José Stevens
Al día de hoy probablemente estás bien enterado de que estamos en un cambio masivo de paradigma en este planeta y que este cambio transformacional ha estado esperando el momento durante un largo, largo tiempo. Diversas profecías, incluso de los Mayas, Toltecas, Hopis y de los tibetanos han identificado el actual conjunto único de circunstancias como la señal de cambio extraordinario en el planeta. El cambio climático, las extinciones, migraciones épicas de población, autoritarismo, el derrumbe de estructuras de gobierno y sociedades, polarización dramática, y las numerosas posibilidades para un desastre completo, son todos los marcadores del cambio. Estos cambios ya no son solo una posibilidad o una proposición para algún tiempo; están realmente teniendo lugar aquí y ahora. Entonces la
pregunta del día es ¿Qué hacemos ahora? Antes de poder responder a esa pregunta, necesitamos mirar cuidadosamente la estructura del cambio y entender el proceso de lo que estamos atravesando. De otro modo, solo nos estamos aferrando a las pajas, fracasando en comprender cómo hacer los cambios que necesitamos hacer.Típicamente,
cuando miramos a la historia del mundo, podemos dividirla en períodos de
millones de años que tenían todos algo en común: precámbrico, triásico,
jurásico, y las eras cretácicas cuando reinaban ciertas plantas y animales, y
así entender las condiciones fundamentales en la tierra. Más recientemente, en
los últimos dos millones y medio de años, tenemos los prototipos de humanos y
luego en períodos recientes del tiempo que muestran un tema común como la edad
de hierro, la edad de bronce, etc. La raza
humana sigue una serie de etapas que están todas dentro de un contexto similar
y retrospectivamente podemos ver los pasos y saltos graduales, o a veces
rápidos, en el desarrollo. Cuando el cambio ocurre, vemos que el mundo se
convierte en un lugar nuevo y la gente tiene que adaptarse rápidamente o
quedarse atrás. Diversos homínidos tempranos se extinguieron y dejaron el mundo
a tipos más exitosos que eventualmente resultaron en el Homo Sapiens, e incluso
continuamos adaptándonos a diversas edades como la preindustrial, la
industrial, y la edad de la información. Cada una de estas edades pone enormes
exigencias sobre nosotros para adaptarnos y cambiar completamente nuestra forma
de vivir y alguna gente prospera con los cambios y otros fracasan en adaptarse
y van desapareciendo.
Los
cambios que ahora están teniendo lugar en la tierra son los más grandes que los
humanos hayan enfrentado jamás, pero la mayoría de la gente no sabe esto
todavía porque, o bien lo niegan, o simplemente no están bien enterados aún, ya
que están concentrados en sobrevivir o en las tareas cotidianas. Lo que ahora
tenemos es un cambio de paradigma; un conjunto
generalizado, integral, de cambios a los que tenemos que adaptarnos
física, intelectual, emocional y espiritualmente. Si fracasamos en alguno de
estos, no podemos sobrevivir. Muchas personas hoy ven esto como un desafío tan
grande que creen que probablemente no sobreviviremos, y dejaremos el planeta a
las cucarachas. Francamente, al
considerar el estado de cosas, es fácil llegar a esta conclusión, pero no es lo
que será. Sobreviviremos y nos adaptaremos y estaremos mejor por eso. ¿Cómo
puedo decir esto? En primer lugar, la mayoría de las profecías concuerdan en
que lo haremos, pero tal vez apenas por un pelo. Además, un vasto número de
maestros espirituales, psíquicos, médiums, y humanos grandemente concientes
también concuerdan que esto no será el fin de la raza humana. Solo es el fin de
una era y el fin de ciertos sistemas de creencia y filosofías que han terminado
su curso y ya no son sustentables.
En
el pasado han tenido lugar cambios muy grandes a los que nos arreglamos para
adaptarnos porque, a pesar de su tamaño, tuvieron lugar dentro del mismo rango
vibratorio u octava con que los seres humanos estaban familiarizados. Cuando la
gente cambió de la edad preindustrial a la de la electricidad, tuvieron que
saltar por aros, pero todavía estaba todo dentro del contexto de una misma
octava. Ahora, por primera vez en la historia humana, estamos realmente
cambiando de octava, y esto es enorme. Por un momento, tratemos de comprender
lo que esto significa. Anteriormente, el
cambio era de una nota a la nota siguiente, o un semitono más alto, o incluso
un salto de varias notas. Todas estaban en la misma escala. Ahora estamos
saltando una octava completa, o podríamos decir que estamos dejando atrás la
vieja octava, una octava que los seres humanos han estado cantando desde que
fuimos soñados. Esta octava más vieja
solo permitía ciertas creencias, comprensiones y perspectivas. Dentro de esas
perspectivas solo eran posibles actividades en número limitado.
Por
supuesto, siempre ha habido excepciones y anomalías. Hay amplia evidencia de
que algunas personas han sido capaces de levitar, caminar sobre el fuego, vivir
sin comer, etc. Aun cuando la evidencia
es clara, la mayoría de las personas en la vieja octava simplemente no lo creen
posible y descartan de plano la evidencia. ¿Por qué? Porque no está en la
octava en la que ellas están actuando. Una versión moderna de esta incapacidad
de reconocer la evidencia está en la actual controversia respecto a si un presidente
del pasado fue impedido de un segundo término por traición. Un gran número de
seres humanos normales, incluso educados, simplemente no pueden aceptar ninguna
evidencia en contrario, porque no encaja dentro de su paradigma.
Para
comprender el salto desde una octava más baja a una más alta, necesitamos una
ilustración que pueda captarse mentalmente. Imaginen que durante muy largo
tiempo los seres humanos existieron en una atmósfera donde todo se
experimentaba a nivel pélvico. Pueden tener una impresión de esto simplemente
poniendo su percepción conciente en su pelvis e imaginando que todo lo que ven,
sienten y perciben se está procesando a la altura o nivel de sus genitales.
Ahora imaginen que un día fueran a saltar al nivel de los hombros y empezaran a
percibir el mundo por medio del tórax superior. Eso sería un cambio dramático,
¿no es así? Si estuvieran percibiendo al
mundo a través de la región del corazón y todos los demás estuvieran en la
octava de la pelvis, ustedes tendrían experiencias vastamente diferentes de lo
que parecería ser el mismo mundo. La gente todavía en nivel pélvico no sabría
de qué estarían hablando ustedes, e insistirían en que ustedes estaban
equivocados y tal vez serían malos. Ustedes, por otro lado, se sentirían
frustrados porque ellos no pueden tener su experiencia y fracasan en ver su
punto de vista. Podría haber algunas discusiones calientes o rechazos,
destituciones y cosas así. Ustedes probablemente buscarían gente que hubiera
hecho el mismo cambio y con quienes pudieran hablar, y sentirían una tremenda
validación y alivio al encontrarla. Así mismo, los de visión pélvica sentirían
alivio al ver que ustedes se iban y ellos podían continuar en su compañía
mutua.
Este
es el estado actual de las cosas. Lo único es que ese cambio desde visión
pélvica a visión del pecho será rápido, dentro de los próximos cincuenta años
más o menos. Eventualmente solo habrá unos pocos aislados entre las almas más
jóvenes. Probablemente seguirán buscando la mutua compañía, tal como las
personas que no creen en ningún tipo de tecnología o medicamentos, y se
encuentran con otros con quienes fraternizar.
En
esto hay otro tema. El viejo paradigma se está terminando, y como un
calendario, llega al último día del año que podríamos imaginar que podría estar
en nivel pélvico. En circunstancias normales, uno simplemente conseguiría un
calendario nuevo de nivel pélvico pero que todavía estaría en el mismo sistema
de calendario. Sin embargo, qué pasaría si el último día fuera realmente el
último día en que un calendario estuviera a nivel pélvico y ya no hubiera un
calendario nuevo similar para comenzar el día siguiente. El último día colgaría
en el espacio a nivel pélvico como un tren colgando de un acantilado donde
antes había un puente. Habría un nuevo sistema de calendario empezando, pero
estaría más arriba de la montaña, a nivel del pecho y los hombros, en unas vías
diferentes cruzando el cañón. Tendrían que resolver dónde esta nueva vía férrea
empezaba más arriba en la montaña, cruzar el cañón y trepar allá para abordar
de nuevo. Ninguno de sus recuerdos anteriores, entrenamiento, educación, o
herramientas, serían de ayuda en este nuevo tren. Tendrían que aprender todo un
nuevo conjunto y por un tiempo podrían sentirse perdidos.
Entre
tanto, los que abordan el nuevo tren pronto se darían cuenta de que sus viejos
recuerdos, creencias, percepciones y herramientas no tienen sentido aquí en
este nuevo tren. Incluso aquellos que se habían entenado largo tiempo para este
evento mismo podrían estar sacudidos hasta sus cimientos y muy confundidos por
un tiempo, porque nadie puede prepararse completamente para un misterio. Toda
la narrativa con que estaban identificados respecto a quiénes eran ellos, aquí
ya no funcionaría. Sería como si la narrativa, su historia, no tuviera
referencias aquí, no tuviera sentido en absoluto. Su identidad como hombre
blanco o mujer negra ya no tendría ninguna relevancia. De manera similar, su
identidad como mujer heterosexual o como
hombre gay o persona trans no tendría ningún significado. Se volvería un gran
“¿Y qué?”, así como su edad y cualquier número de otros identificadores, Solo
imaginen esto mentalmente por unos pocos momentos. Qué tal si todos sus
identificadores ya no encajaran, tal como si fueran a aterrizar en un planeta
nuevo sin criaturas sintientes que no se parecieran a ustedes en nada. Eso podría ser interesante, pero difícil para adaptarse.
La
buena noticia es que será muy interesante y tan gratificante que no nos
importarán los cambios. De hecho, la mayoría de las personas van a dar un
enorme suspiro de alivio y decir, “Gracias a Dios, ya era hora. Toda mi vida
estuve esperando esto.” Miraremos hacia atrás con horror por lo que estábamos
soportando. De hecho, no podremos imaginar por qué alguien quisiera aquellos
viejos días de luchar por el dinero, el estatus, y la competencia para
sobrevivir. Incluso los desafíos del cambio climático y las condiciones más
difíciles ya no parecerían tan problemáticas. Nos adaptaremos porque esa es una
de las cosas para las que estamos hechos los humanos. Es la razón por la que
somos una especie tan exitosa. ¡Listos! ¡Prepárense! ¡Vamos!
©2023
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José Stevens
José Luis Stevens, Doctor en
Filosofía, is the president and co-founder (with wife Lena) of Power Path
Seminars, an international school and consulting firm dedicated to the study
and application of shamanism and indigenous wisdom to business and everyday
life. José completed a ten-year apprenticeship with a Huichol (Wixarika)
Maracame (Huichol shaman) in the Sierras of Central Mexico. In addition, he is
studying with Shipibo shamans in the Peruvian Amazon and with Paqos (shamans)
in the Andes in Peru. In 1983 he completed his doctoral dissertation at the
California Institute of Integral Studies focusing on the interface between
shamanism and western psychological counseling. Since then, he has studied
cross-cultural shamanism around the world to distill the core elements of
shamanic healing and practice. He is the author of twenty books and numerous
articles including Encounters With Power, Awaken The Inner Shaman, The Power
Path, Secrets of Shamanism, Transforming Your Dragons and How To Pray The
Shaman’s Way.
José
Luis Stevens, Doctor en Filosofía, es presidente y cofundador (con su esposa
Lena) de los Seminarios Power Path, una escuela y consultora internacional
dedicada al estudio y aplicación del chamanismo y la sabiduría indígena al
comercio y a la vida cotidiana. José completó un aprendizaje de diez años con
un Huichol (Wixarika) Maracame (un chamán huichol) en las Sierras de Méjico
Central. Además está estudiando con los chamanes Shipibo en el Amazonas peruano
y con los Pagos (chamanes) de los Andes en Perú. En 1983 completó su
disertación doctoral en el Instituto de Estudios Integrales de California,
enfocada en la interfaz entre el chamanismo y la terapia psicológica
occidental. Desde entonces, ha estudiado el chamanismo intercultural en todo el
mundo para destilar los elementos centrales de la sanación y práctica
chamánica. Es autor de veinte libros y numerosos artículos incluyendo:
Encuentros con el Poder, Despierta al Chamán Interior, El Sendero del Poder,
Secretos del Chamanismo, Transforma a tus Dragones, y Cómo Orar a la Manera
Chamánica.
Traducción: M. Cristina Cáffaro
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