Según la cosmovisión China el 2024 es el año del Dragón, una fuerza inconmensurable que refiere a la vida rítmica, trayendo virtud y ahuyentando demonios. Habitante de las aguas y los cielos encarna lo mejor de cada animal que lo compone, lo que amplifica su poder y fortaleza ya que es la suma de un colectivo.
Ojalá
nos inspire su fuerza milenaria para transformar los destinos de necesidad que
quieren trazarnos.
Comparto
aquí una pequeña leyenda.
Felicidades compas hermos@s!!
El
vacío central
“Siempre está vacío y no puede ser llenado, es el vacío anterior al mundo. El Tao, es el vacío anterior a los dioses”
Treinta
radios se unen en el centro; pero solo el agujero nos permite usar la rueda.
Modelamos
el barro en forma de vasija; y es solo su vacío el que permite usar la copa
Levantamos
paredes en toda la tierra, pero son sus aberturas las que permiten habitar la
casa.
Así
pues, de la existencia provienen las cosas
Pero su valor, de lo que no existe
El
Dragón y el Fénix
Cuando
todavía las aguas no estaban controladas y los ríos en su desborde arrasaban
los campos, la diosa, madre de lo vivo después de toda calamidad, procreó
benéficos descendientes que terminaron ordenando el caos diluvial.
Trabajando
en el control de los ríos, de los lagos, del mar y de las nubes, los brillantes
dragones navegaron por las aguas y por el cielo.
Con
zarpas de tigre y garras de águila, rasgaban con estruendo las cortinas de lo
alto que chispearon ante el descomunal embate y dejaron en libertad a las
lluvias.
Ellos
dieron cauce a los ríos, contención a los lagos y profundidad a los mares.
Hicieron cavernas de las que brotó el agua y por conductos subterráneos la
llevaron muy lejos para que surgiera de pronto, sin que el asalto abrasador del
sol la detenga.
Trazaron
las líneas que se ven en las montañas para que la energía de la tierra fluya,
equilibrando la salud de ese cuerpo gigantesco. Y muy frecuentemente tuvieron
que luchar con las obstrucciones que provocaban dioses y humanos ocupados en
irresponsables afanes.
De
sus fauces brotó la niebla vivificante y húmeda, creadora de mundos irreales.
Con sus escamosos cuerpos serpentinos cortaron las tempestades y dividieron los
tifones. Con sus poderosos cuernos; con sus afilados dientes, ningún obstáculo
fue suficiente, ningún enredo pudo permanecer. Gustaban de aparecerse a los
mortales. A veces en los sueños, a veces en las grutas, a veces en el borde de
los lagos, porque ahí solían tener sus escondidas moradas de cristal con
frondosos jardines de frutos destellantes y piedras preciosas
El
dragón celeste, Long inmortal, siempre puso su actividad al servicio del Tao y
el Tao lo reconoció permitiéndole estar en todas las cosas, desde lo más grande
a lo más pequeño, desde el gran universo hasta la partícula insignificante.
Todo ha vivido gracias al Long. Nada ha permanecido inmutable salvo el Tao
innombrable, porque aún el Tao nombrable muda y se transforma gracias a la
actividad del Long. Y ni aún los que creen en el Cielo y el Infierno pueden
asegurar su permanencia. Pero el Long ama al ave Fénix, el Feng que concentra
el germen de las cosas, que contrae aquello que el Long estira. Y cuando el
Long y el Feng se equilibran el Tao resplandece como una perla bañada en la luz
más pura. No lucha el Long con el Feng porque se aman, se buscan haciendo
resplandecer la perla. Por ello, el sabio arregla su vida conforme al
equilibrio entre el Dragón y el Fénix que son las imágenes de los sagrados
principios del Yang y el Yin. El sabio se emplaza en el lugar vacío buscando el
equilibrio.
El
sabio comprende que la no-acción genera la acción y que la acción genera la
no-acción.
Que
el corazón de los vivientes y las aguas del mar, que el día y la noche, que el
invierno y el verano, se suceden en el ritmo que para ellos marca el Tao.
Al
fin de esta edad, cuando el universo haya llegado a su gran estiramiento,
volverá a contraerse como piedra que cae.
Todo,
hasta el tiempo, se invertirá volviendo al principio.
El
Dragón y el Fénix se reencontrarán.
El
Yang y el Yin se compenetrarán, y será tan grande su atracción que absorberán
todo en el germen vacío del Tao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario