.
Visualiza
que este círculo gira a tu alrededor formando un espacio sagrado, puro y
protegido, este es tu espacio protegido, donde estás sano, seguro y protegido
contra todo mal y contra toda adversidad.
Ahora,
sin dejar de visualizar el halo de luz, siéntate en el suelo, esparce los
pétalos de rosas a tu alrededor para simbolizar a la naturaleza, enciende el
incienso y las velas en frente de ti recitando: “Con cada luz que yo enciendo,
una parte de mi sana, algo en mi entorno sana, alguien en mi entorno sana”.
Humedece
tus dedos con el agua y procede a rociarla con tus dedos alrededor recitando:
“Con cada gota de agua y cada partícula de luz, yo consagro este espacio como
un espacio protegido y un espacio sagrado”.
Ahora
recoge la tierra y la sal con tus manos y úsala para cubrir tus manos y tus
pies con mucho cuidado, recitando: “Con cada gramo de tierra conecto con ella,
con cada gramo de sal limpio mi conexión con ella, con cada gramo en mis manos
y pies conecto con ella”.
Ahora
cierra los ojos nuevamente, respira profundo y recita: “este espacio sagrado
está protegido y está bendecido, pues una parte de la diosa habita en él, una
parte de este espacio es madre, y esa madre en este espacio es la madre tierra
que me cuida y protege desde adentro hacia afuera”.
Abre
los ojos, ponte de pie, visualiza el halo de energía volviendo a ti, regresando
a ti, integrándose nuevamente a ti, esta energía sagrada y curativa vuelve
hacia tu interior, y ahora el poder sanador de la madre tierra reside en ti,
tal y como lo ha hecho siempre.
Deja
que las velas y el incienso se consuman hasta el final, y entonces barres todo
el ritual en dirección este-oeste. Limpia debidamente el espacio, y repite este
ritual cada vez que quieras.
*Para
tu sistema Inmunológico en tiempos de crisis.*
Estas
son dos recetas bastante sencillas que muchos quizás conocen, el problema es
que muchos las conocen, pero pocos las ponen en práctica, yo siempre recomiendo
esto a mis lectores porque es una receta muy común en mi País natal, y
honestamente, creo que tu también deberías hacerlo, y no solo depender de las
vitaminas en polvo y pastillas.
*Receta
#1*
Llena
una jarra con agua potable, lava con agua fría y corta partes iguales de piña,
pepino y jengibre, añade dos limones cortados, agrega todo esto a la jarra con
agua y coloca en la nevera por alrededor de una hora.
Puedes
beberlo continuamente como acompañante de las comidas y a mitad del día.
*Receta
#2*
Hierve
agua y prepara tres tazas de té verde (sin azúcar), añade esto a una jarra
grande y agrega rodajas de limón, naranja y jengibre, dos cucharadas de miel
(de preferencia orgánica), y completa el resto de la jarra con agua caliente,
mezcla bien con una cuchara de madera y guarda en la nevera.
Dos
vasos de esta mezcla al día harán maravillas con tu sistema inmunológico.
Bendiciones
& Luz a todos.
Elhoim
Leafar
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