“ Por las mañanas, contempla el entorno. Por las tardes, arranca las malas hierbas. La alegría y el esfuerzo de un día son parte de todo el viaje ”.
Si tu único propósito es alcanzar la comprensión interna, no es algo difícil de lograr. Una persona promedio que trabajó junto a un buen guía durante 12 años podría desarrollar tal habilidad. Este tiempo es incluso menor que el requerido para convertirse en un músico, atleta o pintor excepcional. Si tienes la fortuna de aprender con la
persona adecuada, podrías lograrlo en mucho menos tiempo.Pero,
¿qué nos aporta realmente este logro? Muchos de nosotros damos tanta
importancia y significado a la conciencia interior que, al final, el propósito
mismo se convierte en un medio. Lo que no debemos perder de vista es que seguir
el camino del Tao implica conservar hasta el final el entusiasmo y la pasión de
nuestros primeros días como aprendices. El despertar interior es fundamental,
pero no lo es todo.
Una
persona que sufre hambre solo puede pensar en comida. De manera similar,
alguien espiritualmente hambriento solo se enfoca en el despertar interior. Si
comparamos a alguien que ha asimilado correctamente la enseñanza del Tao con
una persona saciada, veremos una perspectiva similar. Los seguidores del Tao no
consideran la iluminación interna como su objetivo supremo. Para ellos, la
conciencia es un medio, no un fin. Lo verdaderamente importante es la vida
misma.
El
concepto de “larga vida” en la enseñanza del Tao no expresa un deseo de vivir
eternamente, sino que simboliza la necesidad de hacer de nuestra existencia
algo hermoso y significativo.
Fuente: Escuela Claridad
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