Principios Funcionales Universales
El aire entra y sale continuamente de nuestros cuerpos. Mientras estamos vivos, respiramos, sin tener conciencia de ello. La respiración es una ocurrencia, como el latido del corazón, la circulación de la sangre, o la química del hígado. Estas ocurrencias ocurren en oposición a nuestras acciones. Fundamentalmente, pensamos de acciones, porque pensamos o hablamos constantemente o nos ocupamos de otra manera con los sentidos y el cuerpo. La respiración abre un umbral a las áreas más sutiles de nuestra existencia.
Mientras el hombre avanza dentro de la Era de Acuario,
que se relaciona con el aire y el espacio, la enseñanza relacionada con la
respiración adquirirá mayor importancia. Esta enseñanza de la Sabiduría
Eterna no tiene nada que ver con dogmas o religiones, sino que lleva en sí
conocimiento sobre principios funcionales que no dependen de la lengua, la raíz
étnica, o la religión. Estos principios trabajan en toda la creación e
igualmente en nosotros. La enseñanza describe los diferentes aspectos del
trabajo con la respiración y nos da una técnica para trabajar con los
principios para liberarnos de la materia y para ayudarnos a trascender.
Al hacer estos ejercicios, observamos el movimiento de
nuestra respiración por cierto tiempo. Si hacemos esto de cinco a diez
minutos, experimentaremos algo muy particular. No hay nada que entender en
esto, pero después de una semana, después de uno o dos meses, tendremos el
sabor de algo que otros no tienen. Nos daremos cuenta que, cuando hablamos, es
nuestra voz la que habla, y comenzaremos a escucharla. Desarrollaremos una
estabilidad interna y una actitud de distanciamiento del mundo exterior. La
respiración consciente, rítmica, suministra energía al cuerpo etérico y
consolida nuestra salud física.
La Pulsación del Alma
Se tiene una gran opinión acerca de los ejercicios
físicos como medio de mantener el bienestar. Se trota y se hacen otros
ejercicios, pero de todas formas se cae en la enfermedad incluso cuando se sigue
la dieta más pura y se tienen los hábitos más sanos. Los ejercicios físicos no
se comparan con el trabajo continuo con la respiración, porque los efectos
sutiles son mucho más poderosos que los físicos. Los que trabajan regularmente
con la respiración se enferman muy raramente y se benefician con una salud y
una fuerza notables.
Haciendo ejercicios de respiración, el cuerpo adopta
un ritmo particular que nos permite llegar al alma a través de la
personalidad. Cuando nos centramos en la respiración, damos atención a un
efecto del alma; así, nos acercamos cada vez más a ella. La forma física no es
la que respira, sino el alma. Ella está en una meditación rítmica constante. Su
pulsación mantiene la respiración y la vida de la forma. La pulsación del alma
continúa incluso después de la muerte del cuerpo. Por tanto, continuamos
nuestra vida consciente cuando conectamos con esta pulsación.
La pulsación es el aspecto sutil de la respiración, y
el aspecto sutil del aire se llama Prana. El elemento de aire construye un
puente entre la conciencia separada y la oceánica. La inhalación nos trae el
hombre divino y el principio de la vida en la forma de oxígeno. La exhalación
expulsa el bióxido de carbono, que para el flujo de la vida. La respiración
profunda oxigena la sangre, atrae materias más sutiles al cuerpo, y expulsa la
materia densa. Debemos asegurarnos de que nuestro discurso sea bueno, que
nuestra boca esté limpia, y que el paso de las ventanas de la nariz a los
pulmones esté libre.
Las Cinco
Pulsaciones de Prana
El Prana se transmite a los seres vivos por el centro
solar a través del aire. El hombre lo absorbe principalmente a través del
centro sacro y de un centro entre los hombros. Si estos centros se exponen al
sol y al aire durante las horas del amanecer y del crepúsculo, podemos recibir
mucha energía de la vida.
Al hacer los ejercicios, debemos respirar lenta,
suave, profunda y uniformemente. Cuando la respiración no es suave, el
fuego sutil en el aire puede causar úlceras en el puente de la nariz y en la
garganta. Además, no debemos respirar a través de la boca. Solamente los
enfermos respiran a través de la boca. La lengua debe descansar sobre el
palatal, sin tocar los dientes, y los dientes no deben tocarse entre sí. Esto
permite un estado relajado. Podemos también cerrar la boca de esa manera por el
resto del día. En una persona cuya lengua tiende a reposar sobre la mandíbula
inferior veremos tendencias animales excesivas. En una persona avanzada, que se
alinea con las energías más sutiles, la posición natural de la lengua será
descansando en el palatal.
El ejercicio para la respiración consciente es un
proceso de igualación entre el hombre interno y el externo y es diferente de
Pranayama. A menudo, los ejercicios de respiración se llaman erróneamente
ejercicios pranayama. Pranayama, no obstante, es Prana regulado y el resultado
de los ejercicios con la respiración. Hay cinco pulsaciones de Prana, y cuando
se regulan los cinco aspectos de modo que el resultado es una síntesis, esto se
llama Pranayama.
El Prana que entra al cuerpo se divide en cinco
Pranas. El primer principio de Prana se llama Prana. Funciona en nosotros
como la inhalación y provee al cuerpo de oxígeno. Funciona en el área entre el
centro Ajna y el centro del corazón. El segundo principio se llama Apana,
exhalación. Funciona desde el plexo solar hasta las extremidades de los dedos
del pie. Cuando se regula bien, la parte más baja del está sana. El tercer
principio, Samana, mantiene el equilibrio entre Prana y Apana. Funciona en el
área entre el plexo solar y el corazón. Alcanzar este equilibrio es una de las
metas principales del ejercicio de respiración. El cuarto Prana, Udhana,
pertenece a la parte espiritual del hombre y se extiende desde la extremidad de
la nariz a la corona de la cabeza. Cuando este Prana se activa, el cerebro
funciona extraordinariamente bien. El quinto principio, Vyana, fluye a través
de los meridianos del cuerpo entero, que corren a través del sistema nervioso.
La fuerza plena de la vida fluye a través de cada cosa.
Cuando las cinco pulsaciones están activas, las
energías se elevan al centro de la frente y experimentamos la existencia
etérica: notamos que existimos en un cuerpo de luz dorada, incluso cuando
el cuerpo de carne y sangre muere.
La Práctica de
Ejercicios de Respiración
Al hacer ejercicios, debemos sentarnos cómodamente y
centrar nuestra atención en la respiración.
El primer paso es observar la inhalación y la
exhalación por un rato - sin detener nuestra respiración o hacer
pausas. La mente deja de generar demasiados pensamientos, a excepción de
los pensamientos que se relacionan con la respiración. Esto nos conduce a la
neutralización de in/exhalación en la que experimentamos la resonancia de la
pulsación en la cueva del corazón, por ejemplo, en el borde del centro superior
del vientre. Cuando esta resonancia se siente desde el corazón hasta el centro
de la garganta, podemos pasar al segundo paso: dejar de inhalar sin dejar de
exhalar. Sin embargo, no debemos tener prisa a llegar a las etapas avanzadas
mientras el primer paso no se sienta con claridad. Más adelante, cuando la
resonancia suba, podemos comenzar a trabajar con detener la exhalación. Esto
empujará la pulsación más hacia arriba aún, para alcanzar el tacto del alma.
Mientras inhalamos y exhalamos, debemos viajar a
través de todos los centros, del puente de la nariz al centro base. Es una
observación que viaja, pero no una concentración permanente. La idea detrás de
esto es que tengamos conciencia de la existencia de los tejidos sutiles del cuerpo.
De esta manera, podemos experimentarlos, lo que permite que su energía trabaje
a través de nosotros.
Al respirar, debemos observar cómo la inhalación
cambia a exhalación en cierto punto, y viceversa. Debemos intentar
enfocarnos en cada punto, pero no aferrarnos a ninguno.
Tan pronto como podamos ejercitar esto con facilidad,
olvidamos el proceso en sí mismo y entramos en los mundos internos. Cuando
escuchamos la inhalación cuidadosamente, podemos oír el sonido SO; con la
exhalación, oímos HAM. SO-HAM significa SAHA-AHAM, “Esto, yo soy.” Es el sonido
doble de la pulsación. Escuchar este sonido doble del principio pulsante se
llama la meditación del alma. Éste es el trabajo básico. Si lo hacemos
regularmente por varios años, el Prana se regula y entramos en nuestro centro.
Fuentes utilizadas: K. P. Kumar: Curación Espiritual /
Hércules / notas de seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta
España.
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