Un Maestro no puede
crear o eliminar tu karma. Y ningún ser, ni siquiera un Maestro, puede asumir
responsabilidades por tu vida, por la manera en que elijas utilizar tu energía;
pero un Maestro puede ayudarte a comprender lo que representan unas elecciones
y tus experiencias. Te puede proporcionar el conocimiento que te permitirá
elegir con responsabilidad y lleno de esperanza, a elegir justamente. Por
tanto, la capacidad de atraer hacia uno mismo de manera consciente la guía y la
asistencia procedente del exterior del mundo físico, a comunicarse
conscientemente con un Maestro y con aquello situado fuera del mundo físico, es
un tesoro que no puede describirse, un tesoro que se encuentra más allá de las
palabras y que no tienen precio.
Cada una de las
decisiones que tomas tienen como consecuencia inmediata que realices un
movimiento de acercamiento a tu personalidad o a tu alma. Cada decisión que
tomas es una respuesta a la pregunta: “¿Qué eliges para aprender el amor?”,
“¿qué eliges para aprender el auténtico enriquecimiento: la duda y el miedo o
la sabiduría?”.
Éste es el acto
primero definitivo de la libre voluntad: ¿Cómo deseas aprender? Y la pregunta
continúa en cada una de las situaciones de la vida. Ésta es la cuestión
central.
En cualquier momento
en que se dispone de la oportunidad, en cada circunstancia, la cuestión es:
“¿Elegirás el camino de la duda y el temor o el que conduce al Árbol de la
Sabiduría?”.
Fuente: Internet
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