por
Sarah Varcas
No hace falta decir que
estamos viviendo tiempos intensos. Se extiende el miedo, proliferan
informaciones y opiniones contradictorias que nos proporcionan claridad un
minuto y nos confunden al siguiente. Los colectivos han cerrado (con qué
facilidad esa palabra se ha convertido en un término cotidiano) y nadie sabe
exactamente qué va a pasar en el futuro. Está creciendo una profunda
inquietud. Algo en nuestro mundo va mal, al margen de la aparente amenaza
de una enfermedad física.
Nuestro planeta necesitaba
una corrección desde hace tiempo y el estado actual de las cosas, a su manera,
la está haciendo posible. Los ríos corren más claros. El aire está
más limpio. Se puede escuchar el canto de los pájaros en las ciudades, que
antes quedaba ahogado por el rugido de los motores y la
maquinaria. Mientras la raza humana se confina, la Madre Naturaleza
continúa con sus asuntos. La naturaleza se beneficia de nuestro retiro
masivo. Hemos sido un virus para la Tierra durante demasiado tiempo y
debemos sanarnos antes de que sea demasiado tarde.
La pausa
A pesar de las primeras
apariencias, vivimos un momento de oportunidad, de cambio fundamental e
irreversible. Las cosas nunca son lo que parecen, ni tan evidentes como
parecen. Junto con el miedo están surgiendo nuevas verdades. Y
también la compasión, la innovación y un sentido más profundo de solidaridad, a
medida que el mundo se va adaptando a la quietud. Se ha presionado el
botón de pausa. Estamos siendo reiniciados. ¿Te imaginas que, gracias
a esto, 2020 fuera el año en que la raza humana reconociera su efecto
destructivo sobre el planeta que prometimos cambiar? ¿Qué nos ayudara a detener
nuestra carrera hacia la destrucción? Imagina que bastase con una pausa
global que nos detuviera y nos abriera los ojos a todos...
La actividad planetaria
actual habla tanto de un gran desafío como de una sanación profunda. La
verdad se eleva como una burbuja, rompiendo la dura superficie de la
complacencia o la negación. Nadie esperaba llegar tan rápidamente a donde
estamos ahora.
En este momento muchos
temen por su propia vida o la de sus seres queridos. Pero, en medio de este
pánico planetario, todos los esfuerzos para mantener el espacio colectivo y el
sentido común aportan ondas de tranquilidad a la consciencia global. Cada
momento individual de paz ayuda a reequilibrar las escalas colectivas.
El miedo también es un
virus, ¡y altamente contagioso! Ni siquiera necesitamos estar cerca de
alguien para contraerlo. Pasa a través de las ondas, de Internet, del
teléfono, en forma de mensajes de texto y videos. Pasa a través de la
televisión y la radio. Y es difícil ser inmunes a eso. Parece que
cuanto más expuestos estamos, más temerosos nos volvemos. Por eso en este
periodo es importante que nos cuidemos más a nosotros mismos y que cuidemos a
los demás. Que seamos gentiles y amables, pensando en los que más
dificultades tienen. Para algunos, el aislamiento es la panacea que les
proporciona una sensación de seguridad. Para otros, supone una amenaza
existencial a la frágil estabilidad (ahora cortada) que nos aseguran las
relaciones sociales, en medio de un clima de incertidumbre y miedo.
La solución
Todos somos parte de la
causa, pero también de la solución. Los múltiples aspectos de nuestro
mundo están tan entrelazados que no es posible separarnos ni reclamar que no
participamos en su tejido. Neptuno transitando por su propio signo,
Piscis, nos recuerda que todos procedemos de la misma Fuente y que regresaremos
a ella. Lo que llamamos “yo” es nuestra presencia envuelta por nuestro
cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma. Nos sentimos
individuos, aunque sólo lo seamos relativamente. Formamos parte de un
todo, cada uno está diseñado de manera única para desempeñar su "parte
específica". La reflexión sobre esta interconexión es vital ahora
para contrarrestar cualquier tendencia a la polarización. Y a la mentalidad de
'el hombre es un lobo para el hombre' o a la alarmante actitud de que 'cada uno
piensa sólo en sí mismo' que ha vaciado los estantes de las tiendas y hace que
los más vulnerables tengan que luchar por sobrevivir.
Pero con Júpiter en
conjunción con Plutón (el 5 de Abril de 2020, ambos en cuadratura
con Eris) nunca ha habido mejor momento para que el
desmoronamiento se convierta en un avance, o para que la tragedia se convierta
en un triunfo. A diferencia de la simple conjunción Saturno/Plutón de
Enero de 2020, esta conjunción
ocurre tres veces (las dos siguientes serán el 30 de Junio y 12 de
Noviembre de 2020). Por lo que representan un proceso más largo de ajuste y
recalibración que el repentino cambio de Enero. Ahora que hemos llegado de
forma acelerada al nuevo terreno de Saturno/ Plutón estamos orientándonos,
descubriendo cómo funcionan las cosas en este extraño y nuevo mundo, y cuánto
podemos influir en su futura formación.
Júpiter nos habla de
aprender a través de la experiencia, de descubrir las verdades más
fundamentales de esta vida manteniendo la mente y el corazón abiertos. Nos
recuerda que siempre hay algo nuevo que conocer, que experimentar y de lo que
maravillarnos. Júpiter nos mantiene en constante expansión, empujándonos a
explorar más allá de nuestra zona de confort y a abrazar lo que allí
encontremos. No es de extrañar que cuando Júpiter se une a Plutón, el
Señor del inframundo, la mayoría de las personas se sientan presionadas de un
modo u otro a salir de su zona de seguridad personal.
El poder
La alianza actual de
Júpiter con Plutón de inicio a un proceso de trece años que desenterrará los
aspectos más oscuros de la sombra de la humanidad y nos enseñará a utilizar las
energías transformadoras disponibles. En Capricornio, significa que la
autosuficiencia pragmática será clave para nuestro viaje. Por otro lado,
el Nodo en Cáncer nos recuerda que todos formamos parte de un Único
Ser, que dependemos unos de otros. Lo que hacemos por los demás, lo
hacemos por nosotros mismos. Ni Júpiter ni Plutón cederían nunca su
poder. Ni tampoco debemos hacerlo nosotros, ni siquiera para no sentir
miedo. Lo que no significa tener que negar o reprimir el miedo. Pero
podemos conocer nuestros sentimientos sin concederles la última palabra sobre
nuestras actitudes ni sobre las decisiones que tomamos. Júpiter y Plutón
nos invitan a descubrir lo expansivos que podemos ser incluso cuando tenemos
miedo, cuán vastos podemos llegar a ser si le permitimos estar presente sin que
defina lo que somos.
Todos podemos
hacerlo, aunque no podemos hacerlo solos. No debemos permitir que el
aislamiento nos defina, ni dejar que degenere en miedo y recriminación, en
culpabilizar a otros o en señalar con el dedo. El aislamiento es una norma
puntual, no un estado del ser. Todos intentamos superar esto de la mejor
manera posible y algunos pueden cometer errores. Habrá diferencias de
opinión respecto a lo que está sucediendo, a cuáles son los verdaderos
problemas y qué debería hacerse. Pero seguimos siendo Uno, ¡podemos unir
nuestras manos en espíritu aunque no podamos hacerlo físicamente! En lugar
de calcificarnos en el miedo, mantener el corazón abierto y la mente expansiva
puede prepararnos para albergar nuevas posibilidades.
En la primera conjunción de
Júpiter/ Plutón, Marte está en conjunción con Saturno en Acuario, ambos en
trígono con Venus. Aquí vemos la posibilidad de innovación: una
oportunidad para dar a luz ideas sólidas que nos ayuden a salir de este
momento de miedo. Si estás atrapado en casa, tal vez sea hora de escribir
ese libro que siempre dijiste que escribirías, de trabajar en ese invento que
siempre tuviste en mente, de idear un nuevo plan de negocios…de reflexionar
sobre tu carrera, escribir poesía, pintar, bailar, escribir chistes nuevos,
escribir cartas, de una limpieza de primavera en casa o de trabajar en el
jardín. O, simplemente, de pasar tiempo contigo en la calma del
aislamiento, escuchando esa pequeña voz que solemos desoír en la era
moderna. Es posible que te sorprenda lo que te dice estos días.
La renovación
Este periodo nos convierte
a todos en místicos, retirándonos a nuestros mundos internos mientras nos sustraemos
del exterior. ¿Quién sabe qué revelaciones tendremos si nos permitimos
quedarnos en calma y en silencio? ¿Qué perlas de sabiduría esperan en los
límites de nuestra conciencia durante un tiempo así?
Júpiter y Plutón tienen
mucho que ofrecernos este año: una enorme sabiduría, verdades profundas y un
potencial asombroso. No debemos permitir que la narrativa del miedo ahogue
nada de eso, ni que nos prive de la posibilidad pura de cada
momento. Incluso el miedo puede ser un sabio maestro, si le dejamos serlo.
Marte en conjunción con
Saturno en Acuario nos pide que atemperemos nuestros nervios y nos mantengamos
fuertes. A partir de ahora lo que necesitaremos es una perspectiva nueva y
audaz para seguir avanzando, no volver a lo de antes cuando este periodo haya
pasado. Solo podemos avanzar. No hay otra dirección posible. El
mundo ha cambiado en un abrir y cerrar de ojos, pero el verdadero cambio se ha
producido en nosotros. Estamos esperando nuestras nuevas alas, como hace la
oruga en su crisálida. Mientras el mundo exterior se aleja nos licuamos en
nuestra cámara de aislamiento, esperando el momento adecuado para nuestra
reaparición. Júpiter y Plutón dicen que podría pasar un tiempo antes de
que podamos estirar nuestras nuevas alas, pero cuando lo hagamos... ¡Dios
mío! Serán tan hermosas...
Sarah Varcas
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
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