El Zóhar explica que este es un tiempo en que el potencial para los milagros es más grande que nunca, eso nos hace preguntarnos: ¿Cómo podemos aprovechar esa energía?
Esta semana no solo leemos y estudiamos la porción de Toldot, en la cual ocurren grandes milagros, sino que también iniciamos el mes de Kislev, el mes de Janucá, un mes que es sinónimo de hacer milagros. Buenas noticias, ¿no? Este es un buen indicio de la energía que está presente en esta semana y también durante todo el mes. El Zóhar
explica que este es un tiempo en el que el potencial para los milagros es más grande que nunca, eso nos hace preguntarnos: ¿cómo podemos aprovechar esa energía? ¿Qué podemos hacer en esta semana, la primera de Kislev, para obtener un efecto positivo y mantenernos conectados con esa Luz potencial durante el resto del mes?"Un milagro es una situación en la que la naturaleza
actúa fuera de las leyes naturales".
La porción de Toldot comienza con Yitsjak orando por su
esposa, Rivká. Yitsjak sabía que estaba destinado a tener hijos, pero no estaba
seguro de si los tendría con Rivká u otra mujer. Rivká nació sin matriz, por lo
tanto, parecía imposible que ella pudiese llegar a concebir un hijo. Yitsjak
sabía que Rivká era verdaderamente su alma gemela. Él la amaba tanto que oraba
para que el mérito fuera de ella. Por supuesto, sabemos que Rivká al final sí
tuvo sus hijos. ¿Por qué fueron respondidas las oraciones de Yitsjak? ¿Qué hizo
Yitsjak para revelar un milagro tan grande? En el Zóhar está escrito que él no
solo oró por Rivká, sino que se montó en su asno, recorrió 16 kilómetros hasta
el Monte Moriá, creó una ceremonia y oró allí. En otras palabras, Yitsjak salió
de su naturaleza y, al hacerlo, se elevó a una dimensión superior.
"Si queremos que nos ocurra algo verdaderamente
milagroso, debemos hacer algo milagroso que nunca antes hayamos hecho".
Esta es una lección muy poderosa, ya que este es el secreto
de Toldot, la clave del mes de Kislev y la fórmula para hacer milagros en este
momento del año o cualquier otro. Si queremos que nos ocurra algo
verdaderamente milagroso, debemos hacer algo milagroso que nunca antes hayamos
hecho. En sus cartas al Rav, Rav Brandwein explica que un milagro es una
situación en la que la naturaleza actúa fuera de las leyes naturales. La
humanidad es tan poderosa, él explica, que podemos hacer que la naturaleza haga
un milagro con la condición de que nos comportemos fuera de nuestra naturaleza.
Esta Tnai, o condición, fue incluida en la configuración del
universo antes de la creación del mundo.
Esta es una buena semana no solo para pensar en los milagros
que queremos ver en nuestra vida, sino, más importante aún, para preguntarnos
qué estamos dispuestos a hacer para revelarlos. ¿Qué cambios queremos hacer en
nuestro interior para producir un cambio positivo? ¿Quiénes son las personas
con las que somos hostiles y qué podemos hacer en los próximos siete días para
ser más bondadosos, gentiles y comprensivos? ¿En qué aspectos nos cuesta dar, o
quizá perdonar, y cómo podemos avanzar en esa dirección en este momento? ¿Acaso
no son estos los milagros más grandes de todos?
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