Milena Llop
La llegada
de Saturno a Piscis marca uno de los acontecimientos planetarios importantes
del 2023, un tránsito que no sucedía desde hace 30 años. Descubre lo que nos
propone durante los próximos años.
Tránsito de
Saturno en Piscis, del pasado al presente.
La última
vez que Saturno atravesó la constelación de Piscis fue del 21 de mayo de 1993
al 7 de abril de 1996.
Resulta interesante revisar las efemérides de entonces y comprobar lo que dio de sí este movimiento que generó reformas y mejoras
importantes. Saturno es el representante del poder legislativo, marca el destino; es la ley en sus diversas manifestaciones y el arquetipo encargado de sentar las bases sobre las cuales edificar la justicia con firmeza y seriedad. Estos son algunos ejemplos de su paso en los años de su tránsito:La
Declaración de Principios para la autonomía de Gaza y Jericó, tras los acuerdos
de Oslo; Isaac Rabin y Yasir Arafat se dan al fin la mano.
La OLP
(Organización para la Liberación de Palestina) e Israel negocian un acuerdo
definitivo para Gaza y Jericó.
Los jefes
de Estado y de Gobierno de la OTAN acuerdan en Bruselas la creación de la
Asociación para la Paz, que integrará a países del antiguo Pacto de Varsovia.
Suecia,
Austria y Finlandia se incorporan como nuevos socios de la Unión Europea. Nace
la «Europa de los Quince».
En
Sudáfrica, se celebran elecciones libres y multirraciales, poniendo fin al
período conocido como "apartheid", en las que resultaría vencedor el
Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela.
En Viena,
un total de 84 países firman el primer acuerdo sobre seguridad nuclear.
En Berlín
se despiden las tropas de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, encargadas de
la defensa del sector occidental de esa ciudad desde el final de la Segunda
Guerra Mundial.
En Berlín,
los soldados rusos desfilan para salir definitivamente del sector oriental de
la ciudad.
Isaac Rabin
y Abdelsalam al-Majali, primeros ministros de Israel y Jordania, firman la paz
entre ambos países.
El Consejo
de Europa aprueba el Convenio Europeo de Bioética, primer instrumento de
investigación en los campos médico y científico.
Jordania
confirma la retirada israelí del territorio jordano ocupado desde 1967 en el
sur del valle de Araba.
Nace la
Europa sin fronteras para 7 países comunitarios: Alemania, Bélgica, España,
Francia Holanda, Luxemburgo y Portugal. Unos 215 millones de personas pueden
viajar por el «espacio Schengen» sin controles fronterizos.
En Nueva
York, más de 170 países deciden extender el Tratado de No Proliferación Nuclear
de forma indefinida y sin condiciones.
España
aprueba en el Senado, y por unanimidad, la abolición de la pena de muerte en
tiempo de guerra.
En Israel,
después de casi 30 años de ocupación, el Ejército abandona Ramala, sexta
localidad de Cisjordania en la que entra en vigor la autonomía palestina.
En Suiza,
científicos del CERN anuncian haber obtenido nueve antiátomos de hidrógeno, el
primer logro en la obtención de antimateria.
En
Palestina, se constituye el primer Parlamento elegido democráticamente y el
Consejo Nacional Palestino aprueba por mayoría la modificación de los artículos
de su Constitución que incitaban a la destrucción de Israel.
La lista es
muy extensa, con acontecimientos de carácter mucho más desestabilizadores, en
la que, por ejemplo, Rusia es una de las reiterativas protagonistas, o los
terremotos, 18 de magnitud que asolaron el planeta.
Pero lejos
de ser alarmistas, la realidad es que el tránsito de Saturno en el último signo del Zodiaco
Constituido dejó
muchas huellas a su paso y marcó toda una declaración de intenciones.
Los tránsitos
del pasado dejan rastros, y aunque no podemos ser deterministas ni soltar
vaticinios, el caso es que el nuevo ingreso de este planeta en su vuelta a
Piscis puede remarcar algunos acontecimientos de carácter similar, porque los
planetas, como nuestras memorias, son retentivos y repiten patrones de
comportamiento.
Tránsito de
Saturno en Piscis, del presente al futuro.
Hemos
detallado en otro artículo de referencia al tránsito de Saturno, las características de este planeta. Ahora se
trata de ver qué nos aporta el tránsito de Saturno en el signo representativo
de la Humanidad.
Saturno
entrará en Piscis el 7 de marzo de 2023 hasta el 13 de febrero de 2026. Dentro de ese periodo de tiempo, hará una
incursión en Aries del 25 de mayo al 1 de septiembre del 2025, regresando a
Piscis para terminar definitivamente su viaje.
Piscis es
el tercer signo de Agua, regido por Júpiter, con características muy notables,
muy destacables en cuanto a su capacidad de exteriorización emocional. Saturno
en Piscis va a actuar como moderador de esta manifestación
sentimental, ejercerá de filtro, de retención de lo que fluye espontáneamente
de la naturaleza emotiva. Esa contención es, de alguna manera, contra natura
para un signo que necesita producir y expresar pletóricamente sus anhelos.
Puede ser una gran ventaja para quien no sabe poner límites, o no sabe
organizarse, pero trastornar a quien no esté acostumbrado a moderarse, a
retenerse, a ser paciente y ponderado. Así que los efectos de este tránsito van
a depender de cómo se administre la influencia del Dios del Tiempo, del
encargado de regir los destinos del mundo; de Binah, severo instructor, o paciente maestro, según
el estudio del Árbol de la Vida.
Esta
situación puede producir un aparente rigor emotivo, una sensación de soledad, o
de extrema responsabilidad. Pero su propósito es sentar las bases de lo que
solo es conforme a la ley, de lo que se hace de forma coherente, de acuerdo con
las normas preestablecidas y todo lo que pueda resultar conflictivo será, de
alguna manera, eliminado.
Saturno la
emprende con las tendencias indeseables que se activan cuando las intenciones
del individuo no encajan o se orientan de forma contraria. Saturno marca el
peso de la ley y no es muy dado a las demostraciones afectivas, busca eficacia
y orden.
Las
tendencias más reticentes al cambio pueden sentirse respaldadas para seguir
perpetuándose en el poder, pero Saturno también busca aplicar la justicia y
construir un mundo en el que se ponga freno a las desigualdades, sean del tipo
que sean.
Tradicionalmente
se asocia a este arquetipo con el miedo, con el temor a perder, a envejecer, a
aislarse, a la frialdad de una prisión o de una relación exenta de calor
humano. Pero estos son los antiguos paradigmas que la Astrología Cabalística
deja de contemplar para abordar este tránsito desde una visión mucho más
integrativa y positiva.
El realismo
nos sirve como referencia. No obviamos que estamos en un mundo en el que los
extremos del liberalismo y del conservadurismo están en plena lucha de
intereses e ideales, pero lejos de tomar partido, la pretensión es exponer los
efectos de esta magna influencia saturnina durante los próximos años.
Las
lecciones de Saturno pueden promover y afectar las grandes decisiones
geopolíticas de los próximos años.
Saturno y su Hoz
Saturno es
el gran maestro de la técnica de choque que reza: “al revés te lo digo y te lo
impongo, para que lo entiendas”. Su representación gráfica en la mitología es
la de un anciano de larga barba blanca en actitud severa con una hoz en la mano,
símbolo de la siega que realiza a todo lo que está fuera del amparo de su Ley.
Su tránsito en Piscis de 1993 a 1996, marcó notables
acontecimientos, de los cuales enumeramos los más significativos y positivos en
un artículo anterior.
Destacamos entre otros, los acuerdos entre Israel y Palestina que llegaron a
firmar un tratado de paz o, en todo caso, de no agresión, que, como podemos
comprobar, se ha esfumado.
Se consolidó
la Europa de los “Quince”, con la pretensión de formar un bloque de unidad para
promover intercambios sociales, culturales, económicos, tecnológicos, etc…,
basados en un mayor nivel de empatía y cooperación…
Pero, a día
de hoy, si repasamos la hemeroteca de entonces, ¿cómo está el mundo ahora
respecto a todo lo que se fraguó hace 30 años?
Pues que la
globalización ha dejado enormes diferencias de clases; el nivel de conciencia
sigue dejando mucho que desear; el estado de bienestar está en claro retroceso;
los enfrentamientos bélicos se han recrudecido y aumenta la escalada de
violencia. Muchos de los escenarios de guerra de aquellos años siguen
tristemente activos tres décadas después… por poner solo algunos ejemplos.
¿Y qué
puede hacer Saturno al respecto para imponer orden en todo este caos?
¿Podemos
evaluar la posibilidad de que vuelvan a sentarse israelíes y palestinos para
acatar la paz?
¿Podemos
creer que se tomen medidas para mejorar el estado del bienestar, de la salud,
de la economía, de la sostenibilidad, etc.…?
¿Podemos
pensar en que va a imponerse el sentido común, la solidaridad, para que se
incrementen las ayudas comunitarias y que cese el goteo de un éxodo migratorio
que está costando tantas vidas?
¿Podemos
imaginar que se pongan de acuerdo Putin y Zelensky, sin más injerencias
externas y pacten el final de la guerra?
Si bien
Saturno en Piscis no es la panacea, pensemos que va a colocar las cosas en su
sitio, y que su influencia puede ayudar a zanjar disputas, desequilibrios,
poner freno al descontrol en cualquiera de sus manifestaciones. Espero que no
actúe con la misma severidad que lo hacía con sus hijos, a los que devoraba por
temor a que le quitaran el cetro, solo Júpiter pudo desafiarlo y destronarlo.
Por lo tanto, Saturno en los dominios de Júpiter, -es el regente de Piscis-, va
a tener que entenderse con lo que representa la expansión, la libertad, el
poder ejecutivo y el liderazgo. Podemos asistir pues a una lucha encarnizada
entre mantener lo antiguo, la tradición, el pasado, frente al desafío del
futuro, de la modernidad, de la expansión de nuevas corrientes de pensamiento y
de sentimientos.
Es cierto
que Saturno representa la vieja guardia, las grandes instituciones que quieren
seguir perpetuándose en el poder, pero también simboliza la prudencia, la
sabiduría de la experiencia, la madurez. El colectivo de la tercera edad
es uno de los protagonistas de este tránsito. Sus reivindicaciones pueden ser
efectivas, son las voces que claman por sus derechos y hay que escucharlas.
Nuestros mayores deben ser más respetados y menos “aparcados”, son
historiadores acreditados que aportan su conocimiento a la sociedad. La energía
saturnina puede tanto mantener, como reprender, conservar lo válido como lo
caduco, estructurar y reprimir, como también crear leyes de protección a los
menos afortunados. Equilibrar estas tendencias que pueden parecer antagónicas,
no resulta nada fácil.
¿Cómo
hacerlo?: pues sacando provecho de las enseñanzas del pasado para aplicarlas al
presente, porque las referencias nos permiten extraer conclusiones para
determinar lo que es válido y lo que no lo es; moderar, medir, controlar sin
excederse; calcular para evitar el derroche; ambicionar sin perder el norte y
vivir sin temor a envejecer, ¡pura alquimia!
Recordemos
una vez más, que Piscis es el signo que representa a
toda la humanidad,
y el encargado de volcar sus emociones, sus atenciones, su capacidad de amar, a
toda la sociedad. Es el gran “sacrificado” del Zodiaco. Saturno en
Piscis va a suponer una revisión de las cláusulas de nuestros
contratos, nos va a ayudar a reconsiderar nuestras líneas de actuación para ver
si son coherentes respecto al programa de vida asignado. A Saturno hay que
respetarlo, no temerlo, porque aliarse con el “maestro” siempre acaba saliendo
a cuenta para sacar más ventajas que inconvenientes cuando no hemos aprendido
la lección.
Todos los
signos van a tener a Saturno en un sector determinado, lo que veremos en un
próximo artículo. Pero sin duda las personas Piscis van a ser las que más van a
notar “las virtudes y las tareas” que proponga este arquetipo a lo largo de los
próximos casi mil días de su estancia en Piscis.
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