El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA ha captado un momento de actividad extrema de la estrella
El Webb revela una nueva y 'fantasmagórica' imagen de los Pilares de la
Creación
La NASA, desde su cuenta de twitter dedicada al Sol, compartió el pasado día 27 una foto de lo más simpática: el astro rey estaba feliz. «Hoy, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA captó al Sol 'sonriendo'. Visto a través de la luz ultravioleta, estos parches oscuros en el Sol se conocen como manchas coronales y son regiones donde el viento solar brota de forma rápida hacia el espacio», explican en el tuit.
Lo que parece una imagen curiosa sin más esconde, en
realidad, toda una fenomenología que los físicos solares aún no llegan a
conocer del todo.
El viento solar es común en nuestro Sistema Solar. Se trata
de corrientes de partículas cargadas que viajan a enormes velocidades liberadas
desde la corona del Sol, la atmósfera superior de nuestra estrella. Normalmente,
en la Tierra no notamos sus efectos, ya que chocan contra nuestro campo
magnético, que hace de barrera.
Sin embargo, en algunas ocasiones se producen fuertes
eyecciones coronales de masa o fulguraciones que nos pueden alcanzar en forma
de tormentas solares. Las consecuencias más usuales percibidas
desde nuestro planeta son las auroras boreales: la gran cantidad de
partículas cargadas llegadas desde el Sol chocan con nuestra atmósfera,
interactuando con nuestra magnetosfera y creándose las vistosas luces celestes
que normalmente solo se dan en altitudes polares, si bien pueden dar en otras
más inusuales si la tormenta es más fuerte de lo normal.
Pero también existen otros efectos más nocivos, aunque
normalmente más raros: en el caso de las tormentas solares más extremas, estas
partículas cargadas pueden dar de lleno contra nuestros satélites en órbita.
Por ejemplo, el pasado mes de marzo, SpaceX reportó que cuarenta de sus
'soldados satelitales' de Starlink quedaron literalmente 'fritos' por una tormenta
solar. Incluso pueden afectar a las redes terrestres, como ocurrió durante el
conocido como evento
Carrington, que en 1859 provocó que colapsaran
las incipientes líneas telegráficas del mundo entero.
La 'sonrisa' que precede a la tormenta
Estos agujeros coronales preceden muchas veces a tormentas
solares que pueden alcanzarnos en apenas horas, de ahí que los expertos estén
muy atentos a cada una de las manchas que surgen en la superficie del Sol. De
hecho, esta foto del pasado día 26 antecedió a una tormenta que golpeó la
Tierra este viernes, tan solo dos días después, según explicó
SpaceWather.com.
Los científicos, desconcertados ante
el hallazgo de una 'serpiente' cruzando la superficie del Sol
Lo que hace el fenómeno tan intrigante es que comenzó en una
región solar activa que luego entró en erupción, expulsando miles de millones
de toneladas de plasma al espacio
Aunque aún le queda camino para llegar a su objetivo final,
a menos de 0,3 unidades astronómicas del Sol (más cerca que
Mercurio), la nave espacial europea Solar Orbiter ya ha hecho
increíbles hallazgos. Desde una suerte de 'hogueras' sobre la superficie
de nuestra estrella a un cañón
de fuego, pasando por una 'cara
sonriente' o un 'erizo', la sonda ha estado
fotografiando y recopilando datos de nuestra más cercana -y paradójicamente
gran desconocida- estrella durante todo su viaje. El último descubrimiento es
una especie de 'serpiente' que repta sobre el Sol, atravesándolo con un
movimiento de zigzag que ha vuelto a dejar a los científicos con más preguntas
que respuestas.
Según ha informado
en un comunicado la Agencia Espacial
Europea (ESA), se trata de un 'tubo' de gases atmosféricos con menor
temperatura que el plasma circundante que serpentea a través del campo
magnético de nuestra estrella. Esta 'serpiente' fue retratada el pasado 5 de
septiembre, cuando Solar Orbiter se acercaba al Sol para un acercamiento que
tuvo lugar el 12 de octubre.
El plasma, el cuarto estado de la
materia -y el más abundante en el Universo-, es un gas ionizado tan
caliente que sus átomos comienzan a perder algunas de sus partículas externas,
llamadas electrones. Esta pérdida hace que el gas se cargue eléctricamente y,
por lo tanto, sea susceptible a los campos magnéticos. Todo el gas en la
atmósfera del Sol es un plasma porque la temperatura se eleva hasta más de un
millón de grados Celsius. Sin embargo, en su superficie, tan 'solo' se
registran los 6.000 Cº, uno de los misterios sin resolver de nuestro astro rey.
Pero la temperatura no es uniforme, y hay zonas, como las
manchas solares o en esta 'serpiente', donde la temperatura cae. «El plasma
fluye de un lado al otro, aunque el campo magnético está realmente retorcido,
por eso vemos esta estructura cambiante«, explica David Long,
Mullard Space Science Laboratory (UCL), Reino Unido, quien dirige la
investigación del fenómeno.
Tres horas de 'serpenteo'
El clip que dura unos segundos, en realidad fue grabado a
partir de imágenes del instrumento Extreme Ultraviolet Imager tomadas
en un lapso de tres horas. Aunque pueda parecer mucho tiempo, dado el tamaño
del Sol, el plasma viajó a unos 170 kilómetros por segundo, una velocidad nada
desdeñable.
Sin embargo, según los científicos, lo que hace a la
serpiente tan intrigante es que comenzó en una región solar activa que después
entró en erupción, expulsando miles de millones de toneladas de plasma al
espacio en una fulguración solar. «Esto plantea la posibilidad de que la
serpiente fuera una especie de precursora de este evento», señalan desde la
ESA. Es decir, que esta serpiente fuese una especie de 'aviso' previo antes de
que el Sol estallase en una tormenta solar.
Para el detector de partículas energéticas (EPD), un instrumento liderado por científicos españoles y cuyo objetivo
es estudiar la composición, los flujos y las variaciones de las partículas más
energéticas que 'dispara' nuestra estrella, la erupción fue uno de los
fenómenos solares más intensos detectados hasta ahora por el instrumento.
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