Esta semana,
leeremos en Shabat de Sucot la misma porción que leímos durante Jol Hamoed de
Pésaj. A nivel superficial, esto puede parecer un poco redundante. ¿Acaso no
leímos sobre esto hace seis meses? ¿Por qué lo necesitamos escuchar otra vez?
Los kabbalistas
enseñan que los meses entre Nisán y Elul son considerados como meses
masculinos, tiempo para sembrar semillas, nuevas ideas y planificar. Los meses
femeninos, desde
Tishrei hasta
Adar, son el período que acabamos de iniciar en
Rosh Hashaná.
Estos meses son considerados como los meses de manifestación.
Todos hemos estado
en nuestro propio viaje durante los últimos seis meses. El estudio espiritual y
trabajo interior que hemos hecho probablemente nos han dado a todos ciertas
ideas sobre quién queremos ser, cómo nos queremos comportar, qué tipo de futuro
queremos crear para nosotros y quizá incluso para el mundo. Ahora es el momento
de tomar esas ideas, esas semillas que plantamos con nuestra conciencia y
comenzar a actuar conforme a ellas.
¿Cómo hacemos
esto? Afortunadamente, tenemos ayuda del universo. La razón por la que leemos
la misma porción ahora, al inicio de los meses femeninos, tal y como lo hicimos
al inicio de los meses masculinos, es para dar un impulso de energía adicional
para ayudarnos a comenzar este nuevo período de tiempo con buen pie.
A nivel práctico,
tanto tú como yo, sólo debemos dar el
primer paso. A
menudo, cuando se trata de manifestar las muchas ideas que tenemos, intentamos
hacerlo todo de una sola vez. Usualmente, esto nos lleva a desgastarnos y esto
nos regresa al punto de inicio; mientras que si al menos hubiésemos dado un
primer paso habríamos avanzado hacia nuestra meta.
En los siguientes
siete días, piensa en una cosa que puedas hacer para acercarte a tus ideas y
actúa en consecuencia. Por ejemplo, supongamos que alguien decide comenzar a
estudiar el Zóhar. ¡El primer paso puede ser adquirir el Zóhar! El segundo,
sacarlo de su empaque, tenerlo en sus manos, sentir su energía y ver lo que le
hace pensar. El tercer paso puede ser recorrer visualmente el Zóhar, leerlo y
eventualmente estudiar su sabiduría.
Así es como se
realizan los grandes cambios... paso a paso.
Esta semana, que
dar el primer paso sea tu verdadero norte.
Karen
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