Aprendemos de los kabbalistas que, antes de
la Creación de nuestro mundo, había un sistema simple y perfecto: el Creador
nos daba Luz y nosotros la recibíamos sin necesidad de ganarla. Sin embargo,
después de la Creación este dejó de ser el caso. La Creación fue diseñada para
permitir que nos ganáramos la Luz del Creador mediante la transformación de
nuestros deseos egoístas en deseos
altruistas. Por lo tanto, no podíamos
recibir la Luz como antes lo hacíamos. En lugar de recibir la Luz directamente
del Creador, debíamos atraer la Luz a través de nuestro trabajo espiritual.
"HABÍA UN
SISTEMA SIMPLE Y PERFECTO".
Hay dos lecciones importantes que Rav Áshlag
revela acerca de este proceso en Las Diez Emanaciones Luminosas. Él
explica que toda Luz revelada en los mundos superiores o inferiores proviene
del Mundo Infinito. A veces pensamos que el Mundo Infinito está a millones de
kilómetros de nosotros, pero en realidad cada acción espiritual revela Luz del
Mundo Infinito. Además, Rav Áshlag explica que esta Luz desciende a través de
muchas capas espirituales antes de que llegue a este mundo físico. Durante el
descenso de un nivel espiritual a otro, la Luz no desaparece del nivel
anterior. La Luz permanece en cada nivel que recorre. Imaginemos una vela que
sirve para encender otras velas; cada una permanece encendida mientras se
enciende la siguiente. Cada chispa de Luz que revelamos ha viajado desde el
Mundo Infinito a través de todo lo que existió antes de nosotros —cada mundo
espiritual y cada persona que nos antecedió— nuestros padres, nuestros abuelos,
nuestros tatarabuelos, y así sucesivamente. Fluye mediante esta cadena de
humanidad, como la llama Rav Áshlag, hasta llegar a nosotros.
Esto nos enseña que a pesar de cualquier
pequeña Luz que revelemos o experimentemos aquí en nuestra realidad, existe
mucho más que se revela en los mundos superiores. Una persona verdaderamente
justa pone gran énfasis hasta en las conexiones más pequeñas, porque sabe que
cualquier chispa de Luz que revelamos en realidad revela una cantidad enorme en
los mundos superiores. Tener este conocimiento debería despertar una
apreciación incluso mayor por nuestro trabajo espiritual. Las acciones
espirituales más pequeñas que realizamos resuenan profundamente en los mundos
espirituales de maneras que ni siquiera podemos percibir.
"HAY DOS
TIPOS DE LUCES QUE SE REVELAN".
La segunda lección consiste en la manera en
la que nos ganamos la plenitud duradera. Rav Áshlag explica que, cuando
hablamos de la Luz que pasa a través de diferentes fases hasta llegar a nuestro
mundo, hay dos tipos de Luces que se revelan. La primera se mezcla con la
Vasija y se unifica con ella, mientras que la otra permanece distinta y separada.
Cuando la Luz es de un nivel más elevado del que la Vasija puede manejar, no se
puede unir con la Vasija. Se queda con la Vasija, ya que sabemos que la Luz en
realidad nunca se marcha, pero deja una Luz pasajera e inestable.
El secreto aquí es que un individuo puede
recibir la Luz más grande de todas, pero si no se la ganó, si no ha
transformado su Deseo en un nivel que sea lo suficientemente elevado como para
unirse con esa Luz, la Luz no se vuelve parte de él. Tenemos la capacidad única
de transformar nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo en Deseo de Compartir.
Así es como nos ganamos que la Luz permanezca con nosotros como Luz eterna y
duradera. Este tipo de Luz, que los kabbalistas denominan Luz
Retornante, solo se puede revelar a través de nuestro trabajo espiritual y
nuestro proceso de transformación.
A lo largo de la historia, muchas personas
tuvieron revelaciones, grandes visiones y profecías, pero debido a que no
hicieron el trabajo, la Luz no permaneció con ellos. De la misma manera, muchos
hemos logrado recibir Luz, pero si no hacemos el trabajo para recibirla, la Luz
se quedará en su nivel más bajo. Cuando hacemos el trabajo espiritual y la
ganamos, solo entonces podemos lograr que sea duradera.
Estas poderosas lecciones de Rav Áshlag
deberían despertar una apreciación más profunda por nuestro trabajo espiritual.
Incluso las conexiones más pequeñas que hacemos revelan una enorme cantidad de
Luz en los mundos superiores. Y cuanto más esfuerzo hagamos para ganarnos la
Luz, más se vuelve parte de nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario