Cuando las circunstancias externas de la vida nos hacen pensar con pesimismo y sentir desaliento, entonces es el momento de detenernos y saber que ¡Por ahí no es! La queja, la protesta y el enojo nos llevan a abandonar todo protagonismo y dejarnos atrapar por la comodidad y la inercia.
“Nada
puedo hacer, el encierro, la pandemia, la injusticia…” Este es el discurso
detrás del cual nos escondemos, el que nos permite seguirnos quejando sin hacer
nada. Dejando toda responsabilidad en manos de alguien con más poder, con más
fuerza, con más dinero.
Nuestra tarea como Servidores de la Vida, como Servidores de la Luz, como co-creadores con Dios, es saber que el pesimismo, el temor, el desaliento, no son energías con las que podemos crear un Mundo Mejor, una Cultura de Paz, una Civilización de Justicia y Belleza.
¿Qué
hacer? ¿Cuáles son nuestras herramientas, nuestras posibilidades, cuando todo
nos parece negado? Ahí es cuando aparece la fuerza de los sueños, la fuerza del
pensamiento, la fuerza de la imaginación.
Soñemos
no con la ensoñación difusa de los inertes, sino con la fuerza con la que
fueron capaces de soñar los grandes de la historia. Recuerda el sueño de Martin
Luther King de que los hombres de piel negra se pudieran sentar en la misma
mesa y comer juntos con los hombres de piel blanca. Recuerda el sueño de San
Martin de ver libre a la América del Sur del dominio español. Recuerda el
“delirio del Chimborazo” que inspiró a Bolívar y el gran anhelo de Martí el
poeta libertario de Cuba cuando cantó que “con los pobres de la Tierra
quiero yo mi suerte echar”
Soñemos,
hermanos, con un pueblo, un país, una nación, un planeta donde las necesidades
de los vulnerables son atendidas eficientemente, donde los vínculos entre las
personas son sanos, correctos, alegres. Soñemos con gobiernos sabios, con
pueblos que no se corrompen, con humanos comprometidos con sus hermanos.
Soñemos que la buena voluntad, encerrada en el corazón de cada persona en esta
tierra aflora y vivimos juntos, convivimos sin violencia, con buen trato, con
tolerancia en profunda cooperación.
Cuando
soñamos con detalles y concentradamente atraemos esas situaciones y se vuelven
realidad para nosotros. Los pueblos que no sueñan perecen; soñemos y salgamos
cantando cada mañana a trabajar para poner ladrillo a ladrillo, las bases de
una nueva realidad.
No
esperemos a que otros lo hagan, tengamos la fuerza y el valor para empezar.
Con
amor, Marta Paillet
LUNA
LLENA DE SAGITARIO
Miércoles
30 de Noviembre - Hora Meridiano GW- 09:30
“Veo
la Meta, alcanzo esa meta y luego veo otra”
Tipo
de Energía: autodirigida
Función:
llegar a la meta
Elemento:
Fuego
Rayos:
4to. 5to. y 6to.
Regente
Exotérico: Júpiter (2do. Rayo)
Regente
Esotérico: La Tierra (3er Rayo)
Regente
Jerárquico: Marte (6to. Rayo)
La
energía de Sagitario inspira y suscita el idealismo. Aporta un sentido de
dirección que ayuda a orientar todos los elementos para la consecución de la
meta. Nos ayuda a ver la visión y dirigirnos hacia ella mediante la aspiración
que se vuelve intuición y nos conduce a la meta mayor. Durante el plenilunio
volemos como flechas hacia el sol y retomemos el sendero hacia la conciencia
solar. Que la sublime meta que está oculta en el Plan Divino nos impulse
siempre adelante para que cada meta alcanzada nos lleve hacia una mayor, hasta
lograr la transformación planetaria.
El
Señor Koot Hoomi preside el plenilunio. Se recomienda contemplar en Dattatreya,
el Cristo de Sirio.
Se
recomiendan las dos horas antes del amanecer para prácticas de meditación
profundas.
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