La imitación es venenosa.

La característica de la religión que nos trasmiten los falsos religiosos, es la imitación. Insiste en la imitación: imitar a Buda, imitar a Cristo, imitar a Mahavira: imitar. Imitar a alguno. No seas tú, sé otro. Y si eres tan necio, puedes obligarte a ser una persona que no eres.

Nunca serás otro. En el fondo, es imposible. Seguirás siendo el que eres, pero puedes forzarte tanto que casi comiences a parecerte al otro.

Todo hombre nace con una individualidad peculiar y todo hombre tiene un destino.

La imitación es un delito, es criminal. Si tratas de convertirte en un Buda, podrías

convertirte en imitación de Buda. Te parecerás a Buda, caminarás como Buda, hablarás como Buda, pero no acertarás. Perderás todo lo que ya te había dado la vida. Porque Buda sólo hay uno. No está en la naturaleza del mundo repetirse.

Dios es tan creativo que nunca repite nada. No encontrarás otro ser humano en el presente, en el pasado ni en el futuro que sea exactamente igual a ti. Nunca ha ocurrido. El hombre no es una máquina, no es como los coches Ford en la línea de montaje, que se pueden producir millones idénticos. El hombre es un alma, es un individuo.

La imitación es venenosa.

Nunca imites a nadie o serás víctima de las seudoreligiones, que no es de verdad una religión.

Osho