La Luna llena en Piscis tendrá lugar este 14
de septiembre de 2019
Se
aproxima una Luna llena mística y mágica, capaz de impregnar el ambiente y
nuestro mundo interior de misterio e inspiración, se trata de la poética Luna
llena en Piscis.
Esta puede, además, traer consigo cierta confusión y removernos a nivel emocional con su alta sensibilidad, haciéndonos sentir más vulnerables que de costumbre.
Este signo, intuitivo y de fértil imaginación, tiende a la ensoñación, a recrearse en sus fantasías, así como también a dejarse envolver fácilmente por sus miedos. Por ello, cuando la Luna transita por el mismo, hemos de ser muy vigilantes de nuestras emociones para no dejarnos arrastrar por esos miedos que se traducen en negatividad y desánimo. Cómo enfoquemos esa enorme capacidad pisciana de volar con la imaginación puede hacer la diferencia entre visualizar aquello que es deseable o dejarnos poseer o alienar por nuestros fantasmas.
En todo caso, la energía que experimentaremos con esta Luna tenderá a hacernos vivir interiormente entre nubes, ya sean blancas como el algodón o grises nubarrones de tormenta, nubes que en cualquier momento pueden desvanecerse para mostrarnos cuan ilusorias podían ser nuestras expectativas, mientras que, desde el polo opuesto, el Sol en Virgo nos invitará a actuar de manera realista y pragmática, así que tendremos que armonizar esta especie de conflicto energético entre dos áreas de nuestra vida que pueden verse confrontadas de alguna manera, buscando ese equilibrio que les permita dar curso a los acontecimientos que en conjunto manifestarán.
Por si fuera poco, el Sol estará acompañado de Marte, Venus y Mercurio, formando un stellium en el signo de Virgo, invitándonos a tomar acciones rápidas pero, eso sí, organizadas, y además consensuadas a través de una comunicación clara, veraz y objetiva, así como a obrar racionalmente, con voluntad y determinación pero de forma controlada y cooperativa, teniendo en cuenta cada detalle, así como la opinión que alguna otra persona implicada pueda aportar para la resolución de esos asuntos de tipo práctico que en este tiempo nos ocupan.
Puede que si las cosas no salen tan perfectamente como quisiéramos nos sintamos desilusionados o decepcionados. No obstante, hemos de tener en cuenta que la Luna llena en Piscis, que además se encuentra en conjunción a Neptuno y Lilith, puede generar cierto grado de confusión y complicaciones para las que habrá que estar preparados, aprovechando al máximo las energías precavidas, pragmáticas y resolutivas que el actual stellium en Virgo nos ofrece, para que sea posible atajar a tiempo los entuertos propios del ambiente pisciano reinante.
El peor lado de Piscis puede manifestarse, por ejemplo, a través del sufrimiento, la enfermedad, los despistes, confusiones, el engaño, la traición, la culpa, la negatividad, los miedos, el abandono, el victimismo, la queja, y es ante todas estas cosas que la energía de Virgo buscará hacer frente con su raciocinio, su interés por los detalles, su actitud precavida, realista, práctica, resolutiva y protectora.
Sin embargo, lo que también podría ocurrir con esta dinámica energética es que nos sintamos abrumados y desbordados por la abundante actividad virguiana que podría manifestarse, por ejemplo, como un exceso de trabajo, algún problema agudo de salud, la preparación de escritos que requieran cuidar especialmente los detalles, así como de una rigurosa corrección y consultas o asesoramiento, asuntos relacionados con animales domésticos que reclamen especialmente nuestra atención, algún tipo de exigencia o crítica en nuestras relaciones de pareja, o bien, cierta sensación de alejamiento de la misma, por asuntos de trabajo, de salud o por cualquier tema de tipo práctico. También podría darse algún tipos de cooperación entre hermanos en algún asunto de tipo práctico que seguramente requerirá de mucha atención al detalle, o que experimentemos una gran conexión con algún compañero de trabajo y trabajemos en sinergia con este para lograr los objetivos propuestos.
Tanta energía de Virgo puede recibir como respuestas desde el eje pisciano, donde encontramos a la Luna, Neptuno y Lilith, una búsqueda de evasión, ya sea a través de la música, la poesía o cualquier otra forma de arte inspirado, o bien, a través del cine, la televisión, vídeos, como también podría ser a través de los sueños o la imaginación. En el peor de los casos, esta evasión puede manifestarse a través de algún tipo de adicción o de un bajón anímico que nos aísle de esas responsabilidades o asuntos de tipo práctico que nos agobian y que, si bien puede que nos sintamos con la disposición inicial, las ganas a nivel físico e intelectual y una eficiente creatividad a nuestra disposición para atenderlos, es posible que a nivel emocional nos sintamos sobresaturados, drenados y agotados, y acabemos quejándonos y huyendo de alguna manera de tanta actividad.
Otra forma de
vivenciar la energía pisciana es a través de la espiritualidad. Esta
necesidad, nacida de lo más profundo del alma, de experimentar
nuestra dimensión más sutil y esencial, esa que constituye nuestra verdadera
naturaleza, puede emerger e a veces como respuesta precisamente al stress que
puede llegar a generarnos la rutina y el exceso de responsabilidades y asuntos
de tipo práctico.
La intensa confrontación energética que estará teniendo lugar en el eje Virgo/Piscis estará participando además de una T cuadrada de la que formarán parte El Sol y Marte desde el signo de Virgo, Lilith, Neptuno y la Luna, desde el signo de Piscis, y Júpiter desde el signo de Sagitario.
Este último planeta, que es el punto focal de esta T cuadrada, invita a una expansión difícil de conseguir en estos momentos y que sólo puede ser lograda a través de trabajo duro y de cierta capacidad de adaptación a las circunstancias, aunada a la inspiración y sensibilidad necesarias para apoyar cualquier avance. En cierta forma, nos veremos forzados a encontrar el justo equilibrio entre razón e intuición, entre trabajo y descanso, entre perfeccionismo y flexibilidad, etc., para poder responder a ese desafío expansivo que Júpiter nos presenta. Esto lo veremos reflejado en nuestros proyectos, que requerirán en este tiempo, por un lado, de un esfuerzo mayor, y por otro, de una sensibilidad muy afinada.
También podemos encontrarnos con dificultades, exigencias o retos relacionados con viajes o con asuntos relativos al extranjero.
Por otro lado, esta T cuadrada también puede afectar otro tipo de temas regidos por Júpiter, tales como la política, la religión, la educación superior, el deporte, etc., ámbitos donde se evidenciará de alguna manera esta tensión energética.
La dinámica establecida por la confrontación de fuerzas planetarias en el eje Virgo/ Piscis puede conciliarse también a través del ritual y la magia, no sin la tensión propia de la T cuadrada antes mencionada que podría plantear algún tipo de exigencia, reto o contrariedad al respecto pero también puede añadir la intensidad infundida por la fe y/o las creencias que fundamentan tales actividades y que estimulan su desarrollo.
Dado que tanto Piscis como su regente Neptuno guardan relación con el mar, es muy probable que se agudice algún conflicto relacionado con el ámbito marítimo, tal como puede ser el tema de las migraciones en el mediterráneo.
También es posible que el mar y el agua en general nos muestren su peor cara a través de algún tsunami, inundación o algún hundimiento, así como también es posible que se evidencie un aumento de problemas relacionados con especies marinas, tales como varamientos, pesca indiscriminada, etc. De igual manera, podría manifestarse un mayor índice de contaminación de las aguas, cosa que ya hemos venido viendo de un tiempo para acá con el grave problema del plástico. Esperemos, por supuesto, que todas estas cosas no ocurran, sin embargo, las energías están ahí y pueden manifestarse de una u otra forma.
Sea como sea, la enorme acumulación energética en el protector y resolutivo signo de Virgo, un signo además fuertemente vinculado a la ecología, nos llevará a abogar por encontrar solución a todos aquellos problemas que esté en nuestra manos solucionar, aportando nuestro granito de arena para ello, no sin las trabas de tipo político o cultural propias de la tensión inherente a esa T cuadrada de la que Júpiter participa como punto focal.
En todo caso,
tanto a nivel personal como colectivo, la Luna llena en Piscis despertará en
nosotros la compasión, el espíritu de sacrificio y entrega, el amor
incondicional y la necesidad de comunión con la totalidad de la existencia, tan
necesaria en estos momentos turbios, donde el sufrimiento y la confusión
parecen impregnar gran parte de la experiencia vital que representa estar en
este planeta.
La presencia de Urano en Tauro, también nos está ayudando a darnos cuenta de lo imperativo que es percibir la Tierra de forma consciente y obrar en consecuencia, liberándola de tanto daño, aprendiendo a vivir de forma sustentable.
Saturno y Plutón en Capricornio, que aún se encuentran en compañía del Nodo Sur, estarán conectados por trígono al Sol y Marte en Virgo, apoyando, de forma responsable y comprometida, la capacidad organizativa, el sentido práctico y el alto nivel de autoexigencia a que nos sentiremos llamados en nuestro accionar y proponiéndonos trabajar con voluntad e intensidad, reciclando toda esa fuerza que en algún momento nos asistió en el pasado en función de lo que la rutina actual nos está exigiendo, así como transformar las viejas estructuras para hacernos más eficientes y productivos.
Saturno y Plutón también estarán en aspecto, con Lilith y Neptuno, el primero, y con Neptuno y la Luna, el segundo, a través de sextiles, facilitando la concreción de algunos sueños, por un lado, pero también la toma de consciencia sobre aquello que es realmente cristalizable en el plano material y aquello que quizá sólo puede ser palpable a otros niveles o que necesita de una renovación estructural para poder verse plasmado. Estos sextiles también nos aportarán la resistencia y el poder necesarios para soportar los embates de cualquier situación negativa y nos ayudará a trascender viejos patrones limitantes que nos han venido estancando, gracias a la asistencia de ese Nodo Sur que acompaña a la conjunción Saturno/Plutón.
Es posible que esto nos ayude además a establecer una conexión más tántrica con nuestro mundo interior pues nos liberará de antiguos condicionamientos que nos han estado reprimiendo y dificultando el sentir más plenamente nuestra alma y nuestra dimensión emocional, sin ello no podremos llegar a experimentar más profundamente la sacralidad que allí se esconde.
Finalmente, este ciclo lunar, que inició con el novilunio en Virgo y tendrá su clímax con la Luna llena en Piscis en conjunción a Neptuno y a Lilith, hace referencia a un proceso de criba y perfeccionamiento interior que hemos de realizar en función de un florecimiento a nivel espiritual, a través de una toma de consciencia de todo el sufrimiento que ha sido reprimido, el cual precisa ser experimentado y, finalmente, trascendido, para poder así establecer una comunión más plena con esa energía profunda de lo femenino, de la Shakti, cuyo reconocimiento en nosotros es indispensable si realmente aspiramos a experimentar nuestra verdadera naturaleza.
Es la Shakti, con su misteriosa y divina fuerza, la encargada de sanar ese dolor ancestral producido por la ilusión de separación a medida que nos eleva hacia la fuente. Esta Luna llena, nos brinda, precisamente, la oportunidad de conectar a través del alma con esa fuerza, para ello hemos de reconocer y aceptar nuestras emociones y sufrimientos más arraigados a través de una profunda introspección, dejarlas brotar a través del llanto, los sueños, la poesía y arte en general y, posteriormente, ser capaces de sutilizar cualquier remanente, a través de la meditación y otras prácticas espirituales, así como del mismo arte.
Esta Luna nos propone pues, purificación, sanación y elevación, trascender culpas, perdonar, amar incondicionalmente, dejar fluir nuestras emociones y, finalmente, trascender el dolor que la ilusión de separación ha generado en nosotros.
Somos mucho más que nuestro cuerpo, emociones, pensamientos y condicionamientos, y es momento de asumir esto y aventurarnos a desafiar las falsas creencias que nos atan a una percepción errónea y fragmentada sumergiéndonos en el olvido de nuestra verdadera naturaleza, sutil, infinita, inabarcable y eterna.
Meditemos pues para propiciar esta experimentación.
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