por Eckhart Tolle
Traducción: Fara González
A
medida que crece la percepción las personas comienzan a pensar que se están
‘poniendo peor’ por así decirlo, pero simplemente se están volviendo más
conscientes de lo que ha estado ahí durante años. La gente a menudo me pregunta
si se están ‘poniendo peor’ porque todavía pueden detectar patrones
disfuncionales o reactivos en sí mismos. No es como si esos patrones
desaparezcan simplemente a medida que crece la percepción, es solo que ustedes
están más conscientes de ellos.
Finalmente
al volverse más conscientes de los patrones reactivos pueden verlos mientras
que antes ustedeseran ellos. Hay una gran diferencia entre ver un
patrón dentro de sí mismos y ser el patrón – o ser usado por este, fundiéndose
con el mismo o actuando según este totalmente.
Los
patrones condicionados – o comportamientos egoicos pudiéramos decir – no se van
inmediatamente al volverse ustedes presentes. Ellos tienen su impulso –
especialmente asociados con los residuos emocionales que llamamos ‘cuerpo de
dolor’. Ellos pueden mantenerse activos durante un tiempo, aun cuando la
presencia esté evolucionando.
Usualmente
la secuencia es que después que una persona experimenta enojo – o cualquier
reacción inconsciente relacionada con el cuerpo emocional o con ciertos
patrones mentales – la percepción se presenta después, una vez que la energía
del ataque del cuerpo de dolor haya desaparecido. Esto puede durar un tiempo
para algunas personas, para otras una hora, dos horas, tres horas antes de que
despierten y digan “¿qué fue eso?”
Afortunadamente
la brecha en el tiempo entre el evento y el regreso de la percepción tiende a
acortarse a medida que se vuelven más presentes – y eventualmente surgirá
inmediatamente después de que haya ocurrido o aun cuando la energía esté
todavía ahí pero ya no en su punto máximo – en ese punto ya ustedes están
conscientes de lo que está ocurriendo. Y entonces el gran paso de avance ocurre
cuando en medio de ello ustedes lo perciben.
En
medio de esto, ya hay una percepción mientras todavía ocurre. La percepción
está ahí justo en el momento que el enojo, por ejemplo, se hace presente; y
justo antes de que se externalice y se exprese. Cuando el impulso del enojo
viene, la percepción está ahí; y en ese momento entonces ustedes tendrán la
elección de cómo expresarlo – no controlarlo – sino de tomar una respiración
consciente, o caminar a algún lugar o simplemente estar ahí como presencia y
dejar que pase a través de ustedes.
Entonces
después puede que sientan que el impulse ya no es tan fuerte como antes y lo
notan justo cuando se presenta – e inmediatamente ustedes
están ahí como la presencia. Y el impulso enfrenta la luz de la presencia y se
diluye. ¡Así que sean pacientes consigo mismos!
También
puede suceder que a medida que la presencia comienza a fluir en otras áreas de
su vida – sus relaciones y así sucesivamente – el ego se uno al cuerpo de dolor
por así decirlo. Se retira a una esquina de la vida de ustedes donde se asienta
y dice “no me voy de ahí”. Es como si el resto de su vida estuviera mejorando
grandemente pero existiera un área en una pequeña esquina donde se refugian el
ego y el cuerpo de dolor.
Por
ejemplo, una persona en su vida hacia quien ustedes mantienen un fuerte
rechazo. Todo lo demás está bien, ustedes perdonan a todos los demás. Pero
existe esa persona y en el momento en que piensan en ella o se
menciona su nombre, los invade un enorme flujo de inconsciencia. No tiene que
ser una persona, pudiera ser un grupo de personas. O pudiera ser el dinero.
“Estoy bien con todo, siempre que nadie mencione el dinero”.
Así
que siempre que descubran un patrón disfuncional inconsciente en ustedes, no
significa que hayan fallado; quiere decir que están ahí. Siempre es algo
bueno verlo en ustedes mismos.
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