La próxima Luna llena en Aries tendrá lugar
el 13 de octubre 2019
La Luna llena en Aries que está por acontecer
puede hacer aflorar el guerrero que llevamos dentro, impulsándonos a luchar por
aquello que sentimos familiar, ya sea que se trate de nuestra casa, hogar,
territorio, familia o algún afecto en particular, así como a tomar decisiones e
iniciativas que satisfagan nuestras necesidades más acuciantes.
Tal es la esencia de la impronta energética
que la Luna llena en Aries propiciará para nosotros, por lo tanto, es tiempo de
prepararse para este momento cósmico haciendo acopio del coraje y la voluntad
que habitan en nuestro interior.
Este fogoso signo movilizará emociones
intensas, rabia, ansiedad, pasión, lo cual puede derivar en disgustos o
situaciones inquietantes y, en el peor de los casos, puede incluso desembocar
en actitudes agresivas y/o hechos violentos.
No obstante, si esta energía se manifiesta en un
nivel más alto de vibración o consigue ser adecuadamente canalizada puede
impulsarnos a tomar iniciativas o decisiones necesarias para el curso de
nuestra evolución, reafirmarnos interiormente, hacernos sentir la necesidad de
autoconocernos, de preguntarnos “¿Quién soy?”.
Igualmente, puede hacernos sentir más
proactivos, o bien, dar lugar a sucesos excitantes que animen nuestra energía,
que hagan fluir la adrenalina o bullir nuestra pasión.
Por esta razón, es importante saber canalizar
esa intensidad energética a través del ejercicio, algún deporte, el sexo, algún
emprendimiento o alguna actividad que nos permita movilizar la libido o fuerza
vital y darle cauce a esa energía interior, de lo contrario, podremos llegar a
sentirnos inquietos, incómodos, ansiosos o irritables.
En todo caso, lejos de reprimir sentimientos
como la rabia o el enfado, es importante sentirlos y tomar consciencia de ellos
para poder canalizarlos de forma sana y productiva.
Sea como sea, necesitaremos estar lo más activos
posible, sentir que actuamos, que emprendemos, que nos mantenemos en pie de
lucha, esa es la actitud interna que demanda esta Luna.
Otra de las necesidades que se movilizan
poderosamente con la Luna llena ariana es la de autoconocimiento y autoafirmación,
así que es buen momento para hacer trabajo interno en este sentido.
El planeta Marte, dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Aries, se encuentra actualmente en el signo de Libra, por lo tanto, son de esperarse conflictos de tipo diplomático, guerras en nombre de la paz, indecisión en los emprendimientos, necesidad de consultar a otros para tomar decisiones, etc.
El planeta Marte, dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Aries, se encuentra actualmente en el signo de Libra, por lo tanto, son de esperarse conflictos de tipo diplomático, guerras en nombre de la paz, indecisión en los emprendimientos, necesidad de consultar a otros para tomar decisiones, etc.
También puede propiciar el inicio de
asociaciones y/o relaciones transformadoras, intensas o que, por algún motivo,
se llevan en secreto, ya que Venus, dispositor del Marte librano, se encuentra
en el signo de Escorpio, esto quiere decir además que ambos planetas se
encuentran en recepción mutua, ya que Escorpio es, según la tradición, el
domicilio nocturno de Marte, por tanto, al estar ambos planetas cada uno en el
domicilio del otro, la dinámica energética propiciada por estos se reafirma y
refuerza entre sí .
La presencia de Marte en Libra puede también dar
lugar a conflictos de pareja que, dada la presencia de Venus en Escorpio, lo
que harán es intensificar la relación y, en algunos casos, podrían llevarla a
travesar un breve periodo de crisis que invitará a una profundización y
transformación de la misma, lo cual requerirá que sus miembros hagan el trabajo
interno que a cada uno corresponda e, incluso, un trabajo conjunto para que la
relación pueda evolucionar y trascender cualquier bloqueo o estancamiento que
pueda estar experimentando.
Si la relación resiste esta prueba podrá
salir renovada y más fuerte de todo este proceso pero, indudablemente, habrán
cosas que transformar a nivel estructural para facilitarlo.
Marte en Libra y Venus en Escorpio pueden
también dar como resultado un período de gran intensidad pasional, así como
también de mayor involucración y compromiso en la relación, una necesidad de
fusión con el otro y de disfrutar al máximo de la sexualidad, la seducción y el
erotismo.
Venus en Escorpio puede propiciar además una
conexión psíquica con la pareja y un sentimiento de empoderamiento a través del
amor, sin embargo, también puede surgir cierto sentimiento de vulnerabilidad
respecto al otro, así como los celos, el control, la manipulación, todo esto no
es más que el resultado del miedo a perder nuestro propio poder y esto es
porque quizá hemos cedido este poder al otro, el poder de destruirnos o
hacernos renacer y es aquí donde hay que tomar consciencia de la necesidad de
empoderarnos, que no quiere decir en ningún sentido dominar o someter al otro
sino recuperar el poder sobre nuestros sentimientos, dejando de supeditarlos o
condicionarlos al otro.
Es momento de ir a lo más profundo de nosotros
mismos para encontrar el poder renovador del amor en nuestro interior y si
bajamos acompañados por el otro disfrutar de esa alquimia compartida, a través
de la fusión y esa fusión requiere entrar profundo en nuestros corazones,
desalojar todos los miedos y entregarse por completo para, juntos, renacer, no
a través de una lucha de poderes sino, por el contrario, de aunar poderes,
intenciones, intensidad, pasión y de hacer del amor esa fuerza que nos
transforme profundamente y nos haga más sabios.
Hay que añadir, además, que la oposición
solilunar de este plenilunio, ubicada en el eje aries-libra (con el Sol en
Libra y la Luna en Aries) estará participando de una tensa T cuadrada con los
densos planetas Saturno y Plutón, que aún se encuentran en el signo de
Capricornio, lo cual añadirá el desafío de transformar las resistencias y todo
lo caduco, así como los miedos y condicionamientos limitantes que, de alguna
manera, están retrasando ciertas decisiones e iniciativas relacionadas, en
muchos casos con temas de pareja o de asociaciones, aunque también, en algunos
casos, pueden estar referidas a cuestiones como la belleza, la estética, el
arte, temas legales o contratos.
A nivel colectivo, esta configuración podría
hacer referencia, especialmente, a iniciativas relacionadas con asuntos
diplomáticos en las que las instituciones y las élites de poder llevarán el
mango por la sartén y manipulando, obstaculizando o estimulando acciones según
sus intereses.
Sea como sea, habrá resistencias que vencer,
apegos que soltar, estructuras que transformar o dejar atrás.
Es un momento de inflexión y requiere hacerse
responsable de la parte que nos corresponda en el proceso, así como cerrar
ciclo con algunas responsabilidades que hablamos asumido en asuntos con los que
ya cumplimos nuestra parte.
Con el Nodo Sur aún en conjunción a Saturno
en Capricornio hay karmas que se cierran y hay que asumirlo y colaborar
sabiamente con el proceso según corresponda.
El planeta Júpiter también estará muy
implicado en la dinámica energética de este plenilunio, ya que se encontrará
conectado por medio de un trígono a la Luna en Aries y de un sextil al Sol en
Libra, desde su domicilio en el signo de Sagitario, esto puede hacer referencia
a temas relacionados con viajes y estudios, o bien, a asuntos relacionados con
el extranjero que requerirán de mucho tacto pues estarán de alguna manera
asociados a profundas transformaciones estructurales que buscan sentar nuevas
bases en alguna cuestión de en nuestras vidas o del núcleo familiar
A nivel colectivo, toda esta dinámica energética se
hará notar a través de conflictos diplomáticos e, incluso, conflictos bélicos,
donde el juego político podrá inclinar la balanza hacia un lado u otro no sin crudas y transformadoras consecuencias para algunos según
la conveniencia e intereses de las élites del poder sin importar los daños que
sus directrices puedan llegar a ocasionar.
Como veis se trata de una lunación bastante
tensa pero que como todo en la vida nos dejará su aprendizaje. Hacernos cargo
de gestionar sabiamente y canalizar lo más sanamente posible la agresividad que
albergamos dentro es una buena manera de poner nuestro granito de arena en aras
de encontrar un equilibrio y proyectar lo menos posible esa agresividad en
nuestras relaciones y, más allá de ello, en el mundo.
Recordemos que somos cocreadores de nuestra
realidad, asumamos la responsabilidad que ello implica.
Y, finalmente, meditemos en esa fuerza primordial que habita en nuestro interior
y nos impulsa hacia la vida, meditemos en ese guerrero interno que, a través de
sus conflictos busca la armonía, quizá porque su paz se encuentra en un nivel
muy profundo que le es preciso explorar para transformarse y poder integrarla
desde la raíz. Meditemos también en esa voluntad que nos
sostiene en nuestras iniciativas y, si la vemos vacilar, es igualmente porque
necesita ser fortalecida a través de una profunda transformación, sólo entonces
nuestras iniciativas y decisiones tendrán el poder de hacernos renacer.
Que el optimismo de Júpiter en Sagitario nos
asista en estos tiempos de inflexión para que, no importa hacia donde se
incline la balanza, sepamos extraer sabiduría, abundancia y expansión.
Fuerza y fe, aunadas, nos permitirán fluir en
la rueda de la existencia para seguir aprendiendo y evolucionando.
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