Por Parvati Kumar
Escorpio es un signo fijo. Al ser el
octavo signo, indica muerte -la muerte de la personalidad- y, con el tiempo, el
nacimiento del alma. Es un signo de muerte y resurrección final. El hombre ha
de morir a su orgullo, a su ego y a todas sus falsas adquisiciones para renacer
como un alma resplandeciente, amorosa y compasiva.
Aunque Escorpio es un signo fijo y se
lo considera muy rígido, la comprensión
esotérica es otra. Escorpio puede ser
tan flexible como rígido. Esto se debe a que Escorpio está regido por el
segundo elemento, el agua. Los Escorpio pueden ser profundamente devocionales y
permanecer dedicados a una causa, que puede ser noble o ignorante.
El poder le llega a Escorpio de Marte,
su regente. En las profundidades de Escorpio, Plutón es el regente definitivo.
Los relatos griegos en relación a
Escorpio muestran a Escorpio como Faetón, el orgullo, o a Orión y el apego emocional
de Artemis. Orión simboliza a Tauro, mientras que Artemis simboliza a Cáncer.
La pasión de Escorpio y su dedicación
están gobernadas por el color de la sangre roja. Los números de la suerte de Escorpio
son el 8, 11, 18 y 22.
Los Escorpio son ingeniosos,
valientes, apasionados, tozudos y amigables. Son amantes de la verdad y les apasiona
ser precisos. Castigan la deshonestidad de manera silenciosa. Son determinados
y decididos, y son líderes sin corona. Proporcionan al polo opuesto el
liderazgo para equilibrar la balanza. Los signos solares de Leo y Aries encuentran
su némesis en Escorpio.
Solo a través de meditaciones profundas se puede penetrar en los
secretos de Escorpio. Que los aspirantes indaguen en sí mismos en Escorpio para
ver la debilidad de sus personalidades y la belleza del alma
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