Traducción: Fara González
Para la mayoría de las personas el despertar es gradual. Es muy poco
frecuente una transformación drástica y súbita y usualmente ocurre solamente
ante un sufrimiento extremo – sufrimiento que viene desde el interior o de una situación
real tal como una enfermedad severa, pérdida o algún otro tipo de dolor.
Entonces hay la posibilidad de un cambio radical y súbito.
Pero para la mayoría de las personas es un despertar gradual y una ida y
retorno por así decirlo. Puede haber un regreso a patrones inconscientes
disparados por situaciones, entonces el regreso a mayor presencia. Pero como
regla hay un incremento gradual en presencia que entonces fluye hacia más y más
áreas de su vida.
No hay fin para la profundización. Sean felices con lo que les sucede y
si se necesita algo más, la vida se los dará. En general para quienes abrazan
voluntariamente el surgimiento de nueva conciencia, disminuye grandemente la
necesidad de dolor para servir la función de maestro espiritual o para domar al
ego.
Ahora para quienes no se abren al surgimiento de nueva conciencia, es
como si hubiese una concha egoíca alrededor de algo dentro de ellos que quiere
crecer pero no puede, que está presionando esa concha y que comienza a ser algo
doloroso. En muchas personas esta concha del ego puede experimentarse
también como un anhelo profundo interno por algo que no pueden nombrar.
Y entonces lo que tiende a hacer la vida es romper la concha mediante
algún tipo de evento, cualesquiera que este sea – pérdida del empleo, de su
hogar, de su compañero/a. También podría ser algo físico, lo que sea siempre
será un shock, una grieta que ocurre y entonces la luz puede penetrar. Al
principio la grieta es dolorosa y hay algún grado de sufrimiento, entonces de
pronto, “aaa” – una intensificación de la conciencia de vida.
He conocido tanta gente a lo largo de los años que han tenido algún tipo
de golpe fuerte que les ha dado la vida, el universo, la suerte – como quieran
llamarlo – y retrospectivamente han reportado, “que fue lo mejor que pudo
sucederles”. Muchas personas me han dicho “no estaría aquí hablando con usted y
si no me hubiera sucedido”. Y estoy seguro que hay personas que leen esto que
dirán lo mismo. ¡Sé que yo
puedo decir lo mismo”. Sin sufrimiento intenso no estaría yo aquí.
Siempre está la gracia escondida tras eventos aparentemente negativos (y
si escuchan las noticias hay abundancia de cosas extremadamente negativas).
Pero todos estos desafíos son potencialmente experiencias para el despertar. El
ego exige seguridad, decir cosas como “no sería bueno que no tuviera que
preocuparme por mi empleo y que pudiera realmente lograr el despertar y la
presencia”. Pero no, si ese fuera el caso posiblemente se irían a dormir. Con
un 100% de seguridad casi todos se irían a dormir, teniéndolo todo resuelto
como si nada pudiera salir mal.
La vida no es así de todas formas, así que aunque hubiera algo de
seguridad en el nivel financiero o profesional por supuesto todavía
enfrentarían la inseguridad de su vehículo físico – y la inseguridad o falta de
predictibilidad de la gente que les rodea.
Así que para vivir con la inseguridad o incertidumbre de lo que les
pueda ocurrir – yabrazarla realmente – es algo maravilloso. En
lugar de pensar con temor “no sé qué me va a suceder” y respecto a la inseguridad
de todo ello, ábranse a la inseguridad porque es la vida. La vida realmente fluye más poderosamente cuando hay incertidumbre.
La esencia de cada experiencia humana es que es incierto lo que sucederá
mañana. No obstante es ahí donde se hace posible la transformación. Si ustedes
niegan la incertidumbre pensando “quiero certeza” entonces es como cerrar las
válvulas a través de las cuales entra la vida y la posibilidad de
transformación.
Es por eso que la idea tradicional de la peregrinación es universalmente
importante en todas las culturas. El propósito real tras ello nunca fue llegar
– sino la incertidumbre de la experiencia en sí misma, que tiene un efecto
transformativo. La gente sabía eso quizás intuitivamente, y se transformaban
durante su peregrinación.
Abrazar la incertidumbre de la vida, vivir con ella y comenzar a amarla
tiene otro efecto interesante en términos de creatividad. La creatividad
aminora ante la seguridad excesiva. Si observan las vidas de los grandes
artistas y escritores de la historia, la mayoría no tenía un ingreso seguro, la
supervivencia era insegura. Pero es ahí donde surge la creatividad y donde se
hace posible el despertar.
Así, lo que el mundo llama “negativo” no es necesariamente negativo.
Cuando escuchan las noticias, recuerden que siempre hay otra versión de todo. Y
las dificultades que se viven colectivamente estos días también son
potencialmente una apertura al despertar.
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