Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

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A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

19 de marzo de 2023

Es Urgente Discernir

El paso de una Era a otra nos ha traído muchas sorpresas. Creo que cuando soñamos con Acuario se nos pasó por alto que antes de poder entrar de lleno a esa era soñada teníamos que pasar por el proceso de transición y ser testigos del colapso de todas las instituciones que no responden a los nuevos tiempos. Y ahí estamos. El mundo está convulsionando. Si bien la autoconciencia nos ha permitido reconocer la variedad de la vida, la diversidad infinita de la Creación, su más alta expresión, el discernimiento, nos ayudará a recorrer esta transición reconociendo lo verdadero de lo falso, lo esencial de lo no esencial, nos dará criterio propio, libertad de pensamiento y nos otorgará la libertad de poder elegir.

Nosotros, el Alma, tenemos en nuestra naturaleza interna tres

cualidades divinas: la voluntad, el amor sabiduría y la actividad inteligente. Debido a que hemos creído que somos nuestra mente, no la hemos utilizado correctamente, ni siquiera sabemos cómo callarla y su movimiento incontrolado hace que aquello que procede de nuestro verdadero ser se deforme y entonces las tres cualidades divinas sufren una inversión.

La voluntad se convierte en deseo cuando en vez de pensar qué debo hacer pienso qué deseo hacer. Este deseo se convierte en abuso, porque mientras más se satisface un deseo, más deseo se tiene y cuando no se satisface se convierte en enojo. 

El amor se convierte en emoción cuando hay apego y posesión, tornándose en amor personal que se mueve del odio al amor y del amor al odio con facilidad.

La actividad inteligente se convierte en astucia que es la actividad con fines egoístas. Cuando hay éxito aparece el orgullo y cuando no se consigue cooperación surge el prejuicio.

Al discernir sobre nuestra civilización decadente descubrimos una tendencia muy marcada que atenta contra el despertar de la conciencia aniquilando el poder de discernir que es la herramienta más necesaria en estos tiempos de crisis y de trascendencia en donde la vida, como mecanismo de supervivencia, nos pide que demos el paso del yo al nosotros.

Para darnos cuenta de esta estrategia de lo que podríamos llamar “las fuerzas involutivas”, basta con ver los medios de comunicación que venden, todos los días, los falsos valores y se logra, a través de la repetición y una cantidad de técnicas de manejo de la psiquis humana, que se crea que es verdad algo tan carente de lógica como que la felicidad se puede comprar; que uno vale por lo que tiene y no por lo que es; que el amor es el sexo, por lo tanto, la felicidad en el amor se mide por la cantidad e intensidad de los orgasmos; y que podemos solucionar los conflictos humanos matándonos los unos a los otros...

Lo que llamamos democracia y su brazo ejecutor en lo económico, el capitalismo, ha caído en la trampa de lo que combatió como el peor de los males del comunismo, “el adoctrinamiento” que anula el discernimiento y nos hace vulnerables de ser manejados por mentes que responden a intereses egoístas que esclavizan al hombre convirtiéndolo en un ser de consumo, olvidando las verdaderas necesidades del espíritu humano y deteniendo su camino evolutivo.

La libertad de expresión que nos otorgó el sistema, se ha utilizado sin amor y sin escrúpulos y nos ha llevado a la esclavitud. ¡Tremenda paradoja la de nuestros días! Somos libres de ser esclavos, luchamos por la paz, matando a otros e imponemos, “por la fuerza”, la libertad.  

Indudablemente, el problema más grave que tenemos es la falta de discernimiento. Ahí está el punto del meollo de la situación mundial, ahí está el impedimento mayor, lo que nos detiene y nos hace repetir los errores del pasado una y otra vez, inhibiendo la expansión de la conciencia, el desarrollo de la sensibilidad humana y el amor fraternal.   

La pregunta que nos tenemos que hacer es ¿tengo discernimiento o mi opinión está formada en los laboratorios de la propaganda que hoy se llama “marketing”? ¿Hasta qué punto se está manejando el miedo para que los humanos aplaudan lo que en un momento de serenidad condenarían? ¿Cuáles son los verdaderos valores humanos y cuáles son los inventados por una maquinaria que nos convierte en consumidores compulsivos? ¿Cuáles son las verdaderas necesidades humanas?

Es urgente pensar, reflexionar, darnos cuenta... En el jardín de la autoconciencia tiene que crecer su más bella flor que es “el discernimiento”, que nos hace libres en nuestro fuero interno. Y en esa libertad, descubrir que, en lo profundo de nosotros mismos, la existencia cobra significado y la vida recupera su esplendor.   

La conciencia del alma es conciencia de grupo, es la conciencia del nosotros que es capaz de reconocer e identificarse con el sistema que la contiene. Su amor es impersonal, estable, sin egoísmos. Es el amor que Cristo demostró con su vida y su enseñanza. Expresar ese amor es el paso inmediato que, como humanidad, tenemos que dar para solucionar los problemas que confrontamos.  

Es nuestra oportunidad y nuestro destino.

Con amor profundo, 

Carmen Santiago G.

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