Este mes de marzo alberga, dándole un toque poético, un bello tapiz de ciclos planetarios: el día 7, Saturno entró en el signo de Piscis, de aquí unas horas tendrá lugar el equinoccio de Aries (y el cambio de estación correspondiente: primavera en el hemisferio norte y otoño en el hemisferio sur) y este jueves 23 tenemos la entrada de Plutón en Acuario, aunque el 11 de junio retrogradará hasta Capricornio unos meses, hasta el 20 de enero del año que viene.
No
menos interesante y especial es que este 2023 tenemos dos novilunios en Aries:
el primero es mañana, coincidiendo con el inicio del nuevo año astrológico; el
segundo, el día 20 de abril, viene además acompañado de un eclipse solar.
Pero centrémonos en esta primera, la de mañana, y a la que le corresponde el grado 1 de símbolo sabiano, que dicta así: «Una mujer recién emergida del mar. Una foca la está abrazando». Se trata de un símbolo de potencialidad, de un nacimiento de una consciencia más universal.
Por un
lado, la mujer emergida se corresponde a una existencia todavía próxima al
inconsciente: por el otro, la foca representa el ser que ya ha pasado por esa
experiencia y la acoge, sabiendo que el proceso emergente, en su principio, es
susceptible a fracasar. El desenlace del posible conflicto de la mujer, que por
miedo puede regresar las profundidades del mar (del inconsciente) dependerá de las
fuerzas con dirección al futuro y aquellas dirigidas al pasado.
Veamos ahora el gráfico de esta Luna nueva.
De
hecho, tenemos cuatro planetas en Aries (Luna, Sol, Mercurio y Júpiter) y dos
en Piscis (Saturno y Neptuno).
La
frontera Piscis/Aries corresponde al final y principio del zodíaco (30º de
Piscis, 0º de Aries) y en el sistema de casas, coincidiría con el Ascendente,
que es el inicio de la vida.
Si lo
piensas, la vida siempre empieza en la oscuridad, cuando todavía no hay luz.
Desde otro punto de vista, el punto cero del zodíaco es una apertura hacia la
trascendencia, un punto que Louise Huber denominó «grieta cósmica».
Aries
es el signo de los comienzos, del nacimiento, de las ideas que se forman en la
mente, de aquello que se quiere prestar atención para manifestarse.. y que
pueden cambiarnos la vida, de forma individual y también colectiva.
Los
retos de esta Luna pueden venir en forma de cambios inesperados, donde habrá
que dejar atrás lo viejo y adaptarse con confianza a lo nuevo, buscando la
honestidad y enfrentando el miedo al rechazo, tanto en el ámbito familiar como
social.
Por su
parte, Plutón, el gran transformador, entrando en el signo de Acuario en esta
misma semana, puede interpretarse como un símbolo de desarrollo de la
consciencia individualizada del hombre, con un lugar y función (llamémosle
destino) en el organismo planetario de la Tierra, en un tipo concreto de
sociedad y cultura humanas.
De una
forma más concreta, este Novilunio nos pide poner en práctica nuestros ideales,
atrevernos a soñar, planificar nuestro futuro desde la posibilidad y, sobre
todo, ser honestos con nosotros mismos, independientemente de la respuesta de
lo que nos rodee.
¿En
qué casa de tu carta se ubica la frontera de signo entre Piscis y Aries? Ahí es
donde se manifestarán más las dinámicas de esta Luna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario