¿Cuál es el significado de la vida? ¡Cuántas personas que caminan por ahí se preguntan sobre esta cuestión esencial, mientras solo encuentran oscuridad, sin saber dónde hallar la respuesta! Esta quinta Joya de Sabiduría, la Evolución progresiva, nos muestra el significado de la vida. Describe el gran proceso de desenvolvimiento de nuestros poderes dormidos; nosotros llevamos a cabo esto desde el interior y paso a paso. Allí en lo interno, todos llevamos una sabiduría y un conocimiento ilimitados, pues somos criaturas de lo Ilimitado. En el núcleo del núcleo del corazón de nuestro corazón, somos en verdad ilimitados.
¿Qué nos han
enseñado los artículos precedentes acerca de este tema? Somos seres que
reencarnan y por lo tanto, inmortales en esencia, como lo indica la primera
Joya de Sabiduría.
Al experimentar la consecuencia de nuestros actos, obtenemos valiosa experiencia y conocimiento (la segunda Joya), y al aplicar esto siempre tendremos los inspiradores ejemplos de seres que van adelante de
nosotros (tercera Joya). Esto no es un asunto de dejarnos ir a la deriva con los procesos de la naturaleza, y porque somos los creadores de nuestro propio destino: elegimos si dejamos las cosas tal como son, o si damos un paso adelante (cuarta Joya).Subsecuentemente, la
quinta Joya delinea el propósito de nuestra vida: la evolución de nuestra
consciencia, el incremento de nuestra sabiduría y conocimiento y por supuesto,
la expresión del desarrollo de nuestra sabiduría en los pensamientos y acciones
diarias. Si tomamos el Sendero interno, aprenderemos progresivamente a
distinguir todas las ilusiones del mundo manifestado y a mejorar la habilidad
de ayudar a todos los seres que aún se debaten en esas ilusiones. Esto nos
conduce hacia la sexta Joya, el artículo que sigue.
Desarrollo del
Ser
La mayoría de las
personas solo conocen la palabra “evolución” de la teoría darwiniana. Sin
embargo, la aproximación teosófica a la evolución es diferente de la visión
darwiniana y de las sucesoras. ¿Qué es “evolución” de acuerdo con la Sabiduría
Antigua o Teosofía?
Encontramos una
pista cuando estudiamos el origen de la palabra. Evolución se deriva del latín
y significa desenvolver o desarrollarse, esto es, desarrollar el potencial que
ya está presente en el interior. Entonces evolución no es otra cosa que
manifestar todo lo que ya está dentro de nosotros. Después de todo,
llevamos en nosotros todas las posibilidades del Cosmos. La evolución se da a
partir de una urgencia: vemos por ejemplo esa urgencia interior en los niños
que traen de vuelta todas las capacidades que han desarrollado en previas
encarnaciones.
Sin que nos
enfoquemos mucho en la teoría darwiniana original y en sus formas más
recientes, podemos señalar por qué estas teorías desde la perspectiva teosófica
confunden causa y efecto y por qué es todavía algo imperfecta. Mientras que
los darwinistas buscan en causas físicas la explicación del milagroso
desarrollo de los organismos en la Tierra, la Teosofía ve ese desenvolvimiento
como resultado de la consciencia en crecimiento. Este desarrollo interno
o evolución es lo que guía los cambios físicos, pero estos cambios físicos son
el resultado y no las causas. Además, debemos notar que la aproximación
teosófica puede ponerse a prueba por cualquiera que esté dispuesto a estudiar
las proposiciones teosóficas.
Una enseñanza
prometedora
Cada ser es un
peregrino en la senda de evolución. Dicha senda se muestra en la tercera
proposición de la Teosofía (ver el primer artículo), como un crecimiento
interno a través de todos los estadios de nuestra Jerarquía Cósmica; desde los
primitivos seres sin consciencia de sí, pasando por el reino mineral, vegetal y
animal hasta una auto-consciencia humana y desde ese punto hacia planos cada
vez más grandes y nobles de auto-consciencia y, a través de todos los reinos de
los dioses, hasta la cúspide de nuestra Jerarquía.
Como fue mencionado,
este desenvolvimiento no tiene límites porque cuando se alcanza la cúspide de
nuestro Cosmos, descubriremos que todavía somos novicios dentro de un Cosmos
todavía más grande, más espiritual, ya sea “adentro” o “por encima”. Palabras
tales como “arriba” no tienen cabida ya que estamos hablando de estados de
consciencia y materia. Esta gran imagen tiene un impacto directo en nuestra
vida diaria. Ya no vamos a decir “imposible” a algún ideal, ni vamos a
considerar esto como un destino final. Se trata de un asunto de tiempo y de
motivación.
Esto es estimulante
para todos. Es también el fundamento para ayudar realmente a la gente. Después
de todo cada ser es infinito en sus posibilidades. Es un estímulo que provee
una percepción interna sobre el futuro para quienes se han sentido atrapados y
para alentarlos a examinar si esta enseñanza funciona también para ellos.
Evolución
auto-guiada
Después de la
importante transición de la consciencia animal a la humana la evolución se
vuelve auto-guiada. Como humanos, hemos desarrollado auto-consciencia;
hacemos nuestras propias elecciones en la vida. Para la mayoría de nosotros,
esto ocurre mediante prueba y error.
En este punto, la
quinta Joya de Sabiduría tiene un enorme valor inspirador, pues nos anima a la
auto-motivación. Elegimos para nosotros mismos cuánta luz dejaremos brillar
sobre los aspectos más nobles de nuestro ser. La ayuda teosófica a nuestros
semejantes está en esta luz y no solo en la ayuda material. También tocamos
algo más, algo mucho más real e imperecedero.
Si vemos a nuestros
semejantes como seres en evolución que tienen el mismo núcleo y potenciales
como todos los demás, entonces naturalmente nos acercaremos a ellos desde esa
perspectiva. Apelaremos a ellos desde el nivel más elevado en ellos mismos y al
hacer esto, estaremos también invocando ese nivel. El contacto con su propia
naturaleza superior es su única herramienta para ayudarse a sí mismos
continuamente. Sentirán que se les ha acercado a la esencia de su ser; sentirán
la confianza que ustedes tienen en ellos así como en su desenvolvimiento. Sin
embargo este contacto substancial de Humano a Humano es al principio solo
ocasional y a menudo no dura más que los momentos de encuentro.
Libre albedrío
A veces podemos
prestar ayuda a otras personas recordándoles que ellos son realmente quienes
hacen sus propias elecciones en la vida. Todos gozamos de libre albedrío. Esta
es una llamada de atención para aquellos que se sienten como si fueran víctimas
de las circunstancias. Esto ofrece espacio para todos. No tenemos que mentir
cuando hemos caído porque todos estamos continuamente tratando de
desarrollarnos. Lo cual resulta en un continuo estímulo para tratar de obtener
lo mejor por nosotros mismos.
Cada ciclo se
nos presenta con oportunidades
La quinta Joya
también nos enseña que cada día, incluso cada hora nos ofrecen oportunidades
únicas. El crecimiento interno ocurre de manera cíclica.
Este es un
importante pensamiento de la Teosofía. De manera que uno pasa por ciclos
grandes y pequeños: por ciclos diarios, ciclos de encarnaciones y ciclos mucho
más grandes por los cuales pasa toda la humanidad. Cada ciclo tiene una
característica particular y nos da la oportunidad de expresar ciertos aspectos
en nosotros mismos. Podemos por ejemplo tomar las fases de nuestra juventud.
Hasta llegar a los 7 años, desenvolvemos principalmente nuestras capacidades
instintivas como nuestros sentidos y locomoción. Después de los 7 y hasta los
14 años aproximadamente, nos enfocamos en el intelecto. Y a partir de esa edad
desarrollamos, tanto como seamos capaces de hacerlo en esta encarnación,
nuestro idealismo y la urgencia de escoger nuestro propio sendero en la vida.
Como señala Gottfried De Purucker: ‘hay una cosa que aprendí de joven y lo
aprendí bien y ha sido uno de mis mejores amigos desde entonces. Es el hecho de
que soy capaz de aprender de toda cosa y si paso un solo día en el cual no
aumente mi almacén de sabiduría, sin que se acreciente y enriquezca mi vida
interior, ese es un día de mi vida que he perdido’.(1)
Todos los grandes
sabios nos han enseñado a que no simplemente soñemos en bellos ideales, sino
que usemos las posibilidades de la hermandad práctica a cada hora de nuestra
vida, las posibilidades que están a nuestro alcance ahora. El hecho es que esas
oportunidades siempre se nos presentan.
Cada persona crea
una atmósfera con sus pensamientos. Si tomamos la quinta Joya como punto de
partida, crearemos una atmósfera que no solo nosotros sino otros experimentan
como un estímulo al crecimiento espiritual.
Compasión por
todos los seres vivientes
Gracias a la quinta
joya reconocemos a un compañero de peregrinaje en cada ser, no importa en cuál
peldaño de la Escala de Vida se encuentre. También en la brizna de hierba y en
el gusano se oculta un centro espiritual inmortal, que está tratando de
expresarse a sí mismo. Cada forma de vida es para los seres que a ella
pertenecen, una escuela temporal pero necesaria.
Las consecuencias de
esto son fabulosas para nuestras vidas. Un estudiante de Teosofía nos escribió
lo siguiente: “desde que estoy estudiando Teosofía hace unos años, he comenzado
a vivir más conscientemente. Por ejemplo, antes siempre ponía mi pie en todo
insecto que veía porque me parecía bastante desagradable o porque le temía.
Ahora que me he dado cuenta de que todo es uno y que sigue su propia evolución,
dejo cada vez a más insectos que sigan su camino. Solamente continúo matando a
los mosquitos, pero estoy tratando de atraparlos con un vaso para llevarlos
afuera”.
En este punto nos
gustaría hacer una pequeña retrospectiva al pasado. Cuando H.P. Blavatsky llamó
la atención de nuevo sobre la Teosofía en 1875, mucha gente creía que los
animales no tenían alma.
Esta idea la
compartían tanto la religión como el dogmatismo científico. En aquellos
primeros días una serie de teósofos dio un gran impulso a la protección de los
animales. Y a pesar de que un sinnúmero de animales siguen siendo mantenidos en
inhumanas, o en realidad in-animales condiciones, podemos ahora, 138 años
después del impulso de H.P. Blavatsky, llegar a la conclusión de que casi todo
ser humano pensante se da cuenta de que los animales son seres muy sensibles,
seres conscientes. Esto nos da a nosotros los humanos una gran responsabilidad.
Todos estamos en nuestro camino así como las plantas, animales, etc.
Necesitamos dejar a los animales tomar su propio camino tanto como sea posible.
Así que si solo se les alimenta para ser comidos y no llevan su vida como
animal, interferimos profundamente en su evolución.
El crecimiento
trae responsabilidad
A más conocimiento
más responsabilidad. Quienes se ponen en contacto con la Teosofía y prueban
personalmente las consecuencias trascendentales que vienen cuando esta se
aplica, a veces pueden sentirse abrumados y pensar ¿qué he comenzado? Algunas
personas experimentan la Teosofía como si esta impusiera una cierta presión;
una responsabilidad más grande.
Todo lo que ahora
hemos aprendido ya no puede ser desestimado; ya no podemos decir que no lo
sabíamos. Las cosas que supuestamente hacemos “mal”, ahora pesan más en
nosotros. No culpamos a otros por hacerlas sino a nosotros mismos, por nuestra
creciente comprensión. De alguna manera esto es un signo positivo. Básicamente
estamos hablando aquí acerca de pruebas. Estas no nos son impuestas por otros,
sino por nosotros mismos. En estos momentos de prueba, es bueno ver todos los
lados de la situación.
Vemos entonces, por
ejemplo, que nuestra vida y su propósito se han enriquecido mucho más mediante
la Teosofía con más espacio para otras personas. Hemos despertado de un tipo
egoísta de estado de sueño. Al apuntar más alto nuestras aspiraciones y al
actuar desinteresadamente, despertamos gradualmente las habilidades dentro de
nosotros para llevar la Teosofía a la práctica. Luego llegaremos un día a la
notable conclusión de que somos capaces de hacer cosas que apenas pensamos
posible unos años antes.
Igualdad
La quinta joya, la
evolución progresiva, se basa en este principio inspirador: la igualdad. Todos
los seres son rayos o expresiones de la Vida Una e Infinita. Hay infinitos
pasos en el desarrollo del Cosmos y cada ser siempre puede alcanzar las etapas
superiores de la evolución en el transcurso del tiempo. Es un asunto de
desenvolvimiento en el tiempo.
A la luz de la
Teosofía vemos lo absurdo de creernos la medida de todas las cosas y actuar en
consecuencia. Menos desarrollado hasta ahora no significa “menos valioso”. Como
afirma un Sutra budista: “El Bodhisattva debe tener el mismo respeto para todos
los seres como lo tiene para el Tathagata [Buda]”.(2)
O, en palabras más comunes en la escuela de la vida, uno no debe
mirar a nadie hacia arriba o hacia abajo. Porque en la vida diaria no se puede
esperar la misma sabiduría de un niño en primer grado que de un niño de sexto
grado, ya que este niño se inició en el primer grado también.
Todas las Joyas de
Sabiduría están estrechamente ligadas como aspectos de una ilimitada Verdad. El
reconocimiento de todos los seres como compañeros de peregrinaje en el a menudo
difícil sendero interno, nos conduce directamente a la sexta Joya de Sabiduría,
— los dos senderos, que viene a continuación.
Referencias
G. de
Purucker, Wind of the Spirit. Point Loma Publications, San Diego 1976,
p. 1. Online: www.theosociety.org/pasadena/wind/ws-01.htm.
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