Kabbalah Centre
Imagina por un instante
cómo sería tu día si supieras que en este momento —ahora mismo—
todo es exactamente como debería ser. ¿Cambiaría tu perspectiva sobre algún
asunto en tu vida? ¿Cómo respirarías, caminarías y hablarías sabiendo que
existe una perfección intrínseca en todo y en todos, incluyéndote a ti? ¿Cómo
te comportarías con un entendimiento profundo de que hay estructura debajo del
caos y un propósito elevado para todo lo que ha ocurrido, está ocurriendo y
ocurrirá en tu vida?
"EXPERIMENTA LA BELLEZA QUE EXISTE EN EL MOMENTO".
En el ajetreo de la vida
diaria es muy fácil ignorar el presente. Cuando no estamos concentrados en
nuestras interminables metas o listas de quehaceres, es probable que estemos
pensando en el pasado. Quizá tengamos remordimientos por lo que hemos hecho, o
tal vez nos estemos aferrando a memorias de nuestros años dorados. Es bueno
tener metas y sí, es bueno tener memorias, pero no a expensas de ver —y quizá
más importante todavía: experimentar— la belleza que existe en
el momento.
Desde luego, la razón por
la que nos cuesta mucho vivir en el presente es porque allí es donde,
desafortunadamente, se encuentran nuestros desafíos. El presente es donde nos
sentimos estancados. Miramos dónde nos encontramos y lo comparamos con dónde
queremos estar, y eso nos frustra. Puede ser que nuestro empleo o vida amorosa
dejen algo que desear, o quizá alguien nos ha lastimado y nos está costando
superarlo.
No podemos salir de la
rutina y ascender a nuestro próximo nivel espiritual sin antes aprender
a ver la perfección que existe en el ahora. Acoger el presente
no significa que no veamos a dónde queremos ir o cómo queremos crecer. No
significa reducir nuestro deseo ni dejar de esforzarnos por mejorar nuestra
vida. Simplemente significa que reconocemos y aceptamos nuestra situación
actual como un paso necesario en nuestro desarrollo. Al aceptar nuestras
circunstancias presentes como perfectas a su manera, podemos avanzar al futuro
con claridad y certeza.
"VER LA PERFECCIÓN QUE EXISTE EN EL AHORA".
Aprender a acoger el
presente no es una tarea fácil y es el trabajo de toda una vida. He aquí unos
cuantos consejos útiles para este proceso poderoso y transformador:
1. No huyas de tus
desafíos.
Es instinto natural
resistirse y luchar cuando las cosas se ponen difíciles. Queremos soluciones
inmediatas o, de lo contrario, nos sentimos impotentes. Cuando nuestra carrera
está estancada, por ejemplo, nos hace sentir que estaremos estancados en ese lugar
para siempre. Quizá nos haga reaccionar violentamente con otras personas o
actuar de manera irracional. Es importante hacer una pausa, dar un paso atrás y
simplemente observar los desafíos que enfrentamos. No podemos avanzar sin
primero evaluar las áreas que nos están causando dolor. Esto puede requerir una
exploración profunda hasta hallar la raíz. ¿De verdad es nuestro trabajo el que
nos molesta o es un problema de dinero? ¿Es un asunto de respeto? Ser abiertos
y sinceros con nosotros mismos puede revelar verdades ocultas de las que ni
siquiera somos conscientes.
2. Confía en que cada
situación es una bendición oculta.
Al otro lado de cada
desafío hay una bendición oculta esperando ser revelada. Vivir verdaderamente
en el presente es saber que la mano del Creador está en cada aspecto de nuestra
vida. No necesitamos verla. Solo tenemos que confiar en que está. De este modo,
podemos comenzar a ver los mismos obstáculos como bendiciones. El Creador no
nos da nada que Él no considere que podamos manejar (¡eso quiere decir que
debemos ser muy resistentes!). Tener certeza en el Creador significa saber que
Él tiene las mejores intenciones para nosotros, incluso cuando no podamos verlo
de esta manera. Cada obstáculo, sin importar cuán difícil sea, es una oportunidad
para aprender y crecer.
Cuando aceptamos nuestros
errores como pasos necesarios en nuestro crecimiento y desarrollo, dejamos de
mortificarnos por ellos. Cuando aceptamos los sentimientos heridos y los
corazones rotos como parte de un proceso positivo que tiene la capacidad de
transformarnos en mejores personas, ya no sentiremos la necesidad de
obsesionarnos con ellos. Cuando podemos aceptar que estamos justo donde debemos
estar en cualquier momento dado —no, en todo momento dado— los
temores, las dudas, las preocupaciones y las ansiedades se disiparán.
3. Cuenta tus bendiciones.
No, de verdad. Cuéntalas.
Tan solo inténtalo. Son infinitas. Estudios afirman que si tienes ropa para
usar, un techo sobre tu cabeza y un lugar donde dormir, eres más rico que el 75
% de la población mundial. Si tienes dinero en el banco o en tu billetera,
estás dentro del 8 % de las personas más ricas del mundo. Si estás leyendo este
artículo, eres más afortunado que los tres mil millones de personas en el mundo
que no saben leer.
La verdad es que no podemos
comenzar a imaginar verdaderamente cuán benditos somos en la vida, pero lo que
podemos hacer es cambiar la perspectiva con la que percibimos nuestras
dificultades. Imagina que te invitaran a un hermoso resort tropical con la habitación
más perfecta que puedas imaginar. Entras en la habitación y tiene todo lo que
podrías desear. En la esquina de esa habitación descubres una mancha en el
suelo. Ahora imagina pasar toda tu estadía en esta habitación observando la
mancha, obsesionándote con ella, deseando que no estuviera ahí o que
desapareciera. Suena gracioso, pero así es como nos comportamos en nuestra vida
diaria. Nuestros problemas son muy pequeños en comparación con nuestras
bendiciones. Al enfocarnos en lo positivo, seguramente tendremos una
experiencia de vida más positiva.
4. Celebra el Shabat.
En el Centro de Kabbalah
creemos que Shabat no es un precepto religioso, sino un evento cósmico. Es un
día en el que toda la humanidad solo está revestida de positividad, y todas las
personas pueden acceder a la energía de renovación y restauración.
Los kabbalistas enseñan un
gran secreto acerca del poder de Shabat. Se dice que si puedes visualizar a
todas las personas y todas las cosas como perfectas, por tan solo este período
de 24 horas, facilitará ver la perfección que hay en todo durante el resto de
la semana. Pruébalo y observa. Prueba ver la perfección que existe en Shabat.
Quizá te ayude a ver la perfección del presente a lo largo de
la semana.
5. Ábrete a la orientación.
Todo es posible a través
del Creador, no podemos lograrlo solos. Pide al Creador la fuerza y la claridad
para avanzar. Busca las oportunidades y permite que el Creador te oriente.
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Cuando no aceptamos los
desafíos en nuestra vida, actuamos con miedo, ira, dolor o preocupación en el
presente. Al hallar la Luz en cada situación, podemos aprender de esta y
esforzarnos por ser mejores versiones de nosotros mismos.
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