Mañana 7 de marzo tenemos Luna llena, activando en esta ocasión el eje Piscis/Virgo, y solo una hora antes de la entrada de Saturno en el signo de Piscis, uno de los tránsitos importantes de este año.
La polaridad Piscis–Virgo se conoce como Eje de existencia: cuando las necesidades existenciales están cubiertas y el cumplimiento de nuestras obligaciones diarias deja de ser nuestra única pauta, entonces abrimos nuestra conciencia a nuevas dimensiones, justamente la que proporciana este eje.
Durante
este ciclo de plenilunio, podemos experimentar y aprender algo que nos puede
ayudar mucho en nuestros días: que la seguridad absoluta (algo que siempre
busca Virgo) no existe en este mundo; y que, de hecho, la seguridad se
encuentra en la inseguridad, en la incertidumbre.
El
mensaje es que debemos confiar en que disponemos de los recursos necesarios en
cada momento, que podemos fluir en la inconstancia del mundo.
Pero ¿qué más nos depara esta Luna llena?
Veamos
el gráfico.
Observando el dibujo, vemos a la Luna, Urano, Plutón y al Nodo Norte en signos de Tierra versus al Sol, Mercurio y Neptuno en el signo de Piscis, el signo de Agua relacionado con la inclinación mística y la experiencia de dualidad.
La inclinación
mística de este Sol y el resto de planetas en Piscis permite buscar lo más
elevado en todas las cosas, deseando también borrar la realidad existente y
también reinterpretar la vida.
Pero
debemos tener precaución: la Luna en el signo de Virgo, Plutón en Capricornio,
Urano en Tauro (que todavía alberga el Nodo Norte) y Saturno justo entrando en
Piscis advierten que, de exagerar esa actitud, podemos caer en la mentira vital
y la incoherencia.
Centrándonos
ahora en los aspectos, Marte, Venus, el Sol y la Luna forman entre ellos la
figura llamada Provocat, una figura que transmite la idea de un ciclo propicio
a contrastar resistencias externas (en cualquier ámbito: familiar, social o
laboral) con energías renovadoras, por lo que es ideal para los cambios,
también ayudando a generar dinámicas que, de normal, se mantienen en el
inconsciente.
Es una
época de cambios, también propiciados por la mitad de los planetas en signos
mutables, así como el Nodo Norte, generando nuevos aprendizajes que nos instan
a salir de la zona de confort.
En esta
lunación se activarán experiencias de dualidad que pueden ocasionar crists
internas, confrontando alma y personalidad. Aprovecha para superar el abismo
entre tu pequeño yo y tu verdadera esencia.
Hércules y la Roja Manada de Gerión
El
duodécimo trabajo de Hércules, el último del ciclo y que corresponde a Piscis
(obediencia), consistía en acercarse hasta Eritia y capturar los bueyes rojos
del monstruo Gerión para finalmente llevarlos a la Ciudad Sagrada y ofreceros
en sacrificio a la Diosa Atenea.
Eritia
era una isla lejana y Gerión, un esperpento de tres hombres unidos entre sí,
tenía una manada de ganado rojo, custodiada por el pastor Euritión y un perro
de dos cabezas llamado Ortro.
Antes
de aventurarse a su cometido, siguiendo el consejo de su Maestro, Heŕcules se
acercó al templo a invocar la ayuda de Helios, por lo que le fue concedido un
cáliz de oro que le permitiría cruzar los mares hasta la isla.
Una vez
en Eritia, ya en la pradera, Hércules tuvo que luchar con Ortro, al que
finalmente derribó. Eurtitón, temeroso, le suplica entonces que le perdone la
vida y, a cambio le conduciría hasta la manada rojiza, que así fue.
Pero no
iba a ser todo fácil para nuestro héroe, y naturalmente apareció Gerión lleno
de furia, soplando fuego y llamas y enfrentándose a Hércules, que finalmente
disparó una flecha que atravesó sus tres cabezas.
Una vez
muerto Gerión, Hércules agrupó la manada y se dispuso a viajar hasta la Ciudad
Santa, aunque tuvo dificultades en controlar la manada y también se
desorientaba.
En
cualquier caso, Hércules cumplió su cometido y el Maestro le dio la
enhorabuena: a partir de ahora, sería inmortal.
Bienvenido,
la joya de la inmortalidad es tuya. Con estos 12 trabajos has superado lo
humano, y ganado lo divino. Has llegado al hogar, para no dejarlo más. En el
firmamento estrellado será inscrito tu nombre, símbolo para los luchadores
hijos de los hombres, de su destino inmortal. Terminados los trabajos humanos,
tus tareas cósmicas empiezan.
El mito un poco más de cerca
El
simbolismo del ganado colorado es el de los deseos inferiores y están cuidados
por un pastor (la mente) y un perro de dos cabezas (la materia y la naturaleza
física).
Hércules
se compadece del pastor y no lo mata. Pero su misericordia va mucho más allá de
su acto en sí.
La
decisión radica porque sabe que la mente es necesaria para llegar a la energía
espiritual y, por tanto, el pastor es imprescindible para esa evolución.
Centrándonos
en Piscis, nos encontramos ante un signo de muerte, desde la física a la de la
personalidad, pasando por la de una amistad o una devoción que han quedado
obsoletas. Incluso puede identificarse con la muerte de un Salvador del mundo.
Es un signo de redención.
Redención
significa, sobre todo, liberarse de la servidumbre de la vida en los tres
planos inferiores, es decir, liberarse de la rueda del renacimiento. Redención
significa desapego de los deseos y de los anhelos materiales y, en
consecuencia, transformación de la personalidad.
Pisics
es el signo de crucifixión y marca el fin de un ciclo zodiacal.
Grabado de Antonio Tempesta, alrededor de 1608.
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