La definición de ego es “yo”, pero no es el Ser, no es el Alma.
Es el personaje que representamos en
vida, son las máscaras que nos ponemos para representarla. Son los apegos, los defectos
mentales manifestados por el ego, como los virus del software.
Esos defectos del ego son los que
producen el sufrimiento.
El ego es el creador de la realidad,
que, junto a los defectos y apegos, crean el drama de la vida, no la felicidad.
Los defectos pueden definirse como poder, competencia, vanidad, orgullo, superioridad, inferioridad, incapacidad, desvalorización.
El ego es el que crea la ilusión de
creer que es la vida que vivimos, una realidad virtual, como la conocemos
ahora.
Es el gran director del drama.
Ahora, el Ser, el Alma, ocultos en
nuestra conciencia, inspiran para que ese ego cambie, seda su control al Ser,
al Alma y así comenzar una vida de dicha y felicidad, una vida de alegría sin
drama.
Sabemos que no es fácil esa
conversión, precisamente por los conceptos erróneos y tergiversados de los
apegos, entre ellos el del cuerpo, el apego al personaje momentáneo que
representamos. El ego al cabo de cada corriente de vida desaparece, vuelve a la
tierra junto con el cuerpo, pero la esencia, el Alma es eterna.
Entonces, ¿Por qué le damos tanto
valor al ego? Los Maestros dicen que es por la ignorancia del Ser. Por la creencia
que estamos separados de la Divinidad, cosa que no es cierto.
Somos una gota de luz dentro del
océano creador de luz.
Al estar entre las tinieblas del ego
no podemos ver nuestra inmensidad luminosa, nuestra grandeza del Ser.
Te invito a que la descubras, a unirte
a ella, a gobernar al ego y que sea tu compañero, no tu dueño.
Gala Shendrix
Facilitadora Espiritual
Analista de Sistemas Energéticos
Master Técnicas Holísticas Cósmicas
WhatsApp: 54 9 11 57592868
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