Por
Jennifer Hoffman
http://enlighteninglife.com
Traducción:
Rosa García
Sería
fantástico si pudiéramos borrar el pasado y empezar de nuevo, sin rastro alguno
de tristeza y sin ciertos recuerdos. Pero sabemos que la vida no funciona así.
Incluso cuando hemos gestionado algo de forma concluyente, el pasado vuelve a
surgir cuando menos lo esperamos. ¿Por qué sucede esto? Porque el pasado
sirve a un propósito útil en el presente y necesitamos esa información para
tomar decisiones, a menos que queramos seguir repitiendo el pasado. Sin las
lecciones del pasado, no sabríamos cuál es el mejor camino que podemos elegir
hoy.
Cuando
nos encontramos en un espacio de transición o en una encrucijada el pasado se
vuelve nuestro mejor amigo, porque suele recordarnos lo que ya no queremos en
el presente. Aunque tengamos la sensación de que esos remanentes del pasado
aparecen para recordarnos en qué nos equivocamos, o las malas decisiones que
tomamos, entonces nos parecían las mejores opciones disponibles. Solo después
de haber vivido con ellas, ya al final de su “camino energético”, sabemos que
hoy elegiríamos opciones muy diferentes. En lugar de considerarlo
un fracaso, podemos verlo como un recordatorio del camino que fue mejor en aquel
momento, conscientes de que ahora podemos buscar otras opciones.
Si
juzgamos nuestro pasado como un gran fracaso porque no somos felices ni ricos,
ni tampoco tenemos éxito, entonces no estamos utilizando la información que
tiene para nosotros de manera efectiva. Debemos considerar la frecuencia
energética de nuestras elecciones, nuestra propia vibración, nuestro miedo y lo
claros y confiados que estábamos entonces. También debemos tener en cuenta las
expectativas que teníamos respecto a los resultados que esperábamos, qué
estábamos dispuestos a tolerar o con qué pensábamos que podíamos conformarnos.
Porque así fue como tomamos la decisión final en cada una de nuestras
elecciones pasadas. Y podemos considerar nuestra intuición (nuestro sistema de
orientación interior, el nexo entre nuestra voluntad, la Voluntad Divina y el
Espíritu) como el puente que nos ayudará a trazar un rumbo hacia una vida más
plena y dichosa de la que tuvimos hasta ahora.
A
nivel energético, el pasado nos proporciona la referencia de la frecuencia
energética del presente. Es el punto al que no queremos “ regresar”,
cuando no deseamos repetir lo que ya experimentamos. Sin embargo, nuestro
pasado es un fabuloso punto de partida para lo que deseamos crear en el
presente, y también nos recuerda aquello que deseamos cambiar. Piensen en algo
que “nunca querrían volver a hacer”. Por decirlo así, esa toma de conciencia
marca en la arena una línea energética que no desean volver a cruzar repitiendo
esa experiencia.
También
debemos tener en cuenta nuestra intuición y cómo lo utilizamos en el pasado.
Ella es nuestro sistema de orientación interno, la pequeña voz que solemos
pasar por alto cuando dice: “No, no hagas eso”, o “Seguramente esa no es la
mejor elección”. ¿Alguna vez intentaron tomar una decisión y todas las puertas
se les cerraban? ¿Suponía un gran esfuerzo continuar adelante?¿Qué pensaron
después de los resultados? Ese es un ejemplo de cómo actúa nuestra intuición
cuando intenta orientar nuestras elecciones hacia una solución más positiva.
Pero, si no la escuchamos, los resultados serán muy diferentes de lo que
podrían haber sido.
Cuando
escuchamos nuestra intuición nos embarcamos en nuestra conexión espiritual más
poderosa y nos expandimos para alcanzar nuevos potenciales en nuestra vida. Por
el contrario, si no confiamos en nosotros mismos, si juzgamos nuestras
habilidades (y nuestros resultados del pasado) y si limitamos nuestra
expansión, entonces, en lugar de ser una amistosa guía de confianza, nuestra
intuición se convierte en una voz molesta que intenta evitar que hagamos lo que
queremos. Es algo que debemos considerar honestamente cuando volvemos la vista
atrás. ¿Ignoramos entonces nuestra intuición e hicimos algo diferente de lo que
nos aconsejaba?¿Estábamos tan concentrados en nuestro propio objetivo que
ignoramos todas las demás posibilidades? También podemos invitar a nuestra
intuición a que nos ayude a evaluar nuestras opciones en el presente y
encontrar nuevos caminos potenciales, evitando así repetir un pasado que no
queremos volver a vivir.
Si
combinamos los resultados del pasado, el potencial de futuro y nuestra
intuición (como nuestra guía que nos orienta hacia las mejores y más elevadas
soluciones), obtenemos una fórmula para la manifestación que nos ayudará a
tomar decisiones más poderosas. Por tanto, en lugar de lamentar el pasado,
podemos ponerlo a trabajar para nosotros como marcador de lo que deseamos
evitar en el presente. Y eso nos permitirá establecer la vibración energética
para nuestras próximas elecciones, de manera que el pasado no vuelva a
repetirse en el ahora.
Jennifer
Hoffman
Derechos
de autor reservados © 2016 por Jennifer Hoffman. Pueden citar, traducir,
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