Concéntrate más en la transformación y menos en lo que los demás piensen de ti. Ten presente que está bien tropezar y fracasar a veces, siempre y cuando te levantes, reevalúes y aprendas de la experiencia. A través de esto, el camino para revelar la Luz de tu alma se volverá mucho más claro.
Monica y
Michael Berg. Escúchalo y subscríbete aquí.
Cada persona tiene un propósito único en este mundo. Ninguno de nosotros está
aquí por accidente. Todos tenemos la capacidad y la responsabilidad de revelar
la Luz que solo nosotros podemos revelar. Pero encontrar el propósito de
nuestra alma a veces puede parecer difícil o poco claro, y seguir nuestro
trabajo de vida puede ser desalentador y desafiante.
He aquí
cuatro consejos para ayudarte a seguir el propósito de tu alma:
1.
Asegúrate de que tus objetivos estén conectados con tus valores y con quien
eres realmente.
Los
objetivos son planes o listas que hacemos de las cosas que queremos conseguir o
lograr. Las intenciones, por su parte, son los pensamientos que hay detrás de
ellos. Si nuestros objetivos e intenciones no están alineados con nuestros
valores, puede ser difícil obtener un progreso sustancial.
La
sabiduría de la Kabbalah enseña que una persona siempre recibirá finalmente lo
que desea en su nivel más genuino y profundo. La razón por la que no alcanzamos
o recibimos todo lo que queremos es porque, en realidad, no tenemos un deseo
profundo y verdadero a nivel espiritual. Si algo está realmente en tu esencia,
lo lograrás a través de la perseverancia y el deseo verdadero.
Comienza
por discernir las cosas que quieres. Pregúntate por qué las quieres. ¿Vienen de
un lugar egoísta o como un medio para alimentar a tu ego? ¿O son una expresión
de tu alma? ¿Cuánto deseas, no solo para tener más bendiciones en tu vida, sino
también para compartir tu asombrosa y única Luz que el mundo ha estado
esperando?
2.
Invierte esfuerzo en transformar las partes de ti mismo que más te desafían.
Nadie es
perfecto. Todos tenemos algo en lo que necesitamos trabajar. De hecho,
transformarnos a nosotros mismos es un principio clave de nuestro crecimiento
espiritual. ¡No es una hazaña fácil! A menudo, las personas que siguen un
camino espiritual descubren que son capaces de ser espirituales y elevados en
todas las áreas, excepto en la que vinieron a trabajar en esta vida.
La mayor
Luz está siempre en las áreas que nos resultan más difíciles. Se necesita una
enorme inversión de esfuerzo para lograr el propósito de nuestra alma. Para
revelar completamente tu Luz que el mundo ha estado esperando, encuentra las
cosas que son más difíciles para ti y atácalas de frente.
3. Ten
presente que está bien fracasar con frecuencia. Todo lo que valga la pena, vale
el esfuerzo imperfecto.
Cuando
empezamos a seguir seriamente nuestros objetivos, a menudo decidimos que, ahora
que tenemos la energía o el impulso para cambiar, deberíamos ser capaces de
mover montañas de inmediato. La verdad es que cualquier cosa que valga la pena
siempre vendrá acompañada de contratiempos y desafíos. Unos días podríamos
hacerlo bien y otros no. A veces nuestro deseo no es lo suficientemente fuerte
para empezar o no tenemos suficiente claridad sobre lo que estamos trabajando,
así que cuando llegan los bloqueos, nos desvían del camino.
Cualquier
cosa que valga la pena alcanzar, vale hacerlo con imperfecciones. Es probable
que fracases una y otra vez en tu búsqueda, pero a través de ese fracaso,
conocerás cuán fuerte eres. Cómo te levantas de nuevo es lo que te enseña quién
eres. Maneja tus expectativas y sé realista. Da un pequeño paso tras otro hacia
el gran cambio y la perseverancia.
4.
Practica concentrarte menos en lo que los demás piensan de ti.
Gran
parte de nuestra energía tiende a dedicarse a lo que los demás piensan o dicen
de nosotros. Esto influye en la forma en que hablamos y nos comportamos. Incluso
cuando hacemos cosas buenas, pensamos mucho en la aprobación de los demás. Uno
de los pasos más importantes para manifestar nuestra mayor Luz es eliminar por
completo cualquier pensamiento sobre lo que los demás piensan de nosotros. Esa
es la única manera de que nuestras acciones puedan provenir de nuestra alma, no
motivadas por otros.
Esto
implica que nos sintamos cómodos con nosotros mismos y aprendamos a amarnos.
Conviértete en tu propio mejor amigo. Ten tanta curiosidad por ti mismo que
quieras descubrir todas las partes únicas de tu ser. El viaje lleva mucho
tiempo, cada día eligiendo callar los pensamientos negativos que nos dicen que
no somos suficiente. Pero desde ese espacio, puedes revelar una gran Luz y
conocer lo que tu alma está destinada a lograr.
Seguir
nuestro trabajo de vida no es fácil. Está diseñado para desafiarnos de maneras
que nos hagan crecer hasta convertirnos en la mejor versión posible de nosotros
mismos. Entra en contacto contigo mismo, determina tus intenciones y no huyas a
las partes que quieres ocultar. Concéntrate más en la transformación y menos en
lo que los demás piensen de ti. Ten presente que está bien tropezar y fracasar
a veces, siempre y cuando te levantes, reevalúes y aprendas de la experiencia.
A través de esto, el camino para revelar la Luz de tu alma se volverá mucho más
claro. El mundo está esperando que tu Luz única brille.
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